"María Madre de los Apóstoles"
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 (Lc 3, 10-18)
¡Jesús, conviérteme!
Juan Bautista invita a la multitud congregada a limpiar sus corazones ante la Venida del Señor, sirviéndose de la profecía de Isaías (Is 40, 3-5). Es tan apremiante su exhortación, que algunos se preguntan si Juan es el Mesías que esperan. Él les aclara que ha sido enviado por Dios solo  para enderezar sus pasos hacia el Hijo de Dios que ya viene a su encuentro como Salvador, y les añade: "Él es más fuerte que yo y os bautizara con Espíritu Santo y Fuego"; sin duda está proclamando la Fuerza del Evangelio de Jesús, capaz de  cambiar un corazón de piedra en uno de carne como estaba profetizado (Ez 36, 25-27). Así es, Jesús es la Fuerza de Salvación de Dios anunciada tantas veces a lo largo del Antiguo Testamento y proclamada en el Nuevo por Zacarías en la circuncisión de su hijo Juan Bautista (Lc 1, 67-69). Fuerza de Salvación, de Conversión que está a nuestra disposición en el Santo Evangelio como dice Pablo (Rm 1, 16...). Por eso las primeras palabras dichas por Jesús en el Evangelio de Marcos son: " Convertíos y creed en el Evangelio" (Mc 1, 15).

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II Domingo de Adviento
(Lc 3,1-6)

*!Ven Señor Jesús!*
Nos unimos al grito que brota del corazón de la Cristiandad estos días:
*!Ven Señor Jesús!*
El gozo por la continua Venida del Señor, como nos dicen los santos, abre nuestro corazón a la Fiesta sin fin al ver que "el viaje" de Jesús al mundo es de ida y vuelta al Padre. Le oímos :

*"Salí del Padre, he venido al mundo, ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre"*
(Jn 16,28)

Sí, volvió al Padre pero sigue estando con nosotros (Mt 28,18-20).

No termina ahí la Buena Noticia de Jesús. Oigamos lo que le dice y pide al Padre para los suyos, justamente antes de encaminarse al Huerto de los Olivos, pórtico de entrada de su muerte:

*"Padre, quiero que los que tu me has dado, donde yo esté, estén también conmigo y contemplen mi gloria.*
(Jn 17,25)

Contemplar implica participar. Pide pues al Padre que participemos de su Gloria. Vivamos el Adviento fijos los ojos en Jesús el que vino del Padre, sube hacia El, al tiempo que se queda con nosotros como Buen Pastor, para conducirnos al Padre, siguiendo las huellas celestes de su camino de vuelta hacia El.
P. Antonio Pavía
 (Lc 21,25-28, 34-36)
*SOLO DIOS BASTA*
Hoy comenzamos el Adviento, tiempo de espera y también de búsqueda de Dios con los ojos del corazón fijos en la celebración gozosa de la Navidad.
Me llama la atención, en el Evangelio de hoy, la exhortación del Señor a velar. Es evidente que el Hijo de Dios esta más que interesado en encontrarse festivamente con todo hombre; de hecho no deja de llamarnos y atraernos de mil maneras, como vemos en este pasaje bíblico:
*"Mira que estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa, cenaré con él y el conmigo."*
(Ap 3,20)
Hay personas que se lamentan y dicen : Yo busco a Dios pero no le encuentro. No hay que hacerles grandes discursos, basta leerles el texto anterior del Apocalipsis remarcando lo que señala Jesús:
*"...Si alguno oye mi voz.."*
El Evangelio es la Gran Llamada de Jesús a la Fe. Los que lo leen, escuchándole a El, no a sí mismos, no solo no quedan defraudados sino que con el tiempo entiénden porque Santa Teresa proclamó desde de lo más profundo de su ser:

*!Sólo Dios basta!*
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Mc (13,24-32) 
Fíate de Jesús
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En el Evangelio de hoy Jesús nos dice que el sol y la luna se oscurecerán, las estrellas del cielo caerán... etc. Los sensacionalistas, que siempre los ha habido y los habrá, nos marean pregonando el fin del mundo… y ya van varios siglos alertándonos. Empecemos por aclarar que Jesús dice que todo esto del sol, luna, estrellas sucederá en su propia generación y como dicen los biblistas, se estaba refiriendo, en un lenguaje cósmico, como el del Apocalipsis, a la destrucción del Templo de Jerusalén - Honor y Gloria del pueblo elegido- que efectivamente tuvo lugar en el año 70 por las tropas de Roma. Recojamos el sentido real de lo dicho hoy por Jesús: que este mundo incluido sus astros caerá y que lo único que es Eterno es… su Palabra: "cielo y tierra -el mundo visible- pasará, mis palabras no pasarán”, y aquí entramos nosotros. Jesús llamó a sus primeros discípulos en estos términos: "Yo os haré llegar a ser pescadores de hombres " (Mc 1, 16-17). Sabemos que estos primeros discípulos de Jesús dieron rienda suelta a sus ambiciones, vanidades, rencillas... le traicionaron en su Pasión. Sin embargo Jesús mantuvo su Palabra, su elección. Resucitado les reunió y les hizo llegar a ser pescadores de hombres: les envío a predicar el Evangelio de la Gracia y la Elección por todo el mundo.
(Mc 12, 38-44)_
*La Mirada de Dios*
El Evangelio de hoy nos muestra la diferencia existente entre la mirada de Dios y la de los hombres. La nuestra está condicionada por el destello de las vanidades que seducen nuestros sentidos, haciendo que toda vanidad sea " agradable a la vista" como le pasó, aunque en otro contexto, a Eva. (Gen 3,1...) Lo escribas, fariseos, etc., a quienes les gusta presentarse con amplios y vistosos vestidos y mantos son la imagen de todos los que viven esclavizados por las apariencias. Los Apóstoles no están exentos de esta seducción tan banal como ridícula. En este contexto Jesús les y nos indica cómo es su mirada. Tanto Él como los Apóstoles ven a unas personas echando sus contribuciones en el arca del Templo. Los ricos echan grandes cantidades bien a la vista de todos; otra forma de deslumbrar. En esto llega una pobre viuda y echa dos moneditas. Seguro que nadie reparo en ella, no valía la pena. Jesús sí; la miró con entrañable amor y dijo a los suyos. Está pobre mujer dio lo que tenía para vivir. Los otros que tanto os deslumbraron dieron de lo que les sobraba. Jesús, no alaba la generosidad de esta mujer sino algo infinitamente mayor: su confianza en Dios; su certeza de que Dios, su Padre, que provee la comida a las aves del cielo y que viste regiamente las flores del campo, con mucha más razón cuidaría de ella. Se llama de adulta y Jesús habla de ella: (Mt 6, 25...).

_P. Antonio Pavía
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(Mc 12,28b-34)
¡Háblame Señor!​
Un escriba pregunta a Jesús cual es el mayor mandamiento de la Ley. Jesús le dice lo que todo israelita sabe; el primero es: "Escucha Israel, amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. Fijémonos que este amor incondicional viene precedido de una exhortación: ¡Escucha Israel! Es la calidad de la escucha de la Palabra la que mueve y crea en el hombre este amor sin regateos a Dios. El necio piensa que puede amar a Dios con su débil corazón  y hace propósitos, promesas, etc., prescindiendo de la Fuente que es la Palabra de Dios. Palabra que debería de acoger y amar como la acogió y amó María a pesar de que lo que Dios le decía era a todas luces imposible; sin embargo se fio de Él, de su Palabra y dijo: ¡Hágase en mí! Al igual que ella, el sabio según Dios, escucha el Evangelio consciente de su impotencia para cumplirlo y por eso no promete nada, sería prepotencia prometer lo que no está a su alcance. Lo que sí hace es escuchar confiadamente la Palabra que le llama e invita al Discipulado, y con un amor diríamos infinito, consciente del poder creador del Evangelio de Jesús espera que Él, vaya cambiando su corazón hasta llegar a ser su discípulo amado.
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(Mc 10,46-52)
Día del Domund
​
No podemos dejar de hablar acerca de lo que hemos visto y oído, dijeron Pedro y Juan a los miembros del Sanedrín que pretendían impedirles que predicaran el Evangelio que el mismo Jesús les había anunciado (Hch 4, 20). Este domingo es el día del Domund; celebramos que desde hace 2000 años, de generación en generación, miles y miles de personas rompieron sus fronteras movidos por amor a Dios y a los hombres más desheredados de la tierra para que pudieran recibir la dignidad de ser hijos de Dios (Jn 1, 12), Los misioneros no son unos héroes; son hombres y mujeres muy normales a quienes Jesús, al igual que al ciego de Jericó, abrió sus ojos para que pudieran ver que su vida llegaba a ser Vida gracias a Jesús y a su Santo Evangelio. Dueños de la Vida comprendieron que su lugar estaba allí donde Jesús no había sido aún anunciado. No, los misioneros no son unos héroes; son hombres y mujeres tan libres que pueden plantar su tienda allí donde el Señor les lleva. Y tú, si es que has visto y oído lo que oyeron Pedro, Juan e innumerables discípulos de Jesús a lo largo de 2000 años, ¿romperás tus fronteras para anunciar el Evangelio que da la Vida?
(Mc 10,35-45)
​Convertíos y creed en el Evangelio
​
Santiago y Juan piden a Jesús que "ya que han dejado todo por seguirle" les conceda el derecho de sentarse junto a Él en su Reino. Como vemos Jesús no escoge a lo mejorcito de Israel; de hecho Santiago y Juan aceptan la llamada de Jesús sin renunciar a su ambición de gloria, la misma que Satanás ofreció a Jesús en la tercera tentación y que por supuesto rechazó (Mt 4, 8-10). Además estos dos apóstoles, al decirles Jesús que sí pueden beber la copa de la Pasión que Él va a beber, le dicen presuntuosamente que sí, igual que Pedro creyó que podía dar la vida por Jesús (Jn 13, 36-38). Por eso se encarnó Jesús entre nosotros por nuestras impotencias morales recubiertas por un poco de buena voluntad. Jesús se encarnó, nos vio engañadísimos y entendió el plan del Padre: Darnos su Palabra de Vida, el Evangelio aún a costa de su muerte y eso fue lo que hizo. Fijémonos que Jesús resume el cambio de nuestro corazón en unas cuantas palabras: "Convertíos y creed en el Evangelio". No nos engañemos, solo el Evangelio arranca delicadamente nuestras veleidades y nos pone, sin miedo ni recelo alguno, cara a cara con Dios.
El Tesoro de tu corazón
​
Un hombre se acerca a Jesús y le pregunta que tiene que hacer para heredar la vida eterna. Jesús le dice que venda sus bienes, lo dé a los pobres y tendrá un tesoro en el cielo;  entonces podrá  iniciar el camino del Discipulado. Jesús le está proponiendo un gesto de desprendimiento tal que manifieste a quien quiere servir-adorar, si a Dios o al Dinero (Mt 6, 24). Leemos en este Evangelio que este hombre, frunciendo el ceño se alejó molesto de Jesús. En realidad el Hijo de Dios sacó a la luz con sus palabras la idolatría que había en su corazón y la antepuso a Dios que desea ser en todo hombre el alma de su alma. Abordamos otro  texto en el que vemos que un hombre encuentra un tesoro en un campo; para hacerse con el, vende sus bienes y compra el campo. Atentos: no lo hizo por un plus de sacrificio, entrega o  generosidad sino: "por la alegría que le dio" ( Mt 13,44 ) El tesoro que busca tu alma determina tu alegría eterna o bien tu crónica tristeza.
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(Mc 10,1-12)
DANOS UN CORAZON NUEVO“Moisés permitió el divorcio entre vosotros por la dureza de vuestro corazón” dijo Jesús a quienes le preguntaron acerca del matrimonio. El corazón del hombre se enquista cuando prescindiendo de Dios y su Sabiduría se erige en único árbitro para decidir  lo que es el bien y el mal. He ahí la raíz del pecado original; Eva -que también representa a Adán- alargó su mano hacia el árbol llamado de la Sabiduría del bien y del mal, comió de él y encontró su fruto excelente para alcanzar sabiduría (Gen 3, 6). He ahí el gran problema de la Humanidad; regirse por su propia sabiduría tan expuesta al subjetivismo, también a las soluciones fáciles ante problemas cruciales, apelando incluso a la dignidad de las personas. La cuestión es que cuanto más prescindimos de la Sabiduría de Dios, más se petrifica nuestro corazón… llegando a considerar como normales y hasta beneficiosos inclinarse devotamente ante realidades destructivas como son el divorcio, el aborto, etc. Nuestra esperanza es que El Hijo de Dios, cumple en todo aquel que se lo pide lo que le suplicó David envuelto en un mar de lágrimas: "Señor, crea en mi un corazón nuevo" (Sl 51, 8).
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(Mc 9,30-37)
¡Convertíos al Evangelio!
Una vez más Jesús dice a los suyos que será condenado a muerte pero que resucitará; una vez más sus discípulos no quieren saber nada de esto arguyendo que no le entienden. El hecho, sonrojante, es que no le entienden porque mientras Jesús les habla ellos están en lo suyo  enzarzados en discusiones sobre quién de ellos era el mayor. Este Evangelio es una catequesis fortísima para todos nosotros: es imposible entender a Jesús si nuestros intereses prevalecen sobre su Evangelio, intereses que nos ponen de perfil ante sus Palabras de Vida. Los profetas no cesan de denunciar al pueblo de Israel porque aún yendo al Templo o sinagoga desprecian la Palabra que allí se proclama echándosela a las espaldas. Escuchemos a Jeremías: "Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros mi pueblo... más ellos no escucharon ni prestaron oído... se pusieron de espaldas…" (Jr 7,23-24 ). Escuchemos también la denuncia dirigida por Esteban, el primer mártir de la Iglesia, al Sanedrín: "Incircuncisos de corazón y oídos, vosotros siempre resistís al Espíritu Santo" (Hech 7, 51).
Señor Jesús… Conviértenos a tu Santo Evangelio. ​
(Mc 8,27-33)
La Palabra en la boca y en el corazón
Jesús pregunta a los apóstoles: ¿Quién decís que soy yo? Pedro iluminado por el Espíritu Santo responde: ¡Tú eres el Cristo! Añadimos la puntualización de Mateo: ¡…El Hijo de Dios vivo! (Mt 16, 16). La confesión de fe de Pedro es perfecta, sin embargo y para nuestra sorpresa al anunciar Jesús su pasión, muerte y resurrección, el apóstol, que acaba de confesar su fe el Él, intenta disuadirle provocando está respuesta de Jesús: ¡Apártate de mi vista Satanás, tus pensamientos no son los de Dios sino los de los hombres! Nos encontramos con una catequesis sobre la fe que agrada a Dios fortísima y siempre válida. De poco o nada sirve tener el Nombre de Jesús en la boca si no habita en el corazón por medio de su Palabra ( Jn 14,23) Es una catequesis que nos alcanza a todos… pero no nos desanimemos. Los Apóstoles que eran como eran terminaron guardando el Evangelio de Jesús en su corazón y nosotros si le buscamos con corazón sincero también.
(Mc 7,31-37)
Al aire de Jesús
Llevan donde Jesús a un sordomudo que en vez de sanarle sin más como suele hacer con otros enfermos realiza una especie de ritual para que pueda oír y hablar. Por cuestión de brevedad expongo solo el ritual que desarrolla con este hombre. Mete sus dedos en la oquedad de sus oídos, eleva sus ojos al cielo, es decir, a su Padre y emite un grito: ¡Effeta! es decir: ¡Ábrete! Con este ritual Jesús señala el punto de partida del Discipulado. No se puede llegar a ser discípulo de Jesús si no nos dejamos abrir el oído por Él a fin de acoger sus palabras como Él acogió las palabras de su Padre (Jn 12,49-50). Oigamos esta profecía de Isaías sobre Jesús: "El Señor me ha dado lengua de Discípulo... mañana tras mañana me abre el oído." (Is 50,4 ). El alma que decide escuchar la Palabra empieza por inclinar - obedecer- su oído hacia ella (Sl 45,11). Los que así actúan ya no van a su aire sino al aire de Jesús.
(Mc 7,1-8, 14-15, 21-23)
La Palabra en el corazón
Hoy vemos que los fariseos critican a Jesús porque sus discípulos comen sin purificarse las manos. El problema no es tanto la higiene sino su impureza por no cumplir con la norma ritual. Jesús les responde parafraseando la denuncia de Isaías: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi". Lejos de Dios está todo corazón no habitado por su Palabra. Bien conocían estos fariseos la inspiración del salmista: "En mi corazón guardo tus palabras, así no pecaré contra ti" (Sl 119,11). No es que la Palabra protege del pecado como si fuera un amuleto. La Palabra como se nos dice frecuentemente en la Escritura contiene en sus entrañas la Fuerza y la Sabiduría de Dios que nos hace más fuertes y sabios que el Tentador. Los fariseos sabían esto, pero no le dieron importancia, por lo que todo quedó en los rezos de sus labios. Y… ¿Por qué no le dieron importancia? Dejemos que nos lo diga Jesús: "...Prefirieron la gloria de los hombres a la gloria de Dios" (Jn 12,43). Ahora, atención: fariseos con muchos rezos pero sin la Palabra habitando en su corazón hubo, hay y los habrá siempre. ¡Que el Señor nos convierta a todos!
(Jn 6, 60-69)
Palabras de Vida Eterna
El Evangelio de Jesús, siempre nos sorprende. Miles de personas han visto como Jesús había multiplicado unos panes y que todos comieron y se saciaron. Se supone que ser testigos de este milagro es más que suficiente para creer que Jesús es el Mesías. Sin embargo, una vez satisfechos, al decirles que Él es el Pan de Vida, que sus Palabras son Espíritu y Vida, etc., todos, menos los Apóstoles, se alejaron de Él. ¿Que hay detrás de esta actitud? Pienso que hay una Catequesis sobre la Fe adulta fortísima. Vemos que una fe apoyada solo en milagros, emociones, sentimientos, etc., no termina de arraigar porque está construida, puntualiza Jesús, sobre la arena y no sobre la roca (Mt 7,24-27). Y... ¿Cómo se arraiga la fe en la Roca? Lo vemos en el Evangelio de hoy. Una vez que la multitud se fue, Jesús preguntó a los doce que estaban desconcertados: ¿También vosotros queréis marcharos? Pedro, movido por el Espíritu Santo, exclamó: ¿Dónde quien iremos Señor? ¡Tú tienes Palabras de Vida Eterna! He ahí la Roca que sostiene nuestra fe cuando nos azotan mil tempestades: Las Palabras proclamadas por Jesús: ¡su Santo Evangelio!
(Lc 1, 39-56)
Celebramos la Asunción de María, Madre de Dios al cielo, su Glorificación. Ya este salmista anuncia   proféticamente el fin glorioso que Dios tiene preparado para quienes le aman (Sl 73,24). Dios Padre al resucitar a su Hijo, le glorificó y nos dijo a todos que la muerte no es el fin de nuestra existencia. Si el fin del hombre tuviese su punto y final en un sepulcro, nuestra muerte sería exactamente igual que la de cualquier animal: todo lo que hemos sido quedaría  reducido a polvo. La Fiesta de hoy nos indica que los latidos de eternidad, propios de nuestra alma, no son ensoñaciones sino que preanuncian el deseo de Dios sobre nosotros: nuestra glorificación. San Pablo en el mismo sentido hablará de que la existencia del hombre alcanza su plenitud con su Transfiguración: "... Él -Jesús- transfigurará este cuerpo corruptible en un cuerpo glorioso como el suyo" (Flp 3,21). He aquí el sentido de lo que nos dice Juan: "Bienaventurados los que mueren en el Señor" (Ap 14,13).
(Mt 14, 22-33)
​Tú vas conmigo,Señor

Los Apóstoles se hacen a la mar; Jesús queda en tierra. De pronto se ☦ una terrible tempestad que az🚃🚋ota tan violentamente la barca, que ..  amigos creen llegada su ☦últi 
..  .🚃ma hora. Presos del miedo, atis ban a lo lejos a alguien que camina hacia ellos. Movidos por el pán  ico gritan : ¡Es un fantasma!  El .fantasma se deriva de fantasia. Los apóstoles piensan que lo que han visto es una ficción sin más. No✡🚃🚃🚃🚃🚋🚃s encontramos con una catequesis determinante sobre la fe. Tiene que ver con la pregunta que surca la historia.. ¿Existe Dios? Y... ¿Jesús es el Hijo de Dios? ...o todo ello no es más que un producto de la imaginación, tan dada a sobrenaturalizar la realidad. Pedro nos ayuda a discernir. En pie sobre la barca emplaza a Jesús que le ha dicho... ¡¡Soy yo!! Pedro le gritz7a: ¡Vale..Si eres Tú, dame una 🚃 . Ssssssssssssssme pe☦rmita ir hacia tí sobr  .  e las 🚋!  Jesús acoge..y con qué amor, el reto y le dice: ¡Ven! Es la palabra con la que toda .inicia su discipulado. Pedro empieza a caminar ..a un cierto momento se emp ..  ieza a hundir y clama: ¡Señor sá☦☦lvame! Dice Mateo que "al punto" Jesús le sostuvo; "al punto"... lo que indica que no se separó de él en cada paso que dió sobre el mar. "Tú vas conmigo.." había profetizado el salmista (Sl 23,4).

