Dios mío, sálvame, porque el agua
me llega hasta el cuello. Me estoy hundiendo en un cieno profundo y no puedo hacer pie; me estoy hundiendo en lo más hondo de las aguas, y me arrastra la corriente. Estoy agotado de tanto gritar, me arde la garganta y mis ojos se consumen esperando a mi Dios. (PARA ESCUCHAR PULSA EN LA FOTO) |