(Jn 6, 41-51)
Cuando la Palabra Prende
Todo el que escucha al Padre y aprende viene a mí, nos dice Jesús en el Evangelio de hoy.
La apreciación de Jesús es esencial para alcanzar la  fe. Él mismo aclara una y otra vez que el Evangelio que sale de sus labios le ha sido anunciado previamente por su Padre (Jn 12,49). Volviendo al Evangelio de hoy,  fijémonos en que Jesús al hecho de escuchar al Padre añade el verbo aprender que significa prender profundamente. El Evangelio de Jesús tiene que llegar a prenderse, acoplarse en el corazón como la semilla se introduce y acopla  entre los huecos del surco de la tierra para poder dar fruto. San Pablo nos dirá que la fe nace de la predicación del Evangelio (Rm 10,17). Evangelio que se escucha con el corazón abierto como hizo Lidia y  creyó en la predicación de Pablo (Hch 16,14…).   Escuchemos el Evangelio con el corazón abierto para que se prenda en él, no con un corazón retorcido en el que la Palabra no prende como dijo Jesús a los fariseos: "Tratáis de matarme porque mi Palabra no prende en vosotros" (Jn 8,37b).
(Jn 6,24-35)
El Pan de la Palabra
Jesús multiplicó unos panes, dio de comer a miles de personas y se retira con sus discípulos, sin embargo esta multitud va en su búsqueda hasta que le encuentran. Entonces Jesús les da una catequesis para que puedan pasar de la fe infantil a la adulta; les dice: "Vosotros me buscáis no porque habéis vistos signos sino porque habéis comido copiosamente. Respecto a los signos, Jesús se refiere a la enseñanza  que los rabinos impartían en el Templo y sinagogas; que el Mesías repetiría en Israel las maravillas que Dios hizo con sus antepasados en el desierto. El signo de multiplicar unos panes apuntaba directamente al "pan del Cielo", el maná con el que Dios alimentó a Israel en su camino hacia la Tierra Prometida. El milagro-signo de Jesús fue evidentísimo; testificaba que Él era el Mesías. No se enteraron; visto el milagro sus corazones fueron a lo suyo… que poco tenía que ver con convertirse a Dios. Este Evangelio nos pone en la verdad; pidamos a Dios que nos cure de de la tentación de la "milagritis" porque no hay mayor milagro para nuestra conversión que encontrar en el Evangelio, por obra y gracia del Espíritu Santo, las Palabras de Vida Eterna (Jn 6,8) que crean en nosotros un corazón nuevo.
(Mt 20,29-28)
Fiesta de Santiago Apóstol, Patrón de España
El Evangelio nos presenta a la madre de Santiago y Juan solicitando a Jesús que ya que sus hijos han dejado todo por seguirle, sean los más importantes en su Reino. Si nos fijamos bien esta deferencia que esta buena, pero equivocada mujer, pide para sus hijos, la anhelan dando  lugar a fuertes discusiones los demás apóstoles. ¿No podía Jesús escoger mejor a sus discípulos? Pues no, detrás de las apariencias  y capas de piedad, todos somos iguales; nuestros corazones son retorcidos como dice Jeremías (Jr 17,9). Jesús les pregunta si pueden beber el cáliz que Él va a beber y responden que sí, sin pestañear... como Pedro (Jn 13,37). Al final todos los Apóstoles sí que bebieron el cáliz que bebió Jesús… el cáliz de toda la amargura del mundo para salvarlo; pero… ¡¡Atención!! Sólo pudieron beber el cáliz después que murió por ellos... tú y yo beberemos el cáliz de Jesús cuando seamos conscientes de que Él murió para abrirnos el camino del Discipulado… con otro corazón… no con el corazón idolatra propio de nuestros pecados.
(Mc 6, 30,34)
Como ovejas sin pastor
Una multitud, hambrienta de Palabras de Vida, va tras Jesús sin dejarle apenas descansar. Distinguen perfectamente entre la predicación del Señor cuyas palabras son como saetas de fuego que alcanzan sus corazones y la de sus dirigentes, quizás hasta más elocuentes pero que  carentes de espíritu no alcanzan a nadie, ni siquiera a ellos mismos. Esto nos lleva a decir que están los abrasados por el Evangelio, cuyas ovejas son también abrasadas y "los funcionarios" de la predicación que solo se preocupan de sí mismos y quedar bien con un auditorio más bien pasivo. Es muy importante señalar que Jesús no hace ningún juicio sobre ellos, eso sí, le duele  el corazón al constatar que Israel esté como ovejas sin pastor. Por eso mismo Jesús ofrece su Vida, para que todos los que quieran vivir se abracen a su Evangelio… la Vida en abundancia (Jn 10,10) Por eso mismo la esencia de la Iglesia es predicar el Evangelio… de él salen las saetas de Fuego del Amor de Dios que alcanzan el corazón y lo transforman
(Mc 6,1-11)
Jesús cuida a sus enviados

Jesús envía a sus discípulos a los pueblos de alrededor a predicar el Evangelio. Llama la atención que les dice que prescindan de dinero, comida, alforja, etc. Una interpretación superficial de estas condiciones llevaría a creer que cuantas más renuncias ascéticas mejor; sin embargo bien sabemos que los que se apoyan en estos ascetismos, poco a poco se van acomodando a "la eficacia  del mundo y su gloria". Lo que Jesús les y nos está diciendo es que… ¡Dejemos que sea Él quien nos cuide!  Que si el Padre está pendiente de las aves del cielo y de los lirios del campo… ¡Cuánto más lo estará de nosotros por el hecho de ser discípulos suyos! (Mt 6, 25-32). Los que creen que Dios cuida de ellos, cuando predican el Evangelio aparecen ante sus oyentes como veraces, pues éstos se dan cuenta perfectamente de que se fían por completo de Jesús a quien anuncian y al constatar esto comprenden que el Evangelio que les anuncian es fiable para alcanzar la Vida. Para tener esta libertad hemos de anunciar… no una Institución, un Movimiento, un Santo… sino a Jesús, a su Santo Evangelio.
Mc(6,1-6)
Nos amó hasta el extremo
Jesús predica en Nazaret donde había vivido; los asistentes impresionados por su sabiduría quedan impactados pero ante el hecho de que sólo es el hijo de un carpintero, se escandalizan y le rechazan. Dice Marcos que Jesús se maravilló, quedó estupefacto ante su falta de fe. Tuvo esta reacción porque bien sabían ellos, como todos los judíos, que el Mesías sería de condición humilde. Se maravilló de que tanto llorar y emocionarse en el Templo al proclamarse y escuchar la Palabra, tanto estudiarla hasta memorizarla para nada… jamás creyeron en Ella; es más, se escandalizaron de Él. La verdad es que todo Israel: escribas, sacerdotes, fariseos, doctores de la Ley... y hasta sus discípulos (Mt 26,30-35) se escandalizaron de Jesús. Todo parecía destinado al fracaso, hasta que Jesús creo el Amor perfecto que habría de renovar al hombre. Oigamos como inicia Juan la Catequesis de "La última Cena": "Jesús habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo..." (Jn 13,1-2...). Al rechazo y escándalo pueril de los hombres Jesús responde siempre amándonos hasta el extremo… un amor gratuito, creado y creador que nos convierte en Discípulos suyos.
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Mc 5,21-43)
Se acercó a Jesús y le tocó el Manto
Entendemos mejor este pasaje adelantando que en Israel la sangre simboliza la vida. Vamos adelante. Una mujer sufre hemorragias profundas;  ha gastado sus bienes a fin de curarse pero va de mal en peor. En esta situación límite, oye hablar de Jesús y va a su encuentro, da con Él y lo que nos dice Marcos nos sobrecoge: se le acerca por detrás toca su manto y se cura instantáneamente. ¿Milagrazo? ¡Mucho más que eso! Esta mujer representa al verdadero buscador de Dios. En la Escritura tocar el manto de alguien es atraer su alma hacia la suya. Al tocar el manto de Jesús atrajo hacia sus entrañas su Espíritu presente en su Evangelio... y esto es lo que esta mujer buscaba de Él. No fue a su encuentro por satisfacer una curiosidad  ni por sensacionalismo o algo espectacular. Va buscando el Alma de su alma… pues su ausencia la deja huérfana de Vida. Bien sabía lo que quería de Jesús: la Vida que toda su fortuna no pudo comprar y que Jesús se la dio gratis. Bien podía ella escribir lo mismo que Juan: "En el principio existía la Palabra, la Palabra estaba con Dios... en ella estaba la Vida" (Jn 1, 1…).

Mc 4,35-41
​En la otra orilla... Dios
Hoy vemos que Jesús dice a sus discípulos que preparen  la barca para ir a la otra orilla, sin especificar pueblo o lugar alguno que sería lo más lógico. Inician el recorrido cuando de pronto se levanta una tempestad tan violenta que parece que va a  hacer trizas la barca;  entretanto Jesús duerme. Los apóstoles aún siendo hombres de mar se ven desbordados por el miedo por lo que despertándole le dicen: “¿No te importa que perezcamos?”. Jesús se pone en pie y con su Palabra somete la furia de las olas. Sus discípulos pasan del miedo al mar al temor que sintieron tantos patriarcas, gobernadores y profetas de Israel ante Yavhé que se les presentaba. El miedo a morir ante Dios Santo y Omnipotente. Pasado el estupor se dicen: ¿Quién es este que hasta el mar y los vientos obedecen?... Sólo Dios tiene este poder. Jesús les dice y nos dice a todos que sufrimos tantas tormentas en la vida: ¿Aún no tenéis fe?  Ahora se nos aclara lo de "ir a la otra orilla". Jesús, nuestro Buen Pastor está con nosotros en nuestro camino de fe que culmina en el Padre; en la otra orilla de la vida, traspasado el umbral de la muerte. En esta orilla están sus brazos de Padre para acogernos en su abrazo eterno.
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(Mc 4,26-34)
Jesús compara su Iglesia con un grano de mostaza. Es la más pequeña de todas las semillas pero crece ampliamente y da fruto abundante. Los discípulos de Jesús tenemos la tentación de deslumbrar al mundo con sus mismas vanaglorias, eso sí, barnizadas con una capa de piedad. Recogemos lo dicho por Jesús a los fariseos: "¿Cómo podéis creer vosotros que aceptáis la gloria de los hombres y no buscáis la que viene de Dios?" (Jn 5, 44). Jesús, al comparar su Iglesia con un minúsculo grano de mostaza está hablando de sí mismo sembrado en el erial del Calvario como el más insignificante y despreciado hijo de Israel. Insignificantes, también para Israel eran los que le acompañaron en su agonía: Su Madre, el Discípulo amado, María Magdalena y María de Cleofás... "No temas pequeño Rebaño..." había dicho Jesús (Lc 12, 32) y ahí estaban ignorados al pie de la Cruz. No deslumbraron al mundo representado en el Calvario por Israel y Roma, pero si deslumbraron y hasta robaron el corazón del Padre quien al llorar sobre el Rostro de su Hijo, lloró enternecido sobre su pequeñísimo rebaño a quien dio el don de ver con sus propios ojos el Nacimiento de la Iglesia del costado abierto de Jesús del que brotaron Sangre y Agua (Jn 19, 31-37). San Juan Crisóstomo puntualiza: El Agua simboliza el Bautismo y la Sangre la Eucaristía… Dios es tan... pero tan tierno que se deja robar el corazón por tantos pequeños que despreciando la gloria de este mundo… se hacen con la Gloria que no tiene ocaso; por eso son la Luz del mundo (Mt 5, 14).
​ (Mc 14-16 y 22-26)
Nadie te ama como Él
El Evangelio de hoy nos ofrece la Última Cena, la Eucaristía celebrada por Jesús con sus Discípulos. Hay un detalle que quiero señalar y que indica la solemnidad de la celebración Eucarística. En aquel tiempo las casas de Jerusalén eran casi todas de una planta. Las pocas de tenían dos o más, consideradas suntuosas, pertenecían  a los ricos. El Evangelio nos dice que un amigo de Jesús había preparado la sala de la planta superior para la celebración Eucarística. Digo esto porque hay quienes por ínfulas de pretendida pobreza se desmarcan del criterio de Jesús menospreciando estancia, vasos litúrgicos… etc… En fin no hagamos pobreza a costa de la Eucaristía sino en persona propia. Dicho esto incido en estas palabras de Jesús : “Tomad y bebed, esta es mi Sangre derramada por muchos". Desde los albores de la humanidad el hombre ha derramado la sangre del hombre por diversas causas: Ambiciones, Sed de Dominio, Venganzas, Odios, Envidias… y así hasta hoy. Jesús cambia por completo nuestra historia nefasta derramando voluntariamente su sangre para nuestra regeneración... para que seamos verdaderas personas y no chacales en permanente acoso. Es muchísimo lo que celebramos en la Eucaristía… hoy nos quedamos con la Nueva Creación germinada por la Gracia de la Sangre derramada por El Señor Jesús: "Compraste con tu sangre  hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación" (Ap 5, 9b).
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​ (Mt 28,16-20) *
*El Evangelio y la Ternura de Dios*
En el Evangelio de hoy  Jesús define la Misión esencial de la Iglesia: Anunciar el Evangelio por todo el mundo. Esta es la razón de ser del  Discipulado. Jesús puntualiza que quienes crean en el Evangelio que se les predica, sean bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, proclamando así que son una nueva creación en Dios. Pedro dice que somos reengrendados por el gérmen incorruptible que es en sí el Evangelio de Jesús (1 Pe 1,23-25). Los Apóstoles salieron a predicar el Evangelio de Jesús conscientes de que estaban ofreciendo a los que les escuchaban la vida eterna, como vemos en este texto de Pablo (Hech 13,44-47). Bellísima la profecía de este salmista que se cumple en quienes se abrazan a la Palabra que se les predica: "Dios perdona todas tus culpas… rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura" (Sl 103,3-4). Profecía de la que da fe Jesús al decirnos que cuando el hijo pródigo volvió hacia su padre éste..."Corrió, se le echó al cuello y le cubrió de besos". Esta es la línea de salida de todos los discípulos de Jesús.
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(Jn 20, 19-23)​
Un escriba que sin duda es testigo de la coherencia de Jesús, se acerca a Él y le dice que desea seguirle. Jesús aprovecha la coyuntura para decirle y decirnos a todos que las zorras tienen madrigueras, pero que Él no tiene donde reposar su cabeza (Mt 8,18-20). La cabeza en la antigüedad, simboliza la dignidad  y el honor de una persona. Jesús no tuvo donde reclinar su cabeza ni al nacer ni en su muerte. Con esta respuesta al escriba abre una catequesis fortísima a todos los que desean - deseamos-  ser sus discípulos. Él mismo dice enfáticamente que estamos en el mundo pero que no somos del  mundo (Jn 17, 14). Amamos al mundo, de hecho somos su Sal y su Luz (Mt 5, 13-14), pero no nos asentamos en sus  criterios de éxito o realización personal . El honor y la dignidad de estar con Jesús, en cuanto discípulos suyos, son infinitamente más sublimes que lo pasajero que puede darnos el mundo en el que todo pasa. Esto es Pentecostés, celebramos que uno llega a ser verdaderamente Discípulo de Jesús solo con su Fuerza y Sabiduría… dicho de otra forma: El Discipulado es una creación del Espíritu Santo.
Mc (16,15-20)
La Ascensión de Jesús al Padre delante de sus discípulos tiene un bellísimo significado que nos llena de alegría. El Señor culmina su misión en el mundo. Recordemos que antes de su Pasión había dicho  al Padre: "Te he glorificado llevando a cabo la misión que me encomendaste" ( Jn 17,4…). En su subida al Padre sus discípulos les confía - y no es que hayan dado la talla - la continuación de su misión: "iluminar a este mundo que yace en tinieblas y sombras de muerte" (Lc 1,79). Sabe que son débiles pero Él les dará su Fuerza y su Sabiduría que engendren en ellos la fidelidad que no tienen,  al tiempo que les promete que jamás les dejara solos, que estará con ellos todos los días (Mt 28, 19-20). Dicho esto ya puede subir al Padre pues sus discípulos supieron - ojalá nosotros también - que su subida al Él es preludio de nuestra subida y que su victoria  sobre la muerte es también nuestra victoria.
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Jn 15,9-17
​Jesús dice a sus discípulos- de todos los tiempos- que ya no les llama siervos sino amigos porque gracias al  Evangelio que le anuncia tienen acceso al ámbito, a la intimidad con  el Padre. De hecho, les añade, el siervo no sabe nada del señor a quien sirve pues se limita a servirle sin más. Jesús dice a sus discípulos que les llama amigos porque comparte con ellos las palabras que recibe del Padre, ellas son su Fuerza y su Sabiduría para poder cumplir su misión... para, como escribe Pablo, pueda obedecerle hasta la muerte y muerte de Cruz (Fil 2,6-8). Jesús llama amigos a sus discípulos por el vínculo sobrenatural que supone la Palabra, El Evangelio compartido desde el corazón donde, como María, lo guardamos cuidadosamente. Un último punto que nos tendría que provocar un estallido de gozo: En la Espiritualidad Bíblica la palabra amigo sobre todo en este contexto de la Última Cena significa... ¡¡Mi otro yo!! Así pues allí donde hay un discípulo o discípula de Jesús está el otro yo del Señor Jesús... ¡¡Lo dijo Él mismo!!
 (Jn 15,1-8) Somos sarmientos de la Vid de Dios
"Yo soy la vid verdadera..." Así empieza Jesús el Evangelio de hoy. Es la vid verdadera cuyos frutos nos ennoblecen a todos; frutos como son el perdón, la misericordia la curación de heridas internas... etc… y como culmen  inimaginable el fruto de llegar a ser hijos de Dios (Jn 1, 12). Son frutos abiertos a todo hombre y que nos anticipa ya mientras vivimos en el mundo la Alegría de la Fiesta interminable que supone estar con Dios… como Padre. No salimos de nuestro asombro, seguimos con el Evangelio de hoy, cuando oímos que dice a sus discípulos... "Y vosotros sois mis sarmientos". El Señor Jesús nos capacita para ser, para los hombres, su Luz, su compasión hacia el afligido, el abandonado, el sostén de los pobres, el reflejo de la Transcendencia gracias a la cual el hombre, primero intuye y posteriormente descubre que no es un producto más e incluso casual de la Naturaleza. Somos inmensamente débiles… aún así Jesús nos llama a ser sus sarmientos al servicio del mundo.​
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(Jn 10, 11-18)
Me amó y se entregó por mí.

Hoy celebramos la Fiesta de Jesús Buen Pastor. Nos fijamos en el comienzo de este Evangelio: "El buen pastor da su vida por las ovejas". Cuidado con los sentimentalismos; podemos pensar que sus ovejas somos tan “superbuenas” y cumplidoras que casi nos parece normal que haya dado su vida por nosotros. Recurrimos a San Pablo que nos hace ver que el Hijo de Dios entregó su vida por nosotros siendo pecadores… es decir estando de espaldas a Él, porque más allá de rezos y sacrificios mantenemos nuestras posiciones de vanagloria. Oigamos al Apóstol: "...por un hombre bueno, tal vez alguien podría morir, más la prueba de que Dios nos ama es que nosotros siendo aún pecadores, murió por nosotros..." (Rm 5,7-8). Cuando una persona lleva a su corazón esta realidad de que El Hijo de Dios se entregó a la muerte porque le importaba más la vida de su oveja que la suya propia , y que para rescatarla de entregó a muerte ignominiosa, muerte de Cruz… esta persona se deja ya de tonterías, de tira y afloja con el Santo Evangelio y mirando a los ojos a Jesús le dice amorosamente: ¡Me has rescatado con tu propia Vida… esa es la Vida que yo quiero tener... sé que es inmortal! ¡Aquí estoy, quiero ser tu Discípulo! ​

(Lc 24,35-48)

Ábrenos a Ti, Señor
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Hoy vemos a los dos de Emaús volviendo a paso ligero a Jerusalén. Jesús, el Buen Pastor se ha encontrado con ellos y necesitan compartir con los demás discípulos está Buena Noticia. Esto nos da pie para hablar de algo que es de capital importancia o más aún la razón de ser de toda comunidad cristiana apuntando ya su esencia: la comunidad cristiana es creada por la Palabra. Fundamentamos este reconfortante postulado. La mayoría de los biblistas, ya desde la antigüedad, inciden en que Jesús no celebró la Eucaristía con los discípulos de Emaús sino que les partió la Palabra prendiendo en sus corazones el Fuego de Dios que surge de Ella. Es así como tenemos acceso a la comprensión del Misterio de Dios inaccesible a la mente desnuda, sin más. Cuando sentados a la mesa les partió el pan… les estaba dando el Pan de Vida que Jesús antepuso al pan material al decir a Satanás: "No solo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios (Mt 4,4). Recordemos el testimonio de los dos de Emaús: ¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos interpretaba las Escrituras? (Lc 24,32). A continuación dice Lucas que fueron al encuentro de los demás discípulos para compartir con ellos la Buena Noticia, el Fuego que Jesús Resucitado encendió en sus corazones conforme les iba partiendo sus palabras. La Palabra hecha Fuego en el corazón y así, como Fuego, compartida es lo que crea la comunión en una Comunidad llevándola a su mayoría de edad, es decir al Discipulado adulto. Consciente de que la Palabra es la creadora de la comunión en la comunidad cristiana, Pablo hace esta exhortación a los discípulos de Colosas: " Que la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza, enseñaos mutuamente, amonestaos..." (Col 3, 16)
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(Jn 20,19-31)
Tomás, ¿Un caso perdido?

Jesús Resucitado se aparece a los Apóstoles que amedrentados están encerrados en el Cenáculo. La Alegría y la Paz que Jesús les ha dado son inenarrables. Falta Tomás. Por más que le insisten en que  han visto a Jesús resucitado se cierra en banda y hasta se permite una nota infantil y de mal gusto: ¡Tengo que ver y tocar sus heridas! Jesús que es el Buen Pastor, aparca la necedad de Tomás y va a su encuentro. ¡¡Cómo sobrepasa Jesús nuestro concepto de méritos y deméritos!! A Jesús no le importa la tozudez de este hombre, le importa rescatarle de sí mismo, de la maraña que su mente cerrada a la Transcendencia le amordaza. Jesús no va a dejarle en la cuneta y más teniendo en cuenta que un día le llamo y él le siguió; va a su encuentro le mira a los ojos... entonces el apóstol, libre para mirarle más allá de su figura humana, proclamó: ¡¡Señor mío y Dios mío!! Es la más contundente y precisa proclamación de fe en la Divinidad de Jesús que encontramos en los Evangelios. No la proclamó el Discípulo Amado, ni Pedro, ni cualquiera más cualificado sino él, el caprichoso y tozudo. ¿Algún día nos convenceremos de que el Hijo de Dios puede y quiere hacer maravillas en nosotros… tan cercanos a veces a Tomás en infantilismos y cabezonerías ?
(Mc 16,1-7) En la Escritura la mujer representa la intuición del alma, intuición revestida de audacia amorosa. Hoy celebramos la Resurrección de Jesús, garantía de la nuestra. Recordemos que los Apóstoles, escépticos ante la proclamación de Jesús: ¡Resucitaré! creyeron que con su muerte se había desvanecido la quimera de que fuese el Hijo de Dios. Dirían fue una gran experiencia, hemos soñado algo glorioso con Él pero se impone la realidad del Calvario. María Magdalena y sus dos amigas están tan afectadas como los apóstoles pero no se rinden. Si Pablo dijo de Abraham que creyó contra toda esperanza (Rm 4,18) de estas mujeres diría que amaron audazmente contra toda lógica. Se encaminan al sepulcro sabiendo que les es imposible ver nada pues la piedra que sella el sepulcro de Jesús es enorme. No importa... ellas continúan su búsqueda, el amor por encontrarle es mayor que todos los impedimentos y temores. Al llegar dice Marcos que levantaron los ojos y vieron al Ángel que les anuncia ¡Ha Resucitado! En el Evangelio vemos que Jesús levanta sus ojos cuando habla con su Padre: (Jn 11, 41… Jn 17,1...). Es la fuerza de las intuiciones del alma, de ellas habla el filósofo Henri Bergson, la que nos mueve a levantar los ojos del mundo visible para dar con Él Invisible.  Estas tres mujeres, quizás no muy letradas, nos enseñaron que las intuiciones del alma... elevan nuestros ojos al cielo hasta que encontramos a Dios.
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¡Dios mío! ¡Por qué me has abandonado!

(Mc 14,1-15,47)
Con nuestro consentimiento o no, este gemido de Jesús surge de nuestro ser, de distintas maneras seamos creyentes o no y se hace oír cuando nuestra vida, incluso razonablemente bien trazada, se siente golpeada por las "leyes del tiempo"; leyes inmisericordes que  van mermando y hasta desmoronando nuestras capacidades. Un día creímos comernos el mundo y poco a poco somos nosotros los "comidos" por él. El Señor Jesús se abraza a este nuestro abandono existencial, lo hace suyo y lo eleva al Padre. Despoja a las leyes del tiempo de su aparente maldición y nos abre a la Bendición de la Vida sin fin. Así es como termina este Salmo. Recordemos;  empezaba con un gemido y culmina con este grito de victoria: ¡Me hará vivir para Él! (Sal 22,30). Es un canto a su y nuestra victoria sobre la muerte. Jesús agonizante vencidas las leyes del tiempo proclama su Resurrección y la nuestra.
(Jn 11,1-44)_
*Lázaro somos tú y yo*
Jesús es el Enviado del Padre para iluminar a los que viven en tinieblas y sombras de muerte (Lc,1,79). El grito de Jesús a Lázaro que hace en el tumba y le resucita, resuena sin cesar en su Evangelio despertándonos de la muerte que cargamos cada día (Jn 5,25). Conocemos estos lazos de muerte que nos asfixian: fracasos, desprecios, soledades, enfermedades… etc... todo ello nos ata y necesitamos que alguien más fuerte que nuestras muertes grite… ¡Desatadlo, dejadlo andar! ¡El grito liberador de Jesús por antonomasia...! ¡Desatadlo, yo lo conduciré hacia el Padre! He ahí la misión de la Iglesia... predicar el Evangelio que desata los lazos de muerte que a todos nos envuelven. Jesús, el que deshace los lazos que nos oprimen, fue atado y conducido por los escribas y fariseos ante Pilato (Mc15,1) y este le ató, clavó en la Cruz. Se dejó atar para desatar nos a ti y a mi.
_P. Antonio Pavía - comunidadmariamadrespostoles.com_
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(Jn 3,14-21)
¿Cómo nos ama Jesucristo?
En el Evangelio de hoy Jesús dice a Nicodemo: " Tanto amo Dios al mundo que entregó a su Hijo para que todo el que crea en Él, no perezca sino que tenga Vida Eterna". Dios es Amor; hablamos de un Amor indecible, más allá de todo esquema: es la entrega sin medidas. Veamos algo de este Amor único. Dios escoge a un pueblo, le habla al corazón de mil maneras, le cuida, le protege incesantemente. Israel, imagen de la humanidad herida, se aviene más o menos con Dios, cumple a su manera con Él en normas cultos rezos… pero no le ama. Hablamos de un cumplimiento con la idolatría agazapada en el corazón pronta a saltar haciendo valer su presencia cuando la Palabra leída e incluso estudiada lo requiere… La idolatría de los corazones de los israelitas saltó con saña ante el Evangelio predicado por Jesús porque les ponía en evidencia... como a nosotros, a todos. Jesús, despreciado, desechado y maldecido por su propio pueblo se dejó crucificar. Fue entonces cuando supimos cómo amó y ama Dios al mundo. Levantado ignominiosamente como el Gran Maldito en la Cruz... fijó su mirada en el Padre y le dijo... ¡¡Perdónales no saben lo que hacen!!
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(Jn 2,13-25)
El Templo de Jerusalén fue el mayor orgullo y honor de Israel, el Lugar Santo de su Gloria. Sin embargo Israel da culto a Dios con el corazón más bien vacío y como dice Isaías el culto que ofrecen a Dios es rico en los labios pero vacío con el corazón (Is 29,13). El signo visible de la ambigüedad de la piedad de Israel se hace patente a Jesús al ver el mercadeo del Templo. Su reacción nos impacta; expulsa a todos los mercaderes diciéndoles: "¡No hagáis de la Casa de mi Padre  una casa de mercado!”. Al actuar así les anuncia que ha venido del Padre con la Fuerza liberadora para  expulsar el mercadeo montado en nuestro corazón incluso cuando creemos que oramos. Sí, nos libera de esta tara y nos da la Buena Noticia de que Él y su Padre levantarán su Casa en el corazón de quienes guarden, como María, sus Palabras en sus corazones (Jn 14,23). ¿Podemos pedir a Dios algo más que esto?Haz clic aquí para editar.
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(Mc 9,2-8)  La Transfiguración de Jesús y la nuestra
Hoy vemos a Jesús transfigurado junto a Moisés y Elías ante Pedro, Santiago y Juan. Es tal el impacto sobrenatural de estos que Pedro movido por lo que ve exclama: Señor hagamos tres tiendas... Pedro ya tiene bastante con ser testigo de la Gloria de Dios que irradia Jesús. Pobre Pedro, qué cortas sus miras frente a las que Jesús tiene sobre los suyos. Recordemos lo que dijo al Padre antes de ir al Huerto de los Olivos: "Quiero que los que me has dado estén conmigo... y contemplen mi gloria" (Jn 17,24). Que contemplen mi gloria, es decir que participen de ella, esto es lo que significa contemplar en las Escrituras. Pablo nos lo transmite magistralmente: "Jesús transfigurará nuestro cuerpo corruptible en un cuerpo glorioso como el suyo" (Flp 3,21). El Evangelio de hoy se cierra con el broche de oro de la exhortación del Padre a los discípulos de Jesús de todos los tiempos… "Este es mi Hijo amado, escuchadle". Así es, escuchemos a Jesús pues su Evangelio irradia la Gloria de Dios (I Tm 1,11)…  la Fuerza de nuestra Transfiguración.
 (Mc 1,12-15)   Atentos a esta exhortación de Jesús:¡Convertíos y creed en el Evangelio! No es una orden. El Evangelio es el don por excelencia de Jesús; es su Fuerza para quien cree en Él. Atentos sin embargo pues para abrazarnos al Evangelio de Jesús antes hemos de vadear el abismo del escándalo; hasta los mismos apóstoles se escandalizaron de Jesús en su obediencia al Padre al aceptar su muerte ignominiosa (Mt 26,30). Ante este escándalo que a todos nos alcanza ¿Qué podremos hacer? Podemos tapar el Evangelio con prácticas y rezos ingenuamente como si Jesús no se diese cuenta, o... mirémonos por ejemplo en Pablo. Abrumado por tanta persecución y desprecios suplicó al Señor que le librase de ellos. El Señor le dijo: ¡Te basta con mi Gracia! (2 Co 12,9) El Apóstol comprendió que la Gracia-Fuerza de Dios, siempre asociada a su Ternura (Sl 103,4), era la carta victoriosa contra el Mal y su mentor, Satanás, que Jesús había puesto en sus manos y dijo al Señor una vez más: ¡Aquí estoy! Los discípulos de Jesús no somos héroes; somos sabios que sabemos jugar con la carta ganadora que Él nos ofrece... como Pablo.
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(Mc 1,40-45)  Señor: ¡Límpiame por dentro!
Un leproso se acerca suplicante a Jesús: Si quieres puedes limpiarme. Jesús que había dado primeramente su sí al Padre (Sal 40,7-9) proclama el ¡Sí quiero! a este hombre que a todos nos representa pues en la Espiritualidad bíblica la lepra simboliza la impureza interior. Impureza de corazón que se manifiesta en nuestras inconsistencias con Dios más allá de las apariencias, como frecuentemente dice Jesús respecto a su  pueblo, tan cumplidor externamente. Que todos tenemos esta llaga impura en nuestro interior, lo sabemos, entre otros, por Moisés llamado por Dios para liberar a Israel. Para que no se engriese por la vocación recibida, para que viese que era igual que los demás le dijo "Mete la mano en tu pecho. Moisés la metió y estaba llena de lepra..." (Ex 4,6-7). Jesús sabía y sabe perfectamente cómo es el hombre más allá de la fachada amable que presenta;  lo que tenía que hacer y lo hizo fue hacerse cargo de nuestra lepra-impureza interior y subir como el Gran Impuro de Israel a la Cruz. Allí en el Calvario nació nuestra libertad… libres quedaron sus verdugos al verle morir con su perdón en los labios… y como dice Lucas… se volvieron  golpeándose el pecho impuro (Lc 23,47-49), igual que el publicano a quien tanto detestaban (Lc 18,13-14). Así es como El Señor nos limpia por dentro.
(Mc 1,29-39) En el Evangelio de hoy nos centramos en dos puntos. El primero: Marcos resalta que Jesús no dejaba hablar a los demonios porque le conocían y esto nos llena de alegría y esperanza. Me explico; Satanás es maestro en la mentira y el engaño como dice la Escritura. Sus razonamientos son seductores, así les pareció a Adán y a Eva. El hecho es que sin la Palabra-Sabiduría de Dios en el corazón nos quedamos desvalidos ante la seducción de Satanás y le hacemos caso porque "creemos que nos conviene". El resultado es que paso a paso no somos para él más que algo desechable que termina en el trastero. Jesús, Palabra del Padre llena de Gracia y de Verdad, anula por completo la palabrería de nuestro Adversario… que esto es lo que significa Satanás. El otro punto es que Jesús se retira para orar ¿Se sirve de un manual de rezos para hablar con el Padre? ¡¡En absoluto!! Jesús reza más con el oído que con la boca... Oye al Padre, guarda en su corazón y lo predica con sus labios… Así nació el Evangelio: "... Lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que os hablo" (Jn 8,28b)
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(Mc 1,21b-28)*
Uno de los mayores desprecios que podemos hacer a Dios es tener una relación con Él basada en apariencias, en fin, para que se quede contento. Entendamos esto: ¡No es Dios quien te necesita a ti sino tú a Él! Le necesitas para que tu impulso natural hacia la Vida Eterna no quede en un aborto. Quien vive una relación de apariencias con Dios hace el mismo ridículo que esos israelitas que en su estupidez decían: "No importa, Dios no se entera..." (Sal 73,11). Hablamos de una relación vacía y además pesadísima... Está gente reza que te reza mientras que su corazón está lejos de Dios como dice Jesús (Mt 15,8). Hoy vemos a Jesús que entra en la Sinagoga de Cafarnaúm. Hay un dato que muestra que el demonio, maestro en fomentar nuestras apariencias con Dios, campa a sus anchas en la asamblea. Digo esto porque apenas inicia Jesús la predicación los demonios elevan su protesta: ¿Qué tenemos que ver contigo Jesús, Hijo de Dios? Así es ante la presencia del Hijo de Dios, presencia que acontece cada vez que se predica el Evangelio en su Nombre, Satanás que es padre de la mentira, de las apariencias, se revuelve porque pierde poder en sus dominios. Como lo perdió en esta sinagoga ante la imprecación de Jesús: ¡Cállaté y sal de él!

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(Mc 1,14-20)* Marcos nos ofrece la confirmación de la llamada de Jesús a Andrés y a Pedro que vimos el domingo anterior. Esta llamada encierra una Promesa que sólo Dios puede cumplir; Jesús les dice: " Venid conmigo y yo os haré llegar a ser pescadores de hombres". Jesús no les presenta ni programa ni condiciones. El Evangelio no es un manual de perfección sino el Gran Don del Señor con el que forja nuestro seguimiento y discipulado. El Discipulado no es obra humana, por muchas renuncias que te impongas, es una obra de Dios de tal magnitud que llega un momento en el que pones tu vida en sus manos… y esto no lo haces porque hayas llegado a una perfección inaudita sino porque por medio del Evangelio que vas asimilando, sin fanatismos neuróticos El alcanzará para ti la Plenitud. En definitiva uno que desea seguir a Jesús prescinde de programas, que al final los ha trazado él y deja a Dios actuar en él; le deja las manos libres para que cree en el Discipulado. Quizás el mayor problema de mucha gente aparentemente buena y hasta comprometida es que el Evangelio de Jesús es ¡El Gran Desconocido para su alma!
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(Jn 1,35-42)Leemos en este Evangelio que Jesús fijo sus ojos en Pedro y le llamó, y el noble pescador inició su andadura como discípulo suyo. Pedro no sabía que su Discipulado estaba por hacer, Jesús sí, y no le importó y esta es la garantía de quienes nos vamos abrazando al Discipulado. Las carencias de Pedro salieron a la superficie cuando tuvo que escoger entre él y Jesús… se escogió a sí mismo negándole a Él. Lo que aconteció esa noche rompe todos los esquemas de perfeccionismo inventados por los hombres... Sucedió que Jesús, atado entre soldados, se volvió hacia Pedro y volvió a mirarle como la primera vez (Lc 22,61). No hubo reproche en los ojos de Jesús sino confirmación en su llamada. Es como si le dijera… ¡Ánimo, que te estoy haciendo discípulo mío! Y ¿qué diremos de la última mirada? Fue a la orilla del mar… Jesús Resucitado ha entregado su Vida por él… y ya puede decirle… ¿Me amas? Pedro no retira sus ojos, los mantiene ante su Rostro y le responde, y ya para siempre: ¡Señor tú sabes que te amo! Así es como Jesús nos hace-crea como discípulos suyos, repitiendo la historia de Pedro. ¡Bendito seas Señor Jesús!t
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(Mc 1,7-11)  ​Con gozo incontenible, pues nos atañe directamente, palpamos con nuestra alma este Evangelio del Bautismo de Jesús. Sabemos que su inmersión en las aguas simbolizo su muerte y su emersión, la resurrección. Al emerger de las aguas su Padre testificó ante todos: Este es mi Hijo amado en quien me complazco. Testimonio que da también acerca de sus discípulos. Los discípulos de Jesús no somos gente intachable ni extraordinaria, eso sí, llevamos en la médula del alma, como diría San Agustín, grabado su Evangelio. Al morirnos, mortales como somos, nos descienden a la tumba pero emergemos hacia Dios por la Fuerza de Salvación del Evangelio que hemos escuchado, amado y acogido (Rm 1,16). Así es; cuando muere un discípulo de Jesús, el Evangelio al que se ha abrazado, no abandona su alma y  como si fuera una espada del Espíritu (Ef 6,17) rasga el Cielo… entonces El Padre, al ver en él grabado el Discipulado, abre gozoso sus brazos y exultante exclama: ¡También tú eres mi hijo amado, en ti me complazco!
(Jn 1,1-18) ¡Déjame ver tu Rostro! Dijo Moisés a Dios. Él le respondió : "Hay un lugar junto a mi... podrás ver mis espaldas, pero mi Rostro es inaccesible"(Ex 33,18-23). Partamos con temblor sagrado estás palabras... "Puedes ver mis espaldas pero no mi Rostro". Sabemos que el Antiguo Testamento se abre paulatinamente hacia su Plenitud que es Jesús. Gracias a Él, Dios conocido de espaldas -la ley- nos va mostrando su Rostro. En su primera Carta Juan nos lo hace saber: "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos... os lo anunciamos”; la Vida Eterna que estaba vuelta -de espaldas- al Padre se nos ha manifestado (1Jn 1,1-2). San Pablo certifica que podemos ver a Dios con los ojos del corazón (Ef 1,17-18). Falta aclarar cuál es ese “lugar" junto a “mi“ del que hablo Dios a Moisés... Nos lo da a conocer Juan… "Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y..." (Jn 19, 25-27)
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*AHORA SEÑOR*
Presentación de Jesús en el Templo. Nos fijamos en Simeón, fiel israelita que esperaba la Venida del Mesías. Sabía por inspiración de Dios que no moriría sin haber visto antes al Señor Jesús. Movido por esta inspiración se dirige al Templo donde van a ser circuncidados unos recién nacidos. Simeón es un hombre de fe serio. El Espíritu Santo no le indico ninguna señal por la que podría reconocer al Hijo de Dios entre tantos niños. En él se cumple está promesa: "Dios se manifiesta a quien no le exige pruebas" (Sb 1,2). Fortalecido por esta fe entra en el Templo, se abre paso entre la multitud y al llegar junto a José y María, movido por el Espíritu Santo tomo al Niño en sus brazos y supo que Él coronaba su existencia… Exultante de gozo exclamó: "Ahora Señor ya puedo morir en paz porque te han visto mis ojos". No envidiemos a Simeón... todo el que se abraza al Evangelio de Jesús termina viéndole con sus ojos y escuchándole con sus oídos porque sus Palabras son "Espíritu y Vida" (Jn 6,6
(Lc 1,26-38)_
*Hágase en mí tu Palabra*
La Iglesia nos ofrece hoy el Evangelio del Anuncio del ángel Gabriel a María. Sabemos su respuesta: ¡Hágase en mí según su Palabra! Su aceptación nos indica que la verdadera dimensión de la fidelidad a Dios no se mide conforme a lo que hacemos según nuestros criterios, sino acogiendo los de Dios, que fluyen de su Palabra. Cuando nuestra relación con Dios se apoya en nuestros criterios asumimos ciertos riesgos, compromisos, renuncias, etc, según nuestra generosidad. La respuesta de María supone un salto casi cósmico al decir a Dios: Hágase en mí tu Palabra. Pensemos que el creerse que el Hijo de Dios se encarnaría en ella por obra y gracia del Espíritu Santo no cabe en la mente de nadie, en la de María sí y por ello es Madre de la Iglesia, porque creyó que para Dios no hay nada imposible (Lc 1,37). También el Evangelio de Jesús transciende nuestra mente "tan pragmática". María es Madre del Discipulado porque, quien desea ser discípulo de Jesús, no adapta su Evangelio a sus miedos y mediocridades sino que desde sus impotencias le dice: Haz en mí el Discipulado según tu Evangelio
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(Jn 1,6-8.19-28)
​*La alegría por tu Presencia
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​En este Evangelio se nos dice que Juan Bautista no era la Luz sino testigo de ella, para que por él, por su testimonio, todos creyeran en Jesús. Es muy importante esta puntualización ya que dado el poso de idolatría que el pecado original ha dejado en nuestro corazón somos dados a apegarnos, más allá de lo razonable, a santos, por supuesto reconocidos como tales por la Iglesia, dejando un poco de lado a Jesús el Enviado del Padre como Fuerza de nuestra Salvación. Entendemos ahora el grito de Juan Bautista: ¡No os fijéis en mí, dirigid vuestra mirada hacia Él! Un pastor de Jesús no busca su propia gloria, busca el bien del rebaño que Jesús le ha confiado, por eso antes de que a sus ovejas les den “tics” idólatras les dice con la misma convicción que Juan Bautista que fijen, como señala enfáticamente el autor de la carta a los Hebreos, sus ojos en Jesús el único que da inicio y plenitud a su fe (Hb 12,2).
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Mt 13,33-37)  
¡VELAD Y ORAD!
En este Evangelio Jesús nos dice una y otra vez: ¡Velad! No es que tengas que velar porque Dios te necesite sino porque tú le necesitas a Él. Es un velar que nos remite a la oración de Jesús en el Huerto de los Olivos. Acuciado por la debilidad -en cuanto hombre- siente tal angustia ante la inminencia de su Pasión que elevando sus ojos al Padre le dice: "Si es posible, que pase de mí este cáliz...". Jesús necesita la Fuerza de lo alto para asumir su misión, es por eso que vela y ora. Fortalecido por su Padre puede decirle... “no se haga lo que yo quiero sino lo que quieres tu" (Mt 26,39). Esa es la razón por la que insiste tanto en que velemos y oremos: para poder hacer la Voluntad de Dios. Sólo con esta disposición adoraremos a Dios "en espíritu y verdad” (Jn 4,24). Solo desde la Sabiduría y Fuerza que nos vienen por velar y orar así puede alguien decir a Dios: Aquí estoy. Velar con este espíritu nos introduce en la Adoración perfecta, la que agrada a Dios, la que excava los cimientos del Discipulado.
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Mt 25,31-46
​El Evangelio de este domingo no puede ser más explícito; lo que hacemos o dejamos de hacer por los demás, especialmente por los más vulnerables, lo hacemos o dejamos de hacer por Jesús, el Señor. Nos ilumina enormemente a este respecto lo que le preguntó a Pablo cuando le hizo caer del caballo: ¿Porqué "me" persigues? (Hch 9,4-5) No le dice: ¿Por qué persigues a estos hombres y mujeres cuyo único delito es que creen en mi y en mi Evangelio? Sino ¿Por qué me persigues a mí? Pablo solo acierta a decir: ¿Quién eres Señor?
Jesús le responde: Soy Jesús a quien "tú" persigues. El Apóstol de los Gentiles  comprendió que  aquellos  a quienes perseguía con tanto odio personificaban a Jesús y se rindió ante Él ,sí, se rindió ante Dios que no se avergüenza de vivir en el corazón  de sus discípulos, en el corazón de los más pobres y abandonados. La inmensa mayoría de los Santos canonizados lo fueron, ayudados - indirectamente- por  estos pobres y abandonados a quienes sirvieron porque en ellos reconocieron y vieron vivo a Jesús. Y como muestra de nuestros tiempos ahí tenemos a Santa Teresa de Calcuta.
P. Antonio Pavía
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(Mt 25,14-30)  Leemos en este Evangelio que un hombre se ausento y que dejó sus bienes a cargo de sus siervos a quien dio cinco, dos y un talento para que los negociaran. Veamos el sentido alegórico de esta parábola.
El hombre es el mismo Jesús que confía sus bienes a sus discípulos. Sus bienes son sus palabras que da a quien a ellas se abran a la vida eterna. (Jn 6, 68). La cuestión es qué criterio tiene Jesús para confiar los bienes eternos de su Evangelio a sus discípulos. Bueno, según nuestra perspectiva pragmática, criterio ninguno. Fijémonos por ejemplo en Pedro; es un bocazas: "¡Aunque todos se escandalicen… yo no te negaré!" (Mt 26, 33-35). A la primera de cambio le negó tres veces. ¿Cuál fue la reacción de Jesús ante un hombre tan poco o nada de fiar? ¡Confiarle sus ovejas rescatadas al precio de su sangre! Le pidió que las apacentara (Jn 21, 15). Así hace con todos y todos somos tan poco de fiar como Pedro. ¿Qué podemos decir de Pablo? Soberbio hasta la médula, perseguidor y asesino de cristianos (Hch 26, 10-11). Jesús le llamó. Me pregunto cómo temblaría todo su cuerpo cuando escribió: "Se fio de mí, me hizo capaz y me confío su Evangelio" (1 Tm 1, 12). Entendemos ahora lo necio que fue el que enterró el talento. Representa a quien se desvive por mil cosas, incluso dentro de la Iglesia y no sabe para qué sirve el Evangelio, quizás una pieza más en su puzle "de perfeccionismo"… eso es enterrarlo, pasar de él.

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Mt 25,1-13 Tu Alma en Dios.Parábola de las diez vírgenes; cinco sensatas y cinco necias.
Todas portan su lámpara, que simboliza el alma, más sólo las sensatas llevan consigo el aceite que hacen posible que en sus almas prenda una "llama de amor viva", como dice San Juan de la Cruz.
Nos fijamos en las necias. No se preocupan de llevar aceite, tan solo de su lámpara creyendo que ya es suficiente para "contentar a Dios". Son los que viven de apariencias, incluso su relación con el Señor Jesús. Se les cierran las puertas del banquete. Los que creen en un Dios justiciero piensan que ahí acaba todo. Pues no, esta parábola de Jesús, como todas, está abierta a la inconcebible Misericordia de Dios. Que se hayan cerrado las puertas del banquete no impide que Jesús golpee en las tuyas y si se las abres, le dejamos hablar a Él : "Mira que estoy a la puerta y llamo; quien oiga mi voz y me abra… cenaré con él y él conmigo" (Ap 3, 20). Cenaremos juntos; velada íntima que sondeamos a la luz, nuevamente de San Juan de la Cruz:
"Quedeme y olvideme,
el rostro recliné sobre mi Amado,
cesó todo y dejeme,
dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado"

(Mt 22, 34-40)​
SOLO QUIEN ESCUCHA A DIOS LLEGA A AMARLE El Evangelio de hoy pone en nuestros oídos La Palabra por excelencia: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. No hay duda que es un pasaje que nos estremece y seduce sin embargo son tantos nuestros desvaríos internos y externos que nos viene demasiado grande. La cuestión es que la firmeza y madurez de nuestro corazón para amar a Dios incondicionalmente depende de la calidad de nuestra escucha a su Palabra. Escuchar la Palabra para aprenderla o porque no queda más remedio, “porque hay que ir a Misa ", no produce ningún enderezamiento en nuestros desvaríos y cualquier propósito de cambio de vida termina en el punto de partida de siempre. A estos quizás se les pueda decir lo que Jesús dijo a los fariseos, no para humillarlos sino para que abriesen sus oídos al Evangelio que rechazaban: “El que es de Dios, escucha las palabras de Dios, vosotros no las escucháis porque no sois de Dios” (Jn. 8, 47).
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(Mt. 22,15-21) ¿A QUIEN PERTENECES TÚ?
Unos judíos provocan a Jesús sobre si hay que pagar tributo a Roma o no. Si dice que si, aprueba el dominio de Roma sobre Israel; si responde que no sería, ante los ojos de los romanos, un alborotador. Jesús pasa de la maldad de estos hombres y la aprovecha para darnos a todos una catequesis magistral. Toma una moneda y les pregunta: ¿De quién es esta imagen y está inscripción? Del César responden; les dice entonces: al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios.
Al hilo de esta respuestas surge esta pregunta: ¿Y tú a quien perteneces? ¿Al príncipe de este mundo con su imagen de muerte?  (Jn, 14, 30-31). ¿O a Dios? cuya imagen es VIDA. Jesús, al hablar de imagen e inscripción, se refiere a una pertenencia a Dios, en la línea de su Catequesis sobre el Buen Pastor, que es Él en la que nos dice que llama a cada de sus ovejas por su nombre. (Jn. 10, 3) Nos llama por nuestro nombre diciéndonos: “He dado mi vida por ti yo, tu Buen Pastor, te llevaré a mi Padre que es también tu Padre”. Jesús nos dice hoy, día mundial de las Misiones, que hay millones de ovejas que están esperando que alguien les dé a conocer a su Buen Pastor, y como dice San Pablo:¿Cómo lo van a conocer si nosotros no se lo anunciamos?
(Mt 22,1-14)  ​Muy real y actual está parábola de Jesús. Nos centramos en la primera parte. Un rey celebra la boda de su hijo y cursa la invitación a sus más allegados. Para su sorpresa, estos la rechazan aduciendo las más variadas excusas. En realidad la verdadera razón por la que estos, aparentemente allegados, declinan la invitación es que "sus cosas" son más importantes que "las cosas del rey", aunque esta vez se trate de la boda de su hijo. Esta parábola revestida con el típico estilo literario oriental nos alcanza de lleno. Nuestra adhesión al Hijo de Dios no es cuestión de palabras y más palabras por muy rimbombantes que sean. Tu adhesión a Jesús se mide según la prioridad que das en tu corazón a las cosas de Dios frente a las tuyas. Las cosas de Dios tienen un nombre: El Santo Evangelio. En fondo del Manantial de aguas vivas, que es el Evangelio de Jesús, se encuentran "sus cosas" que son perlas preciosas como la que encontró aquel buscador del que nos habla Jesús (Mt. 13, 45-46). Perlas que sólo son perceptibles para quienes buscan a Dios con todo su corazón. A estos Jesús les llama: “Pobres de espíritu”, pequeños ante los demás pero inmensamente grandes a sus ojos.
Una última cosa... en el lenguaje del Evangelio, pequeño es sinónimo de discípulo... de Jesús.
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(Mt 13,1-23) Jesús nos habla hoy de un sembrador que esparce sus semillas por sus campos. 
Unos estaban descuidados, con piedras, zarzas, hierbajos..etc, de forma que todo se secaba y echaba a perder. También menciona parcelas bien cuidadas que dieron fruto en abundancia. Nuestra alma es una parcela de Dios, pero como dice San Pablo, tenemos una fuerte inclinación al mal (Rm 7,15..), inclinación que provoca que nuestra parcela se convierta en un erial, en el que acumulamos, incongruencias, mediocridades, y rezos que, aunque uno se sepa el Evangelio de memoria, no se hacen para estar a gusto con Dios sino sólo para "cumplir", ¡como si esto le importase algo a Él!... 
en fin, demasiados abrojos y estorbos que anulan la posibilidad de dar fruto.. . 
Y si esta es nuestra situación  nos preguntamos: ¿Para qué intentar  ser discípulos de Jesús... ¿Qué esperanza tenemos de llegar a serlo?.. La buena noticia es que nuestra esperanza es que como sucedió con Leví el publicano. (Lc 5,27-29) Jesús pasa a nuestro lado y nos dice: ¡Sígueme! Y nosotros, perplejos ante esta deferencia del Hijo de Dios, nos levantamos de la mesa, bazar de nuestros desperdicios, y le seguimos... Y al dar este paso nuestra alegría es tal, que "montamos" una Fiesta en nuestra casa. 
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Exultante de gozo, Jesús eleva sus ojos al Padre y le dice: ¡Te doy gracias Padre, porque has encubierto estas cosas a los sabios y prudentes de este mundo y se las has revelado a los pequeños!.
En la Espiritualidad de la Palabra, la expresión "estas cosas" indica el Misterio de Dios. 
Lo cierto es que por las diversas  Ciencias se puede aceptar la existencia de Dios, pero quién es, qué relación tiene contigo, qué puede hacer por tí, esto solo está al alcance de los pequeños. Estos no conocen a Dios como Ser Supremo, sino como "su Padre". Dicho esto, tengamos en cuenta que la palabra "pequeño" en la Escritura es sinónimo de discípulo, en este caso, de Jesús. Una relación así con el Hijo de Dios, nos hace extraños al mundo al que Jesús y su Evangelio tanto estorban por la Luz que tanto cuestiona a ese mundo. Bien sabe esto Jesús, .. lo vivió en su propia carne y así como Él se refugió en el Amor del Padre, nos dice a todos los que a pesar de nuestras precariedades pretendemos alcanzar el Discipulado.. ¡¡Venid a mí los que estáis agobiados y cansados... conoceréis el descanso del alma!!. El descanso del alma es una creación de Dios, no está a nuestro alcance ni al alcance de nadie.. Se trata de fiarnos del Señor Jesús y dejarle que cree en nostros.. ¡¡¡El Descanso del Alma!!! 
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Mt 10,37-42
​Leemos en el Evangelio éstas palabras  bellísimas de Jesús a sus discípulos : "Quien a vosotros recibe, me recibe a mí y a mi Padre" (Mt 10,40). Se refiere a recibir a unas personas concretas que ondean en su corazón y en su mirada la bandera de la libertad. Son libres por el Evangelio que anuncian, libres porque son conscientes de que Jesús ha puesto sus "palabras de Espíritu y Vida" (Jn 6,63) en sus labios, libres porque mientras sean fieles al Evangelio que su Señor les ha confiado, no tienen que plegarse a nadie que les incite con favores y reconocimientos a desvirtuarlo. Son libres porque quien les envía es el Señor que ha vencido a la muerte.
Al decirnos  Jesús que quien les reciba es a Él y a su Padre a quien reciben, está señalando implícitamente que únicamente los que acojan el Evangelio que les predican, tendrán el corazón lo suficientemente purificado como para reconocerle a Él en sus enviados. Este es uno de los más brillantes dones que Jesús legó a su Iglesia: que haya hombres que tengan la Gracia de hablar en su Nombre y que haya personas que, reconociendo en sus rostros la Luz de Jesús, los reciban mucho más que por amistad, los reciban porque saben que reciben a Jesús y al Padre.
(Mt 10,26-33)
Jesús acaba de decir a sus discípulos que les envía al mundo,como su Padre le ha enviado a Él:  Como corderos en medio de lobos y por si fuera poco añade que si a Él que es Hijo de Dios le han llamado Beelcebu - principe de los demonios- que no esperen reconocimiento ni agasajos de los siervos de este mundo.  Qué cara pondrían estos hombres ante estas palabras de Jesús, que inmediatamente les tuvo que decir : ¡No tengáis miedo! Así es, los discípulos de Jesús afrontamos el desdén e incluso el odio del mundo (Jn 15,18..) porque somos sostenidos por Él de la misma forma que a Él le sostuvo su Padre. Así es, no tengamos miedo, Él, que nos envía al mundo hostil, es también nuestro Buen Pastor, el que, como profetiza el salmista, conforta nuestra alma en toda prueba y sufrimiento (Sl 23). Nos conforta como confortó a sus apóstoles que allá por donde fueron  les sobrevinieron violencias encarnizadas que terminaron arrancando sus vidas... y su mayor alegría fue que si años atrás no pudieron dar la vida por Jesús a causa de su debilidad, ahora, llegado su  momento,  la pudieron dar; supieron entonces que Jesús estaba con ellos, fortaleciéndoles, como se lo había prometido antes de su Ascensión al Padre (Mt 28,18-20). Su victoria terminó de sellarse cuando experimentaron que podian ofrecer sus cabezas a sus verdugos impulsados por una fuerza que no era de este mundo:  ¡¡La Fuerza de Dios!! . Solo desde una experiencia así, podemos entender sin fanatismos eso de : ¡No tengáis miedo!
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(Jn 6,51-58) Fiesta de la Eucaristía. Quizás no hemos reparado en que en la Noche Santa en  la que Jesús instituyó este Sacramento en el que se nos dio como comida y también como Presencia permanente sus apóstoles en una actitud deleznable se pelearon,una vez más,delante de Jesús por eso de quién era el más importante de ellos ( Lc 22,24) Aún así Jesús se entregó a ellos y al mundo entero como Pan de Vida.Nos vemos asaltados por un estupor desbordante. Estos hombres se preocupan más de sus espureas ambiciones que del Hijo de Dios que se está haciendo Pan de Vida y Presencia Viva para ellos. Nos impresiona que Jesús no de marcha atrás...claro que no la dio,bien sabía al venir al mundo que todo hombre lleva en sí las heridas provocadas por el pecado..y que estos hombres son como todos están condicionados y mermados en su humanidad a causa de sus pecados a quienes sus pecados que tantas heridas internas provocan.Tambien sabe que ,y esta es nuestra esperanza,cuando de su  Vida por ellos y  len envié su Espíritu Santo,de sus ridículas ambiciones no quedara ni rastro.Eucaristia Fiesta del Amor,recordamos entre muchas cosas más que 11 hombres impresentables e infantiles..fueron a su tiempo las columnas de la Iglesia de Jesús.
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(Jn 3, 16-18)
Dice Jesús, que:  "tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo para que todo el que crea en Él, tenga Vida Eterna". 
Un primer soplo, que oxigena mi alma ante estas palabras, me lleva a San Pablo. Tras toda su vida de mentira tras mentira y violencia tras violencia a causa de su fanatismo farisaico, parece como si abstrayéndose del mundo, en cuanto macrocolectividad, y mirándose a sí mismo, cayese otra vez en tierra, acertando apenas a balbucir :  ¡Me amó y se entregó por mi ! (Gal 2,20).  Le cuesta creérselo, necesita repetírselo a sí mismo: ¡Por mí, por mí, se entregó por mí!
Cuando alguien viene a saber, como Pablo, que aunque haya hecho lo indecible,  el Hijo de Dios se entregó a la muerte, la más ignominiosa posible, por amor a él, la conversión está servida en bandeja. Eso fue lo que le pasó a Pablo, cuando comprendió que su vida había tenido más valor que la de Jesús la cual fue por completo devaluada en el Calvario, porque se dejó entregar. Desde entonces se abrazó incondicionalmente a la única pasión con sello de inmortalidad que nos es posible vivir en la tierra: la pasión por Jesús y su Santo Evangelio, que Él mismo proclamó inseparables (Mc 8,35). Ante esto, no olvidemos el grito desgarrador de nuestro amigo: " ..¿como creerán los hombres en el Evangelio si no son enviados? (Rm 10,15).

​(Jn 20,19-23) Nos dice el Génesis que la serpiente era el animal mas astuto.. Diréis que qué tiene que ver esto con El Espíritu Santo; tiene que ver con el don de la Sabiduría. Satanás con su astucia instó a Adan y Eva tras otra sabiduría (Gn 3,1-6). Sembró y sigue sembrando en el hombre su astucia y éste, en su necedad, la llama sabiduría. El problema es que, por esta astucia, medramos con engaños, calumnias, murmuraciones, intrigas.. etc a costa de los demás; la siembra del mal está servida. Dios, compadecido de nuestra dependencia de esta astucia ponzoñera, encarnó por medio de su Hijo su Sabiduría entre nosotros.. Pablo llama a Jesús: Sabiduría del Padre  (1 Co 1,24). Ahora te toca a tí escoger entre la Sabiduría de Dios, se llama Evangelio de Jesús, o la Astucia satánica. La Sabiduría de Dios nos hace amigos suyos.. y sobretodo... dejemos que la misma Escritura nos lo diga: "..Considerando en mi corazón que se encuentra la inmortalidad en emparentar con la Sabiduría... busqué por todos los medios la manera de hacerme con ella" (Sb 8,17-18).
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 ( Mt 28,16-20)
​Antes de abordar el texto de Mateo, veamos cómo describe Lucas la Ascensión de Jesús. Dice que mientras iba subiendo al Padre bendecia a sus discípulos. Tengamos en cuenta que etimológicamente bendecir en términos bíblicos significa decir  algo bueno sobre alguien.. y Dios hace lo que dice (Ez 37,14) . En este sentido, Jesús al subir al Padre está dejando a sus discípulos el Evangelio como herencia; el Evangelio que es la Plenitud de la Bendición sobre el hombre. Es la Bendición que alcanza nuestra alma llenándola de palabras de "Espíritu y Vida" (Jn 6,63). Quien las acoge y se hace con ellas está en disposición de relacionarse con Dios "de espíritu a Espíritu" inmensamente superior a nuestro cara a cara. Con este don, con la Bendición de Jesús en todo su ser, los discípulos de Jesús recorren el mundo entero sabiendo que ofrecen a los hombres que así lo deseen las riquezas divinas : el Evangelio de la Fuerza y Sabiduría de Dios como diría el Apóstol Pablo (1Co 1,23-24). Todo esto es el  Evangelio de Jesús, la Bendición de todas las bendiciones. Y...el Evangelio es el cumplimiento de la promesa de Jesús a sus discípulos al subir al Padre: "Sabed que estoy con vosotros hasta el fin del mundo"
 (Jn 14,15-31) ​
Jesús dice hoy a sus discípulos, de todos los tiempos, que el mundo no puede recibir el Espíritu de la Verdad y es así porque Satanás, su príncipe, es padre de la mentira (Jn 8,44). Me dejo iluminar por Carlo Acuti, adolescente italiano que subió al Padre en el 2006 y cuya causa de beatificación está muy avanzada.Uno de los legados más bellos,según mi parecer,que nos legó a todos los que buscamos a Dios es este: "Todos nacemos como originales pero muchos mueren como fotocopias". Creo que es esto lo que marca la diferencia entre los hijos de la Verdad y de la mentira.A quienes buscan a Dios con corazón firme el Espíritu de la Verdad les conduce e impulsa con tal fuerza hacia el Evangelio que este hace resplandecer en su alma el diseño original con el que vinieron al mundo.Su bellísima originalidad es palpable a todos los que les rodean.Cada discípulo de Jesús manifiesta su propia originalidad... no están hechos en serie.Por su parte el príncipe de este mundo solo puede hacer personas- fotocopias opacas y grises como su propia existencia.
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(Jn 14,1-12)
​Leemos la llamada de Jesús a sus discípulos tal y como nos la relata Marcos: "Escogió a Doce para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar". Fijémonos que lo primero que señala es: "... para que estuvieran con Él..." 
Esta llamada de Jesús a estos hombres para que estuvieran con Él , es la respuesta de Dios a tantos fieles israelitas que, como este salmista, manifestaron su deseo de estar con Dios: " Para mí, mi bien es estar junto a Dios" (Sl 73,28). Jesús, recogiendo este deseo, llama a sus discípulos para estar con Él...y lo lleva a su plenitud traspasando con los suyos el Abismo de la Muerte. Esto ya lo habia apuntado aquel otro salmista que, inspirado por el Espíritu Santo, escribió: "El Señor culminará su obra conmigo" ( Sl 138,8) .... ¡Sí!, tendrá poder para culminar el deseo de todo fiel de estar con Dios por siempre. Pues bien, Jesús, Hijo de Dios, proclama en el Evangelio de hoy que va a realizar este deseo de todo hombre  fiel, de vivir, estar con Dios eternamente; lo dice  a sus discípulos.... y en ellos cabemos todos los que hemos hecho opción por la Vida Eterna. Oigamos a Jesús a punto ya de entrar en su Pasión: "Voy a prepararos un lugar, volveré y os tomaré conmigo para que donde yo estoy -en el Padre - estéis también vosotros"

 (Jn 10,1-10) ​
El Evangelio de hoy nos habla de Jesús El Buen Pastor. Bebemos de uno de los manantiales que brotan de este pasaje y vemos que la calidad de nuestra escucha de la Palabra es correlativa a la intensidad de nuestra búsqueda de Dios.La Escritura nos dice que una persona encuentra a Dios cuando al buscarle con todo su corazón y toda su alma aprende  a escuchar su Voz (Dt 4,29-30) Esto nos dice tambien  el Evangelio de hoy.Jesus vino al mundo,representado en el redil de las ovejas,llama a las suyas,las que reconocen su Voz,las saca del redil y éstas le siguen..¿Adonde?..al Padre (Jn 17,24). Jesús dice que sus ovejas le siguen porque conocen su Voz, es decir que tienen sabiduría para reconocer la Vida Eterna en sus palabras. Los extraños también tienen voz pero hablan en su propio nombre no en el nombre del Padre como Jesús (Jn 5,41-43).Los que hablan en su propio nombre, por muy ilustrados que parezcan..ni sacan a nadie del redil ni ellos mismos pueden salir. Están cercados en y por sí mismos.
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Lc 24,13- 35​ Jesús sale al encuentro de dos de sus discípulos que han salido de Jerusalén hacia Emaús,una aldea cercana. Están molestos,incluso discuten entre ellos,ni siquiera saben lo que les pasa,han dejado la Comunidad dando un portazo; o quizás sí lo saben pero como nos pasa a todos,echan la culpa a los demás.Jesus se acerca a ellos y no le reconocen porque "sus ojos estaban retenidos"..ahora sabemos dónde está el problema.En la Espiritualidad bíblica uno tiene los ojos retenidos para conocer a Jesús cuando previamente ha cerrado sus oídos a su Evangelio.Estos dos discípulos le habían oído decir repetidamente que sería llevado a muerte de cruz y que resucitaría al tercer día. No le creyeron, por eso sus ojos tampoco pudieron reconocerle cuando como Buen Pastor fue a su encuentro. En su caminar..les partió la Palabra..se quedó con ellos a cenar y.." se les abrieron los ojos y le reconocieron. Esto es lo que hace Jesús nuestro Buen Pastor con los que le buscan con corazón sincero..les da pistas de su presencia hasta que le reconocen
( Jn 20,19-31)
​El Evangelio de hoy, empieza diciéndonos que los Apóstoles estaban en una casa con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Evidentemente temían represalias de parte de los dirigentes, pues bien sabían que eran discípulos de Jesús y la noticia de que éste, según algunas mujeres, había resucitado, corría de boca en boca creando así una animadversión hacia ellos. A esto se añade que no se las tenían todas consigo respecto a Jesús, pues aun siendo verdad que había resucitado, le habían abandonado en su Pasión. Unos miedos así, solo se superan con la Paz que viene de Dios y esto fue lo que sucedió; Jesús Resucitado se presenta en medio de ellos y les dice: La Paz con vosotros... es la Paz que no puede dar el mundo pero el Hijo de Dios sí. Les da la paz, su Paz, y les envía por el mundo para que lleven a todos los hombres El Evangelio de la Gracia y del Perdón.. y les dice: no tengáis miedo, Yo he vencido al mundo (Jn 16,33). Se fiaron de Él, tanto que también ellos vencieron al mundo (1Jn 5,4).
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​Mt 28,9 Domingo al amanecer; dos mujeres, María Magdalena y la madre de Santiago, se encaminan presurosas al sepulcro. Quizás ni ellas mismas saben bien porqué van, pues han visto con sus propios ojos morir a Jesús y también cómo después fue enterrado en un sepulcro de piedra que además está custodiado por unos guardias que no están para cuentos. Aun así van hacia el sepulcro; aún resuena en sus corazones la de veces que atestiguó: ¡Resucitaré al tercer día! Van hacia allí pues quieren saber de una vez por todas si Jesús era el Hijo de Dios o solamente un iluminado como muchos otros. Sabemos la respuesta.. ¡Le vieron resucitado!. Hay un detalle importantísimo en este Evangelio.. Jesús sale al encuentro de las dos mujeres y éstas abrazándose a sus pies, le adoraron.. Es un detalle que se nos ilumina con estas palabras que Jesús dijo a Felipe durante la Última Cena : "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino  por mi"(Jn 14,6). Los pies, en la Escritura, simbolizan el Evangelio; al abrazarse estas dos mujeres a sus pies están adhiriéndose a Jesús, Señor y Buen Pastor que les va a conducir al Padre con su Santo Evangelio.
(Mt 26,14-75 ; 27,1-66) Hoy celebramos la Pasión y Muerte del Señor Jesús. No es que le mataran porque se encarrilaran mal las cosas, sino que ofreció libremente su vida, como lo dejó bien sentado: "Nadie me quita la vida yo la doy voluntariamente.Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo" (Jn 10,18). La entregó para que todo hombre tuviese acceso a la Vida. ¡Qué impacto tuvo que tener Pablo ante esta entrega de Jesús que como fuera de sí, nos dijo : "...Me amó y entregó su vida por mí.." ( Gal 2,20). Este "..se entregó por mí" que traspasó a Pablo, nos alcanza a todos. Jesús no establece un baremo de méritos para decidir quién es digno de la Vida y quien no. Prueba de ello es que el último en el baremo o escalafón de Israel, que era Barrabás, salvó su vida a costa de la condena a muerte, repito voluntariamente aceptada, de Jesús... toda una declaración de intenciones que indica que nadie está perdido para Jesús el Señor. Bien dijo que había venido al mundo para que todos, incluído Barrabás,  "..tuviesen vida en abundancia" (Jn 10,10).. ¡LA VIDA! 

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(Jn 11,1-45) Hay dos formas de andar por la vida: en círculos, más o menos amplios, pero círculos que por más que se coloreen son repetitivos y por tanto cansinos. La otra forma es ir hacia nuestro Padre de la mano del Buen Pastor. No está en nosotros la capacidad sin más, de ir hacia Dios, alguien tiene que venir a nuestro encuentro y guiarnos. Alguien, el Señor Jesús. 
De esto nos habla el Evangelio de hoy en el que Jesús resucita a Lázaro. Entre las muchas vertientes catequéticas, nos quedamos con ésta en la que Jesús dice a los amigos de Lázaro recién salido del sepulcro: ¡Desatadlo y dejadle andar! ..Ya puede encaminar su vida hacia su Padre. Bien conoce Jesús las ataduras que nos amarran a esos círculos agobiantes que terminan por cerrarse contra nosotros. Al igual que a Lázaro nos desata de ellas y Él por su parte queda atado a la Cruz con la violencia de unos clavos. Pedro lo describe así: Habéis sido rescatados... no con oro ni plata, sino con la Sangre preciosa del Cordero inocente, Jesucristo (1 P. 1,18-19).
Jn 9,1-41 Isaac recibió de Dios la bendición-elección dada por Él a su padre Abraham. Con la bendición en su alma, se estableció junto a un pozo en una localidad llamada Lajay ROI que significa: El Viviente que me ve, nombre que nos permite entender mejor el Evangelio de este Domingo en el que Jesús da la vista a un ciego. Asi empieza: Al pasar Jesús vió a un ciego de nacimiento.. Jesús es el Viviente que ve los sufrimientos y pesares de este hombre a merced del Príncipe de las Tinieblas..a todos nos representa este ciego. Jesús se le acerca y toma un poco de barro, signo de la precariedad de nuestra vida y lo mezcla con su saliva, le pone el empaste en los ojos y le dice que vaya a lavarse; volvió ya viendo. La saliva es imagen de la Palabra, de hecho un hombre que no segrega saliva no puede hablar. Cuando el hombre deja que Jesús le abra los ojos es cuando ve que el proyecto de vida que tiene sobre él está libre de horizontes y límites. Jesús es el Viviente que nos ve, no para vigilarnos, sino para protegernos y cuidarnos de visiones opacas que nos hacen tan pequeños como la muerte.. y es que el Viviente que nos ve, venció dos muertes: la suya y la tuya.
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Jn 4,14-42) Dios concede, a quien le busca, la Espiritualidad de la Palabra, fundamento del Discipulado.
Ella hace que cualquier pasaje del Evangelio, o un Salmo, etc.. se nos abra al corazón con manantiales nuevos de los que jamás hemos bebido. Lo contrario, es ir a estos mismos textos con la autosuficiencia de que "te los sabes" y entonces Dios cierra los innumerables manantiales que fluyen en su interior. 
En el Evangelio de hoy, Jesús dice a la Samaritana.. ¡Si conocieras el don de Dios!,.. El don de Dios es tener acceso a sus Manantiales ocultos en su Palabra... solo los Pobres de Espíritu los encuentran y estos Manantiales les empujan para encontrar el lugar donde dar de este agua de Dios a los demás. Tengamos sed de estos Manantiales y para  ello hagamos nuestra la súplica del Salmista: "Dice de Tí mi corazon busca mi Rostro, tu Rostro buscaré Dios mío (Sl 27,8). De eso se trata, de buscar el Rostro de Dios que resplandece en su Palabra. 


(Mt 17,1-9) Cuando Israel culminó su travesía por el desierto y llegó al monte Sinaí, Dios le dijo: habéis visto como os he traído hacia mí sobre alas de águila cumpliendo así lo que os dije por medio de Moisés. Asi pues si escucháis y os fiáis de mis palabras, seréis mi pueblo.(Ex 19.4-5). 
En el Evangelio de hoy vemos que Jesús se transfigura ante Pedro, Santiago y Juan. Es un anuncio-promesa de nuestra propia transfiguración después de nuestra muerte, como nos dice Pablo (Fil 3,20-21). Nos centramos en Pedro...nuestro amigo quedó tan estremecido al ver a Jesús radiante de luz que apenas acertó a decir.. ¡Señor haré tres tiendas para Tí, Moisés y Elías. Quizás con lo que ya estaba viendo ya le parecía bastante.. a el sí, pero no a Dios, que de lo alto hizo resonar su Palabra diciendo:  ¡Escuchad a mi Hijo, Escuchadle! En su Evangelio encontraréis a las alas del Espíritu Santo que os traerán hacia mí. 
Es cierto; la muerte no tiene la última palabra sobre los que escuchan y graban el Evangelio en su corazón y en su alma. Y..¿Que hemos de hacer para que las palabras de Jesús habiten en el corazón y el alma..? Pues escucharlas desde la convicción de que son el Tesoro de todos los tesoros..y es que ellas nos enseñan a estar con Dios..como hijos, no como siervos.

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 (Mt 4,1-11)  Finalizado su ayuno en el desierto, Mateo nos dice que Satanás tentó a Jesús tres veces. Nos fijamos en la primera: Haz que estas piedras se conviertan en panes. Parece una tentación trivial sin embargo es muy desestabilizadora. Normalmente Satanás no nos tienta cuando estamos en la cresta de la ola, satisfechos con nuestras metas razonablemente alcanzadas, se aprovecha cuando estamos mal, de bajada, cuando asoman grietas en nuestros pedestales, en definitiva, cuando se hace presente el desierto de la insatisfacción. Es entonces el momento de decirnos a nosotros mismos: No solo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Jesus, Hijo de Dios, es el Pan Vivo enviado por el Padre. Su Evangelio es el Pan de la Palabra lleno de Vida y Espíritu (Jn 6,63) que alcanza su plenitud en el Pan Eucarístico. Ambos, el Pan de la Palabra y de la Eucaristía nos capacitan para adorar a Dios en Espíritu y Verdad (Jn 4,24

No os resistáis al mal, nos dice hoy el Hijo de Dios,...  frente a insultos, agravios y desprecios, responded haciendo el bien. Jesús pasó por el mundo haciendo el bien, dijo Pedro al centurión Cornelio que quería ser cristiano (Hch 10,38). Pedro hablaba así desde su propia experiencia: despreció a Jesús, jurando que no le conocía, en su Pasión porque quizás, no su vida, pero sí su reputación social, estaba en juego. Jesús, que tiempo atrás le había dicho: ..tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (Mt 16,18), no tuvo en cuenta este desprecio. Una vez resucitado, fue a su encuentro y confirmó la elección que había hecho diciéndolole: "Apacienta mis ovejas..." Así le traspasó su título de Buen Pastor reflejado en el Salmo 23. Hacer el bien al que te odia, aparte de frenar el mal en seco, es fuente de alegrías eternas en el corazón pues quien así actúa es consciente de que Dios ha hecho posible lo que es imposible a su condición humana.
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Reflexiones al Evangelio del Domingo VI T. Ord.  Ciclo A (Mat 5,17-37) 16_02_2020
Podríamos resumir el Evangelio de hoy,  a esta exhortación de San Pablo: "La letra mata, sin embargo el Espíritu vivifica" (2 Co 3,6).  Nos quiere decir que nadie puede cumplir el Evangelio en cuanto código escrito, pero sí con la Fuerza del Espíritu que aletea en sus páginas.
Intentar cumplir el Evangelio buscando ser perfectos así sin más, significa no haber entendido el Don que nos ha traído la Encarnación del Hijo de Dios. Hemos de acoger el Evangelio como dice San Agustín, con el amoroso deseo de concebirlo en la médula del alma. Jesús vino a llenar la Palabra de Plenitud, esto es lo que significa en la espiritualidad bíblica el verbo cumplir y esto es lo que Jesús nos ofreció cuando al morir grito ¡Todo está Cumplido! y a continuación entregó su Espíritu (Jn 19,30). No podemos ir al Evangelio con ínfulas farisaicas, creyendo que está a nuestro alcance y que solo genera personas que viven  de apariencias o fanáticas. Hemos de ir al Evangelio, con la debilidad en nuestras manos pero también con tanto Amor y Pasión por nuestro Buen Pastor, que Éste abrigue nuestras carencias con su Fuerza.

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Reflexiones al Evangelio del V Domingo del Tiempo ordinario Ciclo A. (Mt 5,13-16) 9
​En este Evangelio, Jesús dice que sus discípulos son la luz del mundo y que ésta no debe de ocultarse en un celemín. Se refiere a quienes esconden el talento recibido (Mt 25,18) y también, o sobretodo, al intento de los hijos de las tinieblas que al verse desenmascarados por la luz, arrinconan... desprecian e incluso persiguen, a aquellos que por seguir a Jesús son la luz del mundo. Lo hemos visto en muchos Santos y se da también en innumerables personas que no buscan otra gloria que la de alcanzar el Discipulado. A todos ellos, llegado el momento previsto por Dios, Él mismo les eleva del celemín a lo alto del candelero para que iluminen toda tiniebla de sus hermanos... de la Humanidad entera. 
Veamos el ejemplo de San Pablo, el gran apasionado por Jesús y por su Evangelio, lo que le llevó más de una vez a las cárceles en las que escribió sus cartas que prendieron infinidad de luces en innumerables personas. Poco antes de ser martirizado estuvo prisionero en una celda subterránea de la cárcel Mamertina en Roma. En ella, escribió su segunda carta a Timoteo... la más tierna y personal de todas. Dice a Timoteo que aunque está prisionero por Jesús, la Palabra no está encadenada (2 TM 2,9) Así fue.. a pesar del celemín de su celda.. La Palabra que llevaba en su alma y corazón voló veloz y sigue volando por todo el mundo (Sl 147,15).
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​Hoy celebramos la Presentación de Jesús en el Templo. Lucas nos habla de un anciano llamado Simeon de quién nos dice que        " esperaba la consolación de Israel," es decir al Mesías. Simeon que un poco como Abraham espera contra toda esperanza representa a todo buscador de Dios.No le busca para adornar su vida más o menos satisfactoria sino porque como nos pasa a todos,por su corazón vagan preguntas huérfanas de respuestas que le inquietan.Tambien dice Lucas que el Espíritu Santo había revelado a Simeon que no moriría sin antes ver con sus ojos a Jesús,la Respuesta a sus inquietudes.Con esta esperanza y como diría Henry Bergson impulsado por las intuiciones de su alma va al Templo.Se encontraría con no pocos niños para ser también presentados por sus padres.Sin embargo los ojos de Simeon se fijan en Jesús a pesar de que no lleva distintivo alguno.El anciano lo toma en sus brazos y alborozado exclama: Ahora Señor ya puedo morir en paz porque mis ojos han visto a mi Salvador.Exulto de gozo..no era para menos..! Había encontrado la Vida! (Jn 14,6)
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Jesús pasa junto a Andrés y Pedro que estaban pescando y les dice: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres; ellos dejando las redes le siguieron. El verbo empleado, "hacer", es el mismo utilizado en el libro del Génesis en cada creación de Dios; también al crear al hombre: 
"Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza" (Gn 1,26). Señalo esto, para que sepamos que cuando Jesús está anunciando a Andrés y a Pedro que les hará pescadores de hombres, les está prometiendo El Discipulado como creación suya por medio de su Evangelio, lleno como está de su Fuerza y Gracia creadora. Llegar a ser pescadores de hombres es decir discípulos de Jesús no es cuestión de marcarse propósitos. Llegan a serlo los humildes de corazón -no de boquilla- en quienes Dios trabaja a gusto con su Fuerza. Oigamos al Apóstol Pablo que, embargado por la emoción, escribe: "Llevamos este tesoro -El Discipulado- en vasijas de barro, para que todos vean que una fuerza tan extraordinaria viene de Dios y no de nosotros" (2 Co 4,7)
Leemos alborozados la forma como Juan Bautista presenta a Jesús a Israel: "Ahí tenéis al Cordero de Dios que carga con nuestros pecados...".
No está anunciando que vaya a purificarnos exteriormente, sino en lo profundo de nuestro ser, ahí donde, como dice Pablo, el pecado engendra gangrena y muerte anímica (Rm 6,23). Es el pecado en general que nos encorva el alma, doblegando nuestra mirada hacia el suelo como a aquella mujer encorvada a quien Jesús enderezó (Lc 13,11..). Una vez erguida, los ojos de ambos pudieron cruzarse. El encorvamiemto visible es signo de otro mucho más gravoso: el del corazón... si no lo descargamos en el Señor Jesús, ahí permanece, expuesto a la ley de la gravedad, es decir tirando de nosotros hacia el polvo. Jesús, como había sido profetizado (Is 53,4-6..), cargó con nuestro pecado y culpa, en forma de Cruz, y se encaminó hacia el Calvario. Por tres veces mordió el polvo.... por otras tres se levantó... 
¡Es increíble la Fuerza que da el Amor!  Con esta Fuerza, se dejó clavar en la Cruz y fue entonces cuando fuimos liberados de nuestra carga al gritar: ¡Padre, libérales, perdónales... estan tan engañados que no tienen sabiduría... no saben lo que hacen!. 
En el Calvario, Jesús se vistió de Culpable y nosotros fuimos revestidos con su Inocencia... Éste es nuestro Señor... El Cordero que carga con nuestro pecado y el Pastor que con nosotros carga..

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Celebramos el Bautismo de Jesús. El verbo bautizar significa sumergir y que Jesús se deje bautizar, sumergir en las aguas del Jordan, tiene un significado enorme; apunta a su muerte libremente aceptada con su consiguiente sepultura.
Al sumergirse Jesús en las aguas, penetra, según la espiritualidad biblica, en los dominios de Satanás y al emerger de ellas, abre como  una fisura en estos dominios. Al tiempo que abre la fisura, se abren los cielos. 
Fijémonos en que, si la muerte de Jesús fuese el punto final de su Encarnacion, podríamos admirarlo, pero no seguir sus pasos, sin embargo el cielo abierto en su emerger de las aguas, preanuncia su victoria sobre la muerte y también la nuestra. 
Desde la resurrección de Jesús, el cielo continúa abierto para nosotros. Hacia el caminamos, gracias a la Fuerza y Sabiduría divinas que recorren el Evangelio,  como si fueran la savia de Dios.
A la luz de esta bellísima victoria, alcanzada por el Hijo de Dios para todos nosotros, sabemos que la Voz del Padre que resonó sobre las aguas del Jordán.. ¡Este es mi Hijo amado, en Él me complazco! se convirtió en el don más preciado que Dios puede dar a una persona..¡Tu eres mi hijo, mi hija amada en tí me complazco! Creo que vale la pena buscar a Dios hasta encontrar el diamante precioso que haga que nuestra vida alcance un valor incalculable...que Dios nos diga,y tiene sus formas de decirlo ..¡Tu eres mi hijo amado en tí me complazco!

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(Mt 11,2-11) ​Antes de ser encarcelado, Juan Bautista no tenía la menor duda de que Jesús fuese el Mesías, el Hijo de Dios. Habia visto con sus propios ojos como el Espíritu Santo, en forma de paloma, descendía sobre Él en las aguas del Jordán y había oído la Voz del Padre testificando sobre Él: "Este es mi Hijo amado en quien me complazco" ( 3,16-17). Sin embargo, ahora encarcelado y viendo que aparentemente Jesús no hace nada por él, le surgen dudas hirientes que le mueven a enviar a sus discípulos donde Jesús, con esta pregunta: ¿Eres tú el Mesías o hemos de esperar a otro? 
Qué fácil es creer en Jesús con el viento a favor, más no así cuando lo tenemos en contra justamente por seguirle.. cuando nos dejan de lado por vivir abrazados al Evangelio... cuando sin despreciar la fiesta de la vida, ponemos cada vez más nuestros ojos en el Dios de la Fiesta permanente. Juan Bautista tembló al tener el viento en contra, y esta experiencia la tenemos todos los que pretendemos.. aún con mil debilidades, llegar a ser discípulos de Jesús el Señor.
Recordemos el pasaje de los Apóstoles en la tormenta.. gritaron despavoridos porque tenían el viento en contra, sin embargo fue gracias a esa terrible tempestad que pudieron saber y reconocer que Jesús, al que seguian, era el Hijo de Dios.(Mt 14,22-33).
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(Lc 1, 26-38) ​En los primeros compases del Adviento la Iglesia nos  presenta la figura de María escogida por Dios para ser la madre de su Hijo. El Ángel Gabriel anuncia la propuesta divina a María adolescente abriéndose a la juventud. Nos la imaginamos totalmente descolocada al oír el anuncio y es que Dios es experto en romper esquemas cuando propone su plan a alguien. Maria, la Inmaculada, solo acierta a preguntar al Ángel que como puede engendrar al Hijo de Dios si esto está a años luz de cualquier hombre; este le hace saber que será la Fuerza de Dios
la que fecundará a Jesús en su seno. Las propuestas humanas son posibles y razonables las de Dios imposibles y razonables desde su Misterio no desde nuestra mente; solo son entendibles  entrando en su Misterio, el de Dios. He ahí la gran encrucijada de la Fe...dejarnos llevar por el Evangelio de los Imposibles para poder hacernos un hueco en el Misterio de Dios. Ante esta encrucijada de la fe el escéptico se arropa y envuelve en la realidad que percibe con sus sentidos y se conforma. El buscador de lo Transcendente da a Dios la oportunidad de  que se le manifieste y le introduzca en su Misterio. Esto es lo que nos enseñó María de Nazaret cuando elevándose sobre lo visible dijo al Angel: ¡Hágase su Palabra - Imposible- en mi...!! Y se hizo.. aconteció la Encarnación de Dios. 
Y recordemos que si bien la Encarnación del Evangelio en el corazón del hombre es imposible, Dios es experto en convertir lo imposible en posible"

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​(Mt 24,37-44) Primer Domingo de Adviento; tiempo de expectación ante el Señor que viene para reconciliarnos con Dios. A lo largo de cuatro semanas,  Jesús nos irá preparando para saborear el Gran Misterio: Dios se hara Emmanuel que significa, Dios con nosotros, y viene, como dijo a Nicodemo, no para condenar al hombre sino para salvarlo (Jn 3,17). Respecto a esta venida, tengamos presente que San Bernardo cita tres: la primera en su Encarnacion, la tercera al fin de los tiempos y la segunda, atentos porque ésta nos toca directamente, acontece cada vez que escuchamos la predicación o leemos amorosamente el Evangelio. Se aprovechan de esta segunda venida los que tienen su oído abierto a Dios (Is 50,4..). Alcanza a los que siendo ya discípulos de Jesús sienten la necesidad de intimar más profundamente con Él y también a sus buscadores en general, aunque no sean muy conscientes de ello. Aquellos que como Mateo, Zaqueo, Francisco de Asís, Carlos de Foucault y millones de etc más a lo largo de la Historia, intuyeron que su vida era mucho más que el que sus proyectos acariciados hayan tenido su cumplimiento o no.

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(Lc 23,25-43) ​Hoy estarás conmigo en el Reino de mi Padre, le dice Jesús al que conocemos como el buen ladrón. Quizás nos extrañe que Jesús borre en un instante toda una vida de desmanes y le abra las puertas del Cielo. Hemos de entender la riqueza bíblica del término "hoy", a lo que nos ayuda el salmista : "Si hoy escucháis su voz no endurezcais el corazón" (Sl 95,7b-8). Este ladrón tuvo su "hoy" para acogerse a Dios en una situación  en la que la mentira se había adueñado de Israel, hasta el punto de crucificar al Gran Inocente. Por su parte, el ladrón sabía que merecía su condena por ser culpable y así se lo hizo saber al otro ladrón que no tuvo reparos al coro de los que insultaban y dejaban a Jesús agonizante. En este panorama totalmente demoníaco, el buen ladrón se declaró a favor de Jesús...sin pedirle a cambio que lo librara de sus sufrimientos. Anteriormente Jesús había dicho: A quien se declare por mí ante los hombres, yo me declararé por él ante mi Padre ( Mt 10,32). El buen ladrón se declaró por Jesús proclamando su inocencia y Jesús le dijo "Hoy estarás conmigo en el Cielo"
 Todos tenemos nuestro "hoy" para volvernos a Dios... los sabios lo cogen al vuelo y lo aprovechan. 


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(Lc 21,5-25) La escucha amorosa del Evangelio abre nuestras entrañas a un amor inmensamente mayor que cura nuestros caprichos y debilidades, al Amor con mayúscula.Hoy Jesús dice a sus discípulos que, al igual que Él, serán odiados y despreciados por el mundo. El motivo es que el mundo cree que Dios usurpa su autonomía. Es un razonar tejas abajo ya que, es justamente la experiencia de ser amados con la ternura propia de Dios, lo que nos hace libres frente al mal que tanto nos limita y empobrece. Jesus ante tanto odio nos dice: ¡Ánimo.. hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados!.. Les está diciendo que Dios está pendiente de ellos. En otra ocasión y sobre el mismo tema proclamó: "¿No se venden unos pajarillos por unos céntimos? (Lc 12;6-7). Pues ni uno solo está olvidado por mi Padre. No temáis, valéis más que esos pajarillos. Bien conocen los discípulos de Jesús la ternura de Dios. La Ternura que brota de su Compasión y la Compasión que brota de su Ternura. Termino con este texto del Salmista: " Grande es tu ternura Señor, con tus palabras dame vida" ( Sl 119,156)

(Lc 20,27-40) Jesús habla hoy de la Resurrección. Nos preguntamos: ¿Cómo resucitamos?. La respuesta a esta pregunta no nos la puede dar nadie por muy santo que sea, tan solo Dios por medio de las Escrituras, sobretodo por medio del Evangelio de su Hijo. Partimos del texto de su Transfiguración en el monte Tabor de la que Pedro, Santiago y Juan fueron testigos. Jesús no se transfiguró ante ellos algo así como para demostrar unos poderes ocultos, como podría un mago, sino para decirnos a todos cómo resucitamos. Nos dice Mateo que en el Tabor .." Jesús se transfiguró y que su rostro resplandecía como el sol.." (Mt 17,2..).
Es importantísimo acoger en el alma lo que proclamó su Padre desde lo alto en ese momento.." Este es mi Hijo amado..! Escuchadle !.." Les y nos exhorta encarecidamente a que le escuchemos porque Él es la             " Palabra-Luz verdadera que ilumina a todo hombre.." (Jn 1,9).
En la hora de nuestra muerte la Palabra-Luz Verdadera, es decir que no tiene ocaso y que hemos guardado en nuestras entrañas, irrumpe en nuestro ser y lo transfigura. Oigamos lo que dice Pablo a los discípulos de Filipos:    "Jesús transfigurará nuestro cuerpo corruptible y seremos revestidos de un cuerpo glorioso como el suyo".   (Flp 3,20)
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(Lc 18, 9-14) Un fariseo y un publicano van al Templo a rezar. El fariseo, como subido a un pedestal, se relame enumerando lo bien que hace sus ayunos, diezmos... es tan ciego que es incapaz de detectar al monstruo que habita en su corazón, que le invita a separar a todo aquel que no es tan bueno como él. De hecho, no reza, sino que, embobado, se hace un panegírico de sí mismo, deleitándose  en su perfección legal. 
Al fondo, está el publicano en actitud orante y parece que esto molesta al fariseo, que se permite decir despectivamente : ¡no soy como ese publicano!... El publicano, pasa del desprecio que acaba de recibir; todo su ser está fijo en Dios a quien, abatido por sus pecados y golpeándose el pecho, le suplica ! ¡Señor ten piedad de mi..! 
Para nuestra sorpresa, Jesús dijo que éste, salió del Templo justificado...y esto es fortísimo porque en la Escritura justificado significa que ha sido declarado inocente. Es cierto que le queda un camino para culminar su conversión, pero Jesús el Buen Pastor ya lo ha acogido como oveja suya. Esto es lo que el Hijo de Dios puede hacer y hace por tí y por mí
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(Lc 18,1-8) Una pobre viuda acude cada día donde un juez, para que le haga justicia, quizás alguien ha usurpado su casa o algo similar.
El juez, bastante déspota, no la hace caso, no quiere perder su tiempo con alguien tan insignificante.
Sin embargo esta mujer no ceja en su empeño de pedir justicia día tras día.
Al final el juez la atiende solo para quitársela de encima. Jesús, terminada esta parábola, hace esta proclamación solemne: ¿Y Dios que es la Bondad Infinita no hará justicia a sus elegidos, es decir a los que emprenden el camino del Discipulado, que llevan sobre sus espaldas el odio del mundo? 
Dice Jesús a los suyos: "Si el mundo os odia, sabeis que me ha odiado a mi antes que a vosotros... porque al elegiros os he sacado del mundo y por eso os odia.." (Jn 15,18-19). 
Nos viene bien este Evangelio hoy que celebramos el Domingo Mundial de las Misiones. Miles y miles de misioneros han plantado sus tiendas en zonas de conflicto en las que pueden ser alcanzados por una bala perdida o pisar una mina y quedarse sin piernas. Sin embargo siguen allí con "su gente", anunciando el Evangelio de la Esperanza, el que les ofrece El Camino, LaVerdad y La Vida. Están con ellos..les sostiene el amor agradecido de "su gente" y sobretodo, el Amor de Dios...y lo más grandioso: Estos dos amores son inseparables. Este Amor incondicional es la mayor Justicia que un hombre puede recibir..Dios les hace "esta Justicia".
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Lc 17,11-19) Diez leprosos avistan a Jesús a quien suplican: ¡Señor ten piedad de nosotros! Jesús les dice que vayan a los sacerdotes, que según la ley eran quienes certificaban la curación de un leproso ( Lev 14,1..) La cuestión es que por el camino quedaron curados. Fijémonos en su reacción. Nueve de ellos, al verse curados, no sintieron necesidad de nada más. Uno, sin embargo, se vuelve sobre sus pasos y se dirige hacia Jesús. Este hombre representa a los que saben que necesitan que Dios les limpie por dentro, pues bien conocen sus impurezas internas. Sin duda tiene presentes las exhortaciones de los profetas acerca de la inmundicia-lepra del corazón y desea que Jesús complete su limpieza en él, la exterior y la interior. Va a su encuentro y se postró a sus pies, es decir le adoró.. en ese momento, Jesús cumplió en él su sexta Bienaventuranz: "Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios" (Mt 5,8). He ahí la plenitud de la compasión de Jesús hacia los que a Él se acogen: ¡La limpieza de sus corazones!
(Lc 17,5-10) Impactante la petición que los Apóstoles hacen a Jesús : "Señor aumenta nuestra fe"..  Es como un grito del alma que no nos es ajeno y lo sondeamos a la luz de  la exhortación dada por Pablo a los cristianos de Roma: La fe nace de la predicación del Evangelio de Jesus..(Rm 10,17). Sabemos que la fe es don de Dios, pero Él no la concede caprichosamente tocando con una varita mágica a unos sí y a otros no; la fe se busca, como vimos en Pablo en la escucha del Evangelio, penetrando en sus entrañas oyéndololo y leyéndolo con amor pasional, con auténtica hambre y sed como nos dice el Salmista (Sl 63,2)... Más aún, la fe se busca dejando de lado seguridades que frenan nuestros pasos. Fijémonos en María Magdalena. Había oído decir a Jesús que sería condenado, crucificado pero que resucitaría al tercer día (Mc 10,34). Esta mujer guardó éstas palabras en su corazón y muerto Jesús, quiso por sí misma verificar si todo era una ensoñación de un loco o la Gran Verdad que necesitaba para recibir la Vida.. Arriesgándose, se dirige de madrugada, sola, hacia el sepulcro, atravesando las murallas de Jerusalén que servían de guarida a los salteadores de caminos. Su búsqueda, repito asumiendo grandes riesgos, culminó con el encuentro indescriptiblemente gozoso con Jesús Resucitado que la llamó por su nombre (Jn 20,16).
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(Lc 16, 19-31) ​Pobre hombre este ricachón pues llegó a creer que con sus bienes podría comprar la Fuente de la Vida.
Sí, pobre hombre en su afán de disfrutar los bienes visibles traumatizó y expolió su alma de la vida eterna para la que fue creada; pobre hombre sí, que embriagado de sus haberes no percibió que tratando así a su alma vivía una existencia incompleta, mutilada, al no poder aspirar el Aliento del Invisible. Seguramente que más de una vez habría oído en el Templo  textos tan esclarecedores como por ejemplo éste de Isaías: "¿Porqué gastar vuestro dinero en lo que no alimenta, en lo que no sacia? Inclinad el oído y venid a mí, escuchadme y viviréis.." (Is 55,2-3) Si, seguro que habría oído este texto y otros en la misma dirección y se habría dicho... ¡Más adelante los tendré en cuenta, haré caso a Dios y a su Palabra! El más adelante no llegó.... con el paso del tiempo se embruteció tanto, que fue incapaz de reaccionar.

(Jn 16, 12-15) Dios Padre es la Fuente de Aguas Vivas, Dios Hijo es la Palabra que da Vida y Dios Espíritu Santo es el Soplo Creador...  he ahí una síntesis de Dios Trinitario. 
Los grandes buscadores de Dios no se pierden en tesis ni pruebas metafísicas en su búsqueda de Dios, sino que rechazando desde sus intuiciones internas el absurdo de que la muerte sea el punto final de su yo, se ponen en camino como el salmista al encuentro del Dios vivo (Sal 42,3).
La búsqueda de Dios, así como llegar a encontrarle, no es como el broche de oro de una vida más o menos satisfecha al que le falta "dar a Dios el gusto de conocerle".  Se le busca cuando uno es capaz de decirse a sí mismo ante las obras de sus manos: ¿Eso es todo?. Cuando uno se atreve a cuestionarse así...quizás descarnadamente, surge desde el alma una pista  llena de sabiduría, pista que reviste la forma de inquietud y también deseo : ¡La vida tiene que ser algo más de lo que hasta ahora he vivido.. y además no sé por cuánto tiempo más!  
De una forma u otra, todos los buscadores de Dios partieron del mismo planteamiento y se pusieron a buscar al Dios vivo, el que les habría de acoger como Padre y por quién seguirían viviendo eternamente.Todos los que así le buscaron lo encontraron y es lógico que lo encontraran, porque es Padre, Hijo cuyo Evangelio lleva en su interior la Vida y Espíritu Santo, Soplo creador del Hombre Nuevo.
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(Jn20, 19-23)Celebramos el envío del Espíritu Santo a la Iglesia por parte de Jesús. Hablamos del mismo Espíritu que le fortaleció a Él, en cuanto hombre, para poder llevar a cabo la misión de nuestra salvación, encomendada por su Padre. Así pues, el Espíritu Santo actúa a lo largo de nuestro caminar como discípulos de Jesús; es el Garante de nuestra fidelidad, lo que no nos hace inmunes a caídas. Nadie puede ser fiel al Señor movido solo por impulsos fervorosos; nuestra congénita debilidad sin la Fortaleza del Espíritu Santo, nos juega malas pasadas hasta el punto de dejarnos vendidos ante el poder del pecado como dice Pablo de sí mismo (Rm 7,14). Bien supo esto Pedro.. sus ínfulas de fidelidad a Jesús, se ahogaron ante las preguntas de una criada. Después podrás seguirme le había prometido Jesús (Jn 13,36). Así fue, Pedro, lleno del Espíritu Santo, expuso su vida en Roma una y mil veces por anunciar a Jesús y su Santo Evangelio. Al final alcanzó la palma del martirio. El don por excelencia del Espíritu Santo es el de revestirnos de la Fidelidad, la que nace, no de unos compromisos espoleados por fervores, sino  del Amor Supremo; de Dios mismo. Él es el Creador de la Fidelidad de los suyos.
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(Lc 24, 45-53) Hoy celebramos la Ascensión del Señor al Padre. La verdad es que si nos detenemos solo en la vuelta de Jesús a Dios Padre una vez resucitado del sepulcro, da la impresión de que no nos atañe mucho. Necesitamos mirar la Ascensión de Jesús bajo el aspecto que más nos concierne y para ello, recogemos amorosamente asombrados el  encargo que confío a María Magdalena una vez resucitado para que lo hiciese llegar a sus discípulos: "Diles que subo a mi Padre y a vuestro Padre a mi Dios y a vuestro Dios" (Jn 20,17). A la luz de estas palabras entendemos que la fiesta de la Ascensión de Jesús es nuestra gran fiesta. Salvando las distancia, Jesús establece la identidad entre Dios su Padre y nuestro Padre. En el trasfondo se yergue majestuosa la Victoria del Hijo de Dios sobre el Príncipe de este mundo. Con su muerte arrancó de sus manos su más preciado botin: El sometimiento al hombre sobre el que ejerce una aberrante paternidad encumbrada sobre la Mentira (Jn 8,44). Abolida esta postración tan subyugante como devastadora, Jesús sube al Padre con la Noticia que nos eleva, como dice San Pablo, por encima de los ángeles : ¡¡¡Mi Padre es vuestro Padre!!!
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(Jn 14,23-29) El Evangelio de hoy nos ofrece una promesa única: "El que me ama guardará mi Palabra y mi Padre le amará y viviremos en él". Fijémonos bien, no dice Jesús que el que le ame se va a poner a hacer esto o aquello, sino que primero guardará su Palabra, el Evangelio. Para muchos es posible que no haya diferencia dado que el amor se demuestra con obras, sin embargo la hay y enorme. Uno puede pensar que hace obras por Dios pero llevando el mango de la sartén, sin dárselo a Dios. Hace cosas buenas según su forma de pensar. Otra cosa es actuar según piensa Dios, es decir desde la Luz que irradia el Evangelio amorosamente guardado en el corazón, como María de Nazaret que dejo que Dios cogiera en su mano el mango de la sartén, de su vida. Los grandes amigos de Dios  son tan sabios que van hacia los demás desde el pensar de Dios. Fijan detenidamente sus ojos en el Evangelio, en la Palabra, como acariciándola, hasta que perciben en ella el murmullo de la Respiración de Dios. Entonces es cuando se aprestan a hacer sus obras ...las de Dios...no las suyas tan insultantemente personalistas.
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(Jn 13, 31-34) Cuando Jesús llamo a unos hombres como Pedro, Juan, Andrés.. etc para seguirle como discípulos, todos respondieron con prontitud y generosidad; lo dejaron todo, al menos así les pareció a ellos. Admiramos su desprendimiento pero, si nos adentramos en el Evangelio, vemos que dijeron sí a Jesus dejando atrás su mundo exterior, no así el interior, allí donde como dice Pablo reina y manda el hombre viejo (Ef 4,22..).De ahí sus frecuentes y agrias disputas sobre quién de ellos era el mayor, el más importante... Actitudes que iluminan nuestro gran problema, y es que tenemos un cierto dominio sobre nuestro mundo interior, pero no sobre nuestras cloacas internas. Ninguna generosidad acaba con ellas. Jesús sí y oimos que hoy nos dice: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado". No nos da una norma, sino que nos abre el Camino de la Vida. Dice esto a los suyos, después de levantarse de la mesa y lavarles los pies haciéndose el último de todos. De esta forma nos mostró que el Evangelio es la Fuerza interior que explota en forma de Gozo y de Vida. Intentar hacerse el último solo por leyes perfeccionistas, suele terminar mal, trae consigo malestar victimista o peor aún vivir de apariencias.
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(...27-30 Apariciones a los discípulos) Este domingo celebramos la Fiesta de Jesucristo Buen Pastor. En el Evangelio, Jesús indica el sello indeleble por el que reconoce a sus ovejas; lo son porque escuchan su voz, sus palabras. Profundicemos en esto que Jesús acaba de decir. Escuchar la Palabra no supone alcanzar un status privilegiado, elitista. Escuchar la Palabra, en la espiritualidad bíblica, implica la actitud de llevarla al corazón con la intención y deseo de obedecer. No se trata de comprometerse con una serie de máximas en vistas a una perfección; es una escucha amorosa y confiada sabiendo que Jesús, Buen Pastor, con inmensa paciencia da con nosotros esos pasos.. a veces excesivamente lentos, según nosotros, que nos llevan al discipulado. Es una escucha por medio de la cual se abre paso la Fuerza de Dios que hace posible la obediencia, y no es una obediencia para quedar bien con Dios, sino contigo mismo, pues la Palabra está llena de esas plenitudes que tan lejos están de tus posibilidades. Plenitudes que entrevemos en lo que añade Jesús después de revelarnos el sello que nos identifica como discípulos suyos: "...y yo las conozco - las amo- y siguen mis pasos.." Pasos que como bien sabemos culminan en su Padre.. que en cuanto discípulos de su Hijo también lo es nuestro.
(Antonio Pavía-Misionero Comboniano)
comunidadmariamadreapostoles.com
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(Jn 8, 1-11 )  Es cierto que Moisés promulgó que los adúlteros debían de ser lapidados, teniendo en cuenta la praxis de Oriente. Sin embargo, Dios fue instruyendo progresivamente a su pueblo, creando en su seno la misericordia con los pecadores, sea cual fuere su pecado. A pesar de ello, en el Evangelio de hoy vemos a un grupo de escribas y fariseos, hijos de la necedad y la mentira, siempre van juntas, trayendo a empujones a una adúltera ante Jesús, instándole a que se pronuncie sobre si hay que apedrearla o no. Jesús se inclina y escribe sobre la tierra. Es un signo fortísimo que anuncia que Él es quien escribirá la Palabra sobre nuestro corazón de barro, convirtiendo nuestra debilidad en Fortaleza. A continuación dice a los censores que el que esté sin pecado, arroje la primera piedra. Todos se fueron, quedando sólo Jesús y la acusada. La dice Jesús, no te condeno, Vete ... que significa: ponte en camino y no peques más, que quiere decir: vas camino hacia tu Padre,  no vuelvas sobre tus pasos porque hacía atrás la muerte es quien tiene la última palabra sobre el hombre
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(... 19-31 Apariciones a los discipulos) Hoy, el apóstol Tomás se convierte en testigo de la veracidad de lo que Dios proclamó por medio de Isaías: "Mis planes no son vuestros planes, ni mis caminos son los vuestros" (Is 55,8).
Tomás se nos presenta como un hombre escéptico y caprichoso. Por más que sus compañeros insisten en que Jesús se les ha aparecido, que han visto las heridas de su cuerpo, no se lo cree y hasta se permite el mal gusto de proclamar que solo creería en Él si lo ve con sus ojos y palpa con sus manos sus heridas. El Señor, por amor, recoge el guante y se le aparece junto al resto. Por amor a Tomás y también a todos los que a lo largo de la historia emprendemos el camino del Discipulado. 
Al igual que aTomás, nos asaltan dudas, escepticismos y desalientos.Tomas es entonces una buena referencia, pues nos parecemos mucho a él y ahora entendemos lo de los planes y caminos del Señor. El Espíritu Santo inspira a este apóstol tan desconfiado como caprichoso, la más sublime confesión en la Divinidad de Jesús que encontramos en el Evangelio.. ¡Señor mío y Dios mío! Confesión reservada únicamente para Yavhe en el Antiguo Testamento. Grande, enorme, la delicadeza de Jesús.. bien sabía que para alcanzar el Discipulado todos deberíamos de partir de las mismas desconfianzas, dudas y hasta altanería que Tomás. ¡Señor mío! dijo el apóstol frente a Jesús.  ¡Señor mío y Dios mío!.. proclama todo aquel que ve a Jesús vivo en el Evangelio y en la Eucaristía
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(Lc 22,14-71) (Lc23,1-56)  Hoy, Jesús se entrega libremente en manos del Mal. No le arrebatan la vida; la da voluntariamente. El Mal y su príncipe no tienen poder sobre Él, sin embargo, se somete a este príncipe para desposeerle del poder seductor que ejerce sobre los hombres, haciéndoles creer que sus insinuaciones son fuentes de vida. 
Antes de dejarse entregar en el Huerto de los Olivos, Jesús proclamó su absoluta libertad en el paso que iba a dar: "..llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder, pero ha de saber el mundo, que amo al Padre "(Jn 14,30-31). ¡Sí..! ha de saber el mundo, que amar a Dios es, por encima de todo, creer en su Palabra, que es la Verdad que desenmascara a la Mentira... a las respuestas inocuas que Satanás ofrece a nuestros interrogantes acerca del Mal y de nuestros sufrimientos. He ahí el porqué Jesús se dejó entregar al poder del Mal. De hecho en el último suspiro nos enseñó a cambiar de manos ..al gritar victorioso: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!
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(Lc 15,1-32) El Evangelio de hoy nos habla del Hijo Pródigo . Este joven no estaba a gusto en su casa con su padre, sobre todo porque en la cultura de Israel los primogénitos tenían unos privilegios honoríficos y económicos superiores a los demás hermanos, Es por ello que, a un cierto momento, no soportando más su situación,  tiene agallas para  poner tierra por medio entre el y su padre. El caso es que con el tiempo sucede que su vida está a la altura de los animales que cuida. Es entonces que las mismas agallas que tuvo para marcharse, dando un portazo, las tiene para entrar en sí mismo y escuchar el grito de su corazón profetizado por el salmista: "Oigo en mi corazón : Buscad mi Rostro. Si, tu Rostro buscaré Dios mío"( Sl 27,8). Se dijo entonces: en mi casa hay pan-vida en abundancia...y sobreponiéndose a la soberbia que  intentaba retenerle,  se levantó y se puso en camino hacia su padre..mejor dicho hacia su Padre.No sabía cómo iría a recibirle, en su cabeza hervían mil conjeturas. El Padre es mucho menos complicado, de hecho, apenas lo diviso a lo lejos,  "...conmovido se echó a su cuello y le besó efusivamente.."
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 (Lc 13, 1-9) La higuera simboliza en la espiritualidad bíblica la fortaleza interior de los que guardan la Palabra y que por esta razón conocen el descanso del alma. En el Evangelio de hoy vemos que el dueño de un campo, al ver que después de tres años resulta que una higuera suya no da fruto, dice al labrador que la cuida que la corte sin más.Tres años estuvo Jesús predicando el Evangelio entre los suyos y ni siquiera sus discípulos dieron fruto, basta recordar  sus continuos choques entre ellos por ver quién era el más importante. ¿Qué más podía hacer Jesús por ellos,.. por nosotros...?  abonarla como dijo el labrador acerca de la higuera al dueño del campo. Eso fue lo que hizo Jesús con sus discípulos abonar sus mediocridades con su sangre y aparecieron los frutos de vida eterna..esa vida inmortal por la que todo hombre suspira y que tan al alcance de nuestras manos nos puso el Hijo de Dios..eso sí, abonándonos con su muerte.
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(...28-36  La trasfiguración) El Evangelio de hoy nos habla sobre la Transfiguración de Jesús el Señor. Pedro,Santiago y Juan, testigos privilegiados, ven que su rostro y todo su ser irradia la Gloria de Dios. Hasta ahí podríamos decir que les pudo parecer normal pues a pesar de sus dudas creían seguir al Hijo de Dios; lo que sí les deja sin habla es que junto a Él, y también resplandecientes de gloria, estén Moisés, a quien la Escritura llama el Amigo de Dios y Elías, a quien Israel identifica con el Fuego divino. Como he dicho los tres apóstoles quedan sobrecogidos, hasta que Pedro acierta a decir: ¡Qué bien estamos aquí..quedémonos...! Quizás era suficiente para el y los otros dos, pero no para Dios que les dijo: Éste es mi Hijo Amado, ¡Escuchadle! Fijémonos que Dios Padre no proclamó más mandato en el Evangelio que éste, lo que indica que hacer nuestro el Evangelio, salido de la boca de Dios, supone un salto cualitativo en la fe y el discipulado.. Escuchar el Evangelio que irradia la Gloria de Dios (1 Tm 1,11) implica participar de ella, de ahí que el mismo Pablo exhorte a los discípulos de Colosas a que busquen las cosas de arriba..las de Dios para que lleguen a ser gloriosos como su Hijo ( Col 3,1-4).
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(..1-13.- Tentaciones en el desierto)  No solo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios, responde Jesús a Satanás cuando le indujo a convertir unas piedras en panes para saciar su hambre después de ayunar. Jesús no nos está diciendo que el pan, que simboliza los bienes materiales, sean malos, sino que no nos dobleguemos ante ellos. La señal que nos indica que no nos doblegamos ante los bienes de este mundo o, mejor dicho, que éstos no nos doblegan, es saberlos poner en su sitio.Todo aquel que ha encontrado a Dios, sabe que cuando Juan dice que la Vida está en la Palabra (Jn 1,4), se está refiriendo al Manantial de Vida en abundancia que brota del Evangelio de Jesús. Aunque parezca absurdo, la tentación es ¡aliada nuestra!, pues gracias a ella se abre en el hombre la libertad para escoger entre doblegarnos a ella o elevarnos sobre ella. Hay una calidad de vida en esta elección y nadie puede elegir por tí.

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 ... 39-45)  Partimos un punto del Evangelio de hoy, con la intención de que nos sirva para seguir creciendo como discípulos de Jesús. Este punto nos dice que todo discípulo bien formado, será como su maestro. Si lo aplicamos a nuestra relación con El que es el Maestro, nos quedamos atónitos. Hemos de verlo en el sentido de que participamos de su misión. ."Como mi Padre me envió, así os envío yo" (Jn 20,21). Jesús es enviado por su Padre como Cordero que vence el mal del mundo y así envía a sus discípulos (Lc 10,3). Él siempre estará a años luz de nuestra altura pero podemos decir como Juan Bautista: "Es precisó que Él crezca y yo disminuya" (Jn 3,30). También hacemos nuestra la exhortación de Pablo a los cristianos de Galacia: "sufro dolores de parto hasta ver a Jesús formado en vosotros" (Gal.4,19) Querámonos más y aspiremos a lo que nadie jamás pudo soñar ni imaginar...llegar a ser, salvando las distancias, como nuestro Maestro.
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(Lc 6, 27-38 )  Vemos el Evangelio de hoy a la luz de esta confesión de Pablo: "Soy de carne, vendido al poder del pecado" (Rm 7,14). Soy de carne, es decir, rehén de mi debilidad frente al mal que el demonio me presenta, como un bien para mí. Jesús no dice hoy, entre otras cosas, haz el bien a quien te hace el mal, a quien te odia. Frente a un anuncio así, Pablo confesaría una vez mas su impotencia y confiando en que el Evangelio de Jesús es en sí la Fuerza, Gracia y Sabiduría De Dios, le diría: ¡Aquí me tienes Señor, no tengo nada que prometerte pero Tú a mí sí!  La Fuerza de tu Palabra para aceptar que mi vida no se puede apoyar en mi sabiduría sino en la tuya. La postura contraria, es la farisaica con su  casuística de medias tintas, que no es sino un rechazo encubierto al Evangelio de Jesús, por más que se les hace la boca grande diciendo que creemos en Él . Una casuística que es, de por sí, hija de la Mentira y con la que se pretende justificar la mediocridad de una relación con Dios, a quien parece que servimos pero en quien no confiamos, porque no creemos que sus Palabras sean buenas para nuestra realización personal. Respecto al Evangelio de hoy, fijémonos que eso del perdón y amor a quien nos hace el mal, vienen precedidos por una exhortación.."Os digo a los que me escucháis.." He ahí el secreto..el que tiene, como Jesús, su oído abierto a la Palabra, se hace con la Fuerza de Dios para cumplirla con la Alegría que nace de la Libertad. El que no sabe escucharle, oye el Evangelio, pero se escucha a sí mismo, empieza entonces la casuística, el conformismo con la mediocridad, con sus consiguientes justificaciones.A los que me escucháis dice Jesús. Éstos, un día sabrán que el Evangelio es la carta de Dios a su favor, no en contra, es entonces cuando coge fuerza y ritmo la serena y  belleza única del discipulado.
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(Lc 6,17. 20-26) Dicen Los Santos, que cada pasaje del Evangelio encierra miles de vertientes catequéticas que vivifican el alma. En el de este Domingo, entresacamos la denuncia que hace Jesús de los que se sirven del pueblo fiel para medrar; les llama ricos, atiborrados, burlones... Proliferaron los burlones que se cebaron en Jesús y siempre los ha habido y los habrá contra sus amigos. La burla, que es hija de la envidia y la impotencia, y que rezuma escepticismo. Jesús les denuncia fuertemente en este pasaje también de Lucas: " Ay de vosotros doctores de la ley que tenéis la llave de la Sabiduría.. ni entráis vosotros ni dejáis entrar.. (Lc 11,52). Se refiere a los sabios tejas abajo que, en su necedad, han desprovisto a la Palabra, de la Gracia y la Fuerza de Dios inherente a Ella y la han reducido a consejos morales, que no les sirven ni a ellos ni a nadie que como dice Pablo este vendido al poder del pecado (Rm 7,14..). Siempre habrá pastores falsos y ovejas que les sigan por necias, pero a aquellos que persistan en su deseo de llegar a ser discípulos de Jesús, Él les dará una sabiduría especial para esquivar a los falsos e ir tras los verdaderos, que no les dan gato por liebre.. los que, en Nombre de Jesús, les apacienta en los verdes prados de la Palabra como dice San Agustín...
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(Lc 5,1-11 Los apóstoles han pasado la noche entera echando las redes en el lago de Genesaret sin resultado alguno. Al llegar a la orilla,  encuentran a Jesús predicando la Palabra a la gente que, como dice Lucas,  se agolpaba junto a Él. Finalizada la predicación, dice a los apóstoles que vuelvan a enfilar la barca adentro del lago y echen nuevamente las redes. Pedro inicia un amago de resistencia, pero termina cediendo. Lo que es realmente importante para nuestra fe, quizás aún inmadura, es la razón de porqué Pedro hace caso a Jesús: porque cree en la Fuerza que tiene su Palabra. Pedro no cede ante Jesús, ni por quedar bien, ni por hacer méritos ante Él, ni siquiera por un plus de generosidad, todo esto se desvanece en una situación cómo ésta, Pedro hace caso a Jesús porque intuye, repito, en qué poderosa es su Palabra para dar la vuelta a su lógica, que la tenía, pues era pescador y de esto sabría más que su Maestro. Pedro está actualizando lo que dijo María a aquellos criados que en la boda de Cana de Galilea no podían servir más vino en las mesas porque se había agotado: ¡Haced lo que Él os diga!. La única medida, repito, la única fiable que tenemos para saber si confiamos en Dios es nuestra adhesión a la Palabra, al Evangelio que Dios Padre puso en los labios de su Hijo. Pedro, el pescador experimentado, ¡confíó! y las redes se llenaron de peces. Al llegar a tierra se arrodilló ante É,l cosa que no puede hacer ningún judío que sanbssolo se arrodillan ante Yavhe. Pedro lo reconoció como Dios, porque sus palabras, contra toda lógica, se habían cumplido. Así es como el Hijo de Dios crea nuestra fe. El problema es si nuestra esplendorosa cabeza es más lógica que la suya.

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Al decir Jesús en la sinagoga: "Esta Palabra se cumple hoy", está anunciando a todos que ya no tienen que esperar al Mesías, que en Él se cumplen los signos mesiánicos anunciados por los profetas. La primera reacción de los oyentes fue de júbilo, reconocen que en los labios de Jesús se derrama la gracia tal y como se había profetizado (SL 45,3). Sin embargo, esta adhesión da paso a un rechazo total. La causa, más bien la excusa, es el no ser sino el hijo de un carpintero. Digo excusa porque el problema es, que aunque digan que la Palabra de Jesús está llena de Gracia, no se lo creen. Creen en el titular, pero no se creen que la Gracia es la Fuerza de Dios para cambiar por dentro. Esclavos como son de la inutilidad de leyes y más leyes, piensan que el Evangelio de Jesús es una vuelta de tuerca más en las exigencias religiosas que les imponen sus dirigentes religiosos. He ahí el problema, el eterno problema, pensar que Jesús nos da un Evangelio para ver quién se atreve a cumplirlo. No es posible sin la Gracia, y si ésta no es más que un titular ornamental, habrá que reducir el Evangelio a preceptos humanos que a la larga tampoco hay como cumplirlos.Sin embargo ahí lo tenemos: El Evangelio de la Gracia como lo llama Pablo (Hch 20,24).Tenemos dos opciones: nos quedamos con el Titular , como estos judíos, y no nos sirve para nada o solo para creer que sabemos algo, o como los Pobres de Espíritu, lo hacemos nuestro... es decir, hacemos nuestra La Fuerza de la Gracia De Dios. A estos, Jesús les llama: Mis Discípulos, y en cuanto tales, Mis Discípulos Amado
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(Lc 1,1-4. 4,14-21) Jesús entra en la Sinagoga de Nazaret. Le dan un texto de Isaías que proclama la misión del Mesías en todas sus dimensiones, y Jesús, anuncia solemnemente: "Éstas promesas se cumplen hoy.", es decir, ¡se cumplen en Él!.  ¡Sí!, Jesús es el Enviado del Padre como Camino,Verdad y Vida de todo hombre. Podemos creer mucho o poco en Jesús, Hijo de Dios que nos da la Vida, lo que si es evidente es que en un cierto momento de nuestra existencia, necesitamos como un revulsivo que nos impulse a la conquista de metas jamás imaginadas y menos aún alcanzadas. Este Hoy de Jesús que oímos en éste Evangelio, es como una suave brisa que nos despierta e invita a ir al encuentro de este Hoy que realza nuestra vida. Zaqueo lo buscó y lo oyó. Era jefe de publicanos en Jericó y a los ojos de todos había alcanzado metas bien altas. No era tan evidente para él, no sabía explicarlo bien, pero sabía que le faltaba algo. Ese algo que conforme pasan los años llega a ser mucho. Un día, Zaqueo oye una algarabía en la calle, se informa y resulta que Jesús está entrando en la ciudad. Se entabla un combate en su interior sobre si debe o no salir a su encuentro.  Decide ir, total si Jesús es solo un hombre, poco es lo que pierde, pero si es el Hijo de Dios, como se oye por ahí,lo gana todo en esta vida y también después de su muerte. Fue a su encuentro, Jesús que como a todos, ya le esperaba, le dijo: Hoy ha llegado la salvación a tu casa, mis huellas están tatuadas en tu alma.

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(Jn 2, 1-11) Un buscador de Dios alcanza a encontrarle y a intimar con Él, cuando llega a estremecerse ante su Palabra como dice Isaías ( Is 66,2). Alguien se preguntará qué tiene que ver esto con el Evangelio de hoy que trata de las Bodas de Caná en las que Jesús convirtió el agua en vino. La respuesta está en lo que dijo María a los sirvientes después de decirle a Jesús : ¡No tienen vino!.. María les dijo: "Haced lo que El os diga". Ante el Evangelio del Hijo De Dios, se suelen dar dos tipos de reacciones. La primera, ver tal o cual pasaje meramente interesantes desde una perspectiva bíblico-cultural con su componente moralista, y la segunda que es estremecerse interiormente ante "el perfume de Dios" que emana su Palabra. Es un estremecimiento no inducido por factores externos, tampoco internos o subjetivos. Es un don que Dios otorga a quien ama su Palabra, con tal pasión, que llega a hacerla suya aunque no encaje con sus aparentemente sanos criterios. No había como encajar lo que dice a estos sirvientes Jesús: ¡Llenad las tinajas de agua!. Con el malestar que se notaba ya entre los comensales, estos hombres no tienen otra cosa que hacer que ponerse a llenar unas tinajas, con capacidad de cien litros , ¡de agua!; pues lo hicieron movidos por la propuesta que habían escuchado: ¡Haced lo que El os diga!. El agua se convirtió en vino.. que significa que la fiesta de quién tiene a Dios en su corazón no tiene fin. Así es como actúa el Señor Jesús con quién se fía y confía en sus Palabras; convierte el agua de sus Impotencias en Manantial de Vida, no externo, sino interno, dentro de él. De ahí su estremecimiento continuo ante su Evangelio.

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(Lc 3, 15-16,21-22)  Hoy celebramos el Bautismo de Jesús, su inmersión en las aguas del Jordan, preanunciando así su muerte y su elevación sobre ellas proclamando su Resurrección. Nos dice Lucas que antes de sumergirse en las aguas, Jesús se recogió orando y que en ese momento se abrieron los cielos.¿Qué diría en intimidad Jesús a su Padre que tuvo tanta fuerza como para que los cielos se abriesen?.  Evidentemente su oración no la sacó de un manual ni nada parecido.. su oración , dada la misión que el Padre le había confiado, no pudo ser otra que ¡..Abba ..Aquí estoy!  Imagino a Jesús recitando con inmenso amor al Padre y a nosotros la oración mesiánica que el Espíritu Santo puso en el corazón del Salmista: " Rechazaste sacrificio y oblación...dije entonces ..Aqui estoy  para hacer tu voluntad..y puedo hacerla porque llevo tu Palabra en mis entrañas.." ( Sl 40,7-9). 
Es evidente que no tenemos otro Maestro para rezar que Jesús; solo El puede abrir nuestro corazón al Evangelio y solo una vez que lo llevamos tatuado en lo profundo de nuestro ser podremos rezar como Él, al ya nuestro Padre con sus mismas palabras ..!Aqui estoy para hacer tu voluntad y quiero hacerla no por ser el mejor de todos, sino porque ya sé que es lo mejor para mí y para el mundo que me rodea.
Cuando por obra y gracia del Espíritu Santo llegamos a rezar así...lo que Jesús y todos oyeron en el Jordán cuando se abrieron los cielos: ¡Tu eres mi hijo amado, en tí me complazco!, se vuelve a oír, pero en este caso se refiere a quien así reza..se refiere a ti seas quien seas, hayas hecho lo que hayas hecho. 
Sí, conforme un discípulo de Jesús va alcanzando su madurez, su oración, como la de su Maestro y Señor, penetra los cielos abriéndolos; entonces resuena, en los oídos de su alma, la Voz de su Padre que le dice: ¡Tu eres mi hijo amado, mi hija amada, en quien me complazco !

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CATEQUESIS SEMANALES

(Lc 21, 25-28, 35-36)  ¡Levantad la cabeza, se acerca vuestra liberación! nos dice Jesús en este primer Domingo de Adviento. Si levantáis la cabeza los que habéis cargado sobre vuestros cuerpos y vuestras almas el odio del mundo por mi causa (Mt 24,9), los que por amor al Evangelio fuisteis humillados y marginados, levantad bien alto vuestros rostros hacia mí porque lleváis escrita en vuestra alma la gran Bienaventuranza :" Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos.."( Mt 5.11-12)
Celebrad conmigo mi triunfo que es también el vuestro..¡Estoy vivo! La muerte cantó su victoria sobre mi, como lo sigue cantando de generación en generación en su vano intento de encumbrar la mentira sobre la Verdad, el mal sobre el Bien, la corrupción del sepulcro sobre la Vida.  Levantad vuestra cabeza, no temáis.."Yo soy el que vive, estuve muerto pero ahora vivo por los siglos de los siglos" ( Ap 1,18). Alzaos, no os dejéis pastorear por la muerte (Sl 49,15) dejaos pastorear por Mi que soy "El Camino la Verdad y la Vida (Jn 14,6)
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(Jn 18,33-37) Hoy celebramos la fiesta de Jesucristo Rey y lo primero que nos dice es que su reino no es de este mundo y así se lo hizo saber a Pilato. Es muy importante tener esto en cuenta, pues la tentación que tuvieron los judíos de coronar rey a Jesús cuando multiplicó los panes ante ellos (Jn 6,5-15) ha sido constante en todas las generaciones. Empecemos por lo más importante: Jesús no vino al mundo para dominar o imponerse sobre la conciencia de nadie, de hecho su invitación para ser sus discípulos lleva el sello de la libertad: "si alguno quiere venir en pos de mí.." Mc 8,34 . Por otra parte su reinado es desde el último lugar y así hace saber a los apóstoles .."no he venido a ser servido sino a servir" (Mc 10,45) a esto añadimos que fue un ladrón clavado en una cruz, como Él, el primero que le reconoció como Rey (Lc 23,42).
Mi reino no es de este mundo dijo Jesús a Pilato. Al decir esto no estaba despreciando al mundo, sino mostrando a todos que éste se paraliza, impotente, ante el abismo de la muerte, mientras que Él elevándose majestuosamente sobre ella, por eso mismo es Rey, pudo decir:  "El que vive y cree en mí, no morirá jamás" Jn 11,26.  Al resucitar de entre los muertos, testificó que lo que dijo era verdad. Esto celebramos hoy: ¡Jesucristo Rey por ser vencedor de nuestra muerte!
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Mc 13,24-32.- Los hombres necios son de por sí sensacionalistas, por eso, ante pasajes evangélicos como el del Evangelio de hoy, ven, en catástrofes que siempre ha habido, que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. El caso es que a través de los siglos siempre ha habido profetas falsos, también de pocas luces,  que alertan a la gente acerca del aniquilamiento del cosmos. 
Los hombres sabios, aún estando abiertos a las mismas señales, se preocupan en abrir su alma al Señor que como leemos hoy está a las puertas. Más que preocupación, es un deseo amoroso, un vigilar por tener a punto el aceite de sus lámparas ante el paso de Dios. 
El problema de los necios es que de tanto fijarse en ésta o aquella señal, descuidan las lámparas de su alma y las tienen apagadas, prácticamente muertas. 
Se trata pues de que dejemos un poco de lado las señales y vivamos para la Señal: el Rostro de Dios y su Presencia en lo más profundo de nuestro ser... por eso estaremos vivos y seguiremos viviendo al traspasar el umbral de la muerte.
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Mc 12,38-44 Hoy el Evangelio trata de la mirada de Jesús y la de los hombres. Nosotros estamos inclinados a dejarnos deslumbrar por las apariencias. En este sentido Jesús dice a sus discípulos que se cuiden de los fariseos, que en general se servían de sus cumplimientos religiosos para ser honrados y agasajados e incluso beneficiados económicamente por la gente incauta.
Está previniendo a los suyos de estos farsantes y de pronto aparece en escena una pobre mujer, ofreciendo un par de pequeñas monedas para el culto del Templo. Nadie reparó en ella, lógico, ni llevaba gran vestimenta ni su aportación era relevante. Hasta ahí la mirada de los hombres; veamos la del Hijo de Dios. Su mirada se posó lentamente en ella,  alcanzó su corazón y entonces la alabó ante sus discípulos para que aprendiesen a mirar a los hombres como El los mira. Les dijo que esa mujer y los que como ella actúan, roban el corazón de su Padre porque lo poco que ofreció constituía su sustento para ese día. Entendamos bien,  no alabó su generosidad, que también, sino su confianza en Dios su Padre consciente de que la cuidaría por ser más valiosa a sus ojos que las aves del cielo y los lirios del campo. Se llama Fe, sí, la Fe que está a años luz de la especie de pantomima que le ofrecen cada día no pocos fariseos que necesitan pregonar lo que hacen ..no por Dios, sino para dar lustre a sus fachadas.
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 A las puertas de Jericó, un ciego pide limosna. En esto, Jesús está saliendo de la ciudad y el ciego que se entera le pide a gritos que se apiade de él. Aparentemente Jesús pasa de largo, lo que no desanima al buen hombre, al contrario, refuerza su petición de auxilio. Ante su insistencia, Jesús detiene sus pasos y le manda llamar y le pregunta: ¿Que quieres que haga por tí? Éste le responde: Señor, que vea. Esto es lo más sublime y grandioso que un hombre puede vivir, que sus ojos interiores se iluminen tanto que traspasando la humanidad de Jesús alcancen a ver su divinidad, al Hijo de Dios vivo, como le reconoció Pedro cuando Él les pregunto: "¿Quién decís que soy yo?". 
Entendemos la petición del ciego; en la Escritura, "ver", en su sentido más profundo, significa reconocer por dentro. Este hombre sabía lo que quería: que Jesús hiciese con él, la iluminación que engendra la Fe. Una vez que empezó a ver, siguió a Jesús, sabía que no seguía a un hombre, sino al Hijo de Dios Vivo.
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Mc 10,35-45
​Jesús dice a sus discípulos que va a ser entregado a los Sumos Sacerdotes, que será objeto de burlas y desprecios y que al fin le matarán; eso sí, que al tercer día resucitará.
¿Cuál fue reacción de ellos? Su reacción constituye el Evangelio de hoy. La verdad es que actúan como si no hubiesen oído nada; Juan y Santiago dan rienda suelta a sus ambiciones, a su hambre y sed de gloria, la que el tiempo relega al olvido.
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Mc 10,17-30
​Un joven se acerca a Jesús y le pregunta qué tiene que hacer para heredar la vida eterna. Jesús establece con él un diálogo en el que, en líneas generales, le hace saber que en su empeño en cumplir los mandamientos de la ley el joven no ha dado importancia al primero de ellos. Jesús se lo recuerda: Ama más las cosas-riquezas de Dios que las tuyas.
No le sentaron bien estas palabras de Jesús a este santurrón, de hecho Marcos señala que se alejó de Él, triste, contrariado, como quien da un portazo. Su actitud contrasta con la de aquel hombre, que al encontrar un tesoro en un campo, vendió todo lo que tenía para hacerse con ese campo (Mt 13,44). Este hombre no se desprendió de sus bienes a regañadientes ni exhibiendo renuncia alguna, vendió sus bienes por la alegría que brotó de sus entrañas ante la perspectiva de hacerse con el Misterio de Dios.. ¡ese era el Tesoro que su alma buscaba y lo había encontrado! .Está oculto en el Evangelio.. los sabios lo buscan y lo encuentran, es el Misterio que enriquece e ilumina sus almas imperecederamente. Por eso se alegran tanto.

Mc 10,2-16
Unos fariseos piden su opinión a Jesús sobre el matrimonio, recordándole que Moisés vio razones para permitir el divorcio. Su respuesta es meridianamente clara: Moisés dió vía libre al divorcio por la dureza de vuestro corazón. El matrimonio es un excelente proyecto de Dios para quienes lo quieran acoger y vivir; en cuanto proyecto divino, está abierto a un continuo crecimiento generado por la savia que fluye del Evangelio y los Sacramentos. El problema surge y se agudiza, cuando no es vivido como proyecto De Dios, sino como proyecto personal, como si dependiera de la pareja casada hacer crecer la frescura y la novedad del amor, frescura y novedad que provocan el continuo y gozoso asombro entre ambos. Al dejar de lado a Dios de tan sublime proyecto, se corre el peligro que la convivencia llegue a ser de una pesadez insoportable. Jesús achaca este triste desenlace a la dureza de corazón, dureza provocada por, como ya he señalado, porque se ha prescindido de Dios o por no haberle dado más que un papel decorativo en este proyecto de vida tan sublime,
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Atentos a lo que Jesús nos dice en este Evangelio: todo el bien que hacemos a alguien porque es discípulo suyo, a Él mismo se lo hacemos. Claro que vale también para el caso contrario, si hacemos daño a un discípulo suyo, a Él se lo hacemos. Recordemos cuando se le apareció a Pablo, perseguidor de los primeros cristianos; no le dijo: ¿Porque persigues a estos pobres hombres? sino ¿Porque me persigues?.  Esta es una bellísima noticia para todos aquellos que incluso con dudas y desviaciones llevamos en nuestra alma el deseo irrenunciable de llegar a ser discípulos del Señor Jesús y lo es porque hoy nos dice que se identifica con nosotros, también cuando caemos, siempre que sigamos con los ojos puestos en su Evangelio, Escuela del Discipulado.
El Apóstol Pablo, el antaño perseguidor, apasionado por Jesús hasta la médula del corazón y del alma canta exultante de gozo su nueva identidad: ¡su Señor viviendo en él!, y así lo proclama en su carta a los cristianos de Galacia: " Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi " (Gal 2,20)
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Mc 9,30-37 Jesús anuncia a sus discípulos su condena a muerte y también su resurrección y no le entendieron. Normal, ya que mientras les decía estas cosas, el corazón de ellos estaba pendiente de ambiciones infantiles, de hecho Marcos señala que discutían por quien era el más importante del grupo. No pocas veces también nosotros no entendemos ciertos pasajes del Evangelio por la única razón de que chocan con nuestros pobres intereses y orillamos el Evangelio, para preservarlos.  Así es imposible que cuajen las palabras de Jesús. Lo peor es que cuando orillamos sus palabras es porque no nos fiamos, a causa de nuestra debilidad, de que sirvan para nuestra realización personal y si no nos sirven las Palabras de Jesús porque no nos son de fiar, tampoco Jesús nos sirve ni nos es fiable. 
San Mateo acogió la invitación de Jesús a seguirle y al ver ganada la partida de la Vida, su Vida, dió una gran fiesta. 
Lo peor de no dar crédito de que el Evangelio de Jesús juega en favor nuestro, es intentar camuflar nuestra desconfianza hacia Dios con oraciones interminables y promesas de todo tipo. El sabio según Dios, acoge el Evangelio que sabe que le sobrepasa y espera amorosa y confiadamente que su Maestro y Señor haga de cada una de sus palabras una piedra-cimiento en la que asentar su vida sabiendo que ningún mal, ninguna desgracia, podrá derribarlo.
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Mc 3, 22-35 "Estos son mi madre y mis hermanos: los que cumplen la voluntad de Dios..." dijo Jesús señalando al grupo de discípulos que, sentados en torno a Él, escuchaban su predicación. 
Como somos tan moralistas, pensamos que llegar a pertenecer a Dios, que a esto se está refiriendo Jesús, nos parece una tarea imposible. Calma. La palabra "cumplir" no significa lo mismo en la cultura de Israel que en la nuestra. En Israel "cumplir" algo, significa alcanzar su madurez. En este sentido, "cumplir" la voluntad de Dios o su Palabra, que es lo mismo, implica una decisión de acogerla en el interior y protegerla de toda tentación de mediocrizarla con acomodos que surgen del escepticismo o de una interesada incredulidad.
Solo ésta libertad interior.. ¡Bendita Libertad! , indomable a toda componenda, permite el crecimiento en nosotros de la Fuerza y la Sabiduría propias del Evangelio de Jesús, que nos hace sus discípulos. Acerca de los que así escuchan al Hijo de Dios, dice Juan en su Evangelio que "les dió poder para hacerse hijos de Dios" Jn 1,12.. A ellos es a los que Jesús llama: "mi madre y mis hermanos".
(Padre Antonio Pavía- Misionero Comboniano)
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Mc 14,12-16.22-26  Hoy celebramos el Corpus Christi, la Fiesta de la Eucaristía. Ya el salmista llamó Pan de los Fuertes al maná que sustentó a los israelitas en su caminar por el desierto, hasta la Tierra Prometida (SL 78,25). Satanás tiene su propio poder sin embargo, se frena ante la Fuerza de Dios que emana de su Palabra y de la Eucaristía. Juan en su primera carta alaba a los jóvenes de su comunidad por haber vencido al Maligno (1 Jn 2,13). Solo con la Fuerza del Evangelio podemos vencer lo que Pablo llama "el combate de la Fe" (2 Tm 4,6-8) Combate sin el que no hay discipulado y que sólo podemos vencer con la Fuerza de Dios. Pasamos del testimonio de Pablo al de San Agustín quien en sus magistrales Confesiones abriendo su corazón al Hijo de Dios le hizo esta súplica: "Fuerza de mi alma, entra en ella y ajústala a Tí y poséela"

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano)
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Mt 28,16-20 í​Fiesta de la Santísima Trinidad. Jesús envía a sus discípulos por el mundo para anunciar el Evamgelio. Les dice: "Se me ha dado todo poder, id..".
No, no les envía al encuentro de los hombres, con remedios milagrosos ni fórmulas mágicas para aliviar sus males, sino con el poder de Dios Padre Hijo y Espíritu Santo que late en la Palabra, en el Evangelio y que actúa en quienes lo 
escuchan y acogen con sencillez. Éstos no experimentan ningún cambio repentino, pero sí viven paulatinamente un proceso bellísimo en su interior por el poder transformador del Evangelio que hospedan en sus entrañas.. la acción operante de la que habla Pablo en Ts 2,13. Es tal la seducción del Evangelio, que quien lo acoge, comprende que llegó la hora de dar el brazo a torcer ante el Único que le da la Vida que tanto busca aún inconscientemente. Ahi está el poder de la Palabra..no somete, seduce, te da anticipos de Vida,.. y como Dios ni quiere ni le apetece tener siervos, sino hijos, deja al hombre la última palabra decisoria para acoger o no la Vida y el Amor. 
Volvemos nuestros ojos a Pablo,.. no le fue fácil dar su brazo a torcer frente a Jesús a pesar de su aparatoso encuentro camino a Damasco.. al final se rindió y bendijo el día que lo hizo; podemos intuirlo a la luz de este testimonio imperecedero: "Ya no soy yo quien vive, es Jesucristo quien vive en mí " (Gal2,20). Esto mismo lo puede decir todo aquel que hospeda el Evangelio en sus entrañas.

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano)
Jn 20,10-23  "Recibid el Espíritu Santo...como el Padre me envió yo os envío a vosotros" Hoy celebramos Pentecostés, el envío por parte de Jesús, del Espíritu Santo a sus discípulos. Fijémonos que en las aguas del Jordán el Espíritu Santo se posó sobre Jesús y fue por ello que pudo llevar a cabo la misión con la que su Padre le envíó al mundo. Es decir que para cumplirla tuvo que ser revestido de la Fuerza y Sabiduría de lo alto, pues bien, solo desde esta misma Fuerza y Sabiduría,no entro en detalles de intensidad, Jesús envía a sus discípulos a Anunciar el Evangelio por el mundo. Los discípulos de Jesús no son dechados de heroísmo ni de generosidad. Estas " virtudes" tienen su desgaste que terminan por arrojarnos a la mediocridad sutilmente consentida. Los discípulos de Jesús se apoyan en la Fuerza y Sabiduría que les confiere su Señor y Maestro, por eso anuncian sin dar lecciones a nadie. Su Llibertad interior y exterior asombra a ricos y a pobres... se abren a todos sin atarse a nadie. No es fácil que el mundo les acepte, su insumisión a sus cánones solivianta a los que han renunciado a su lugar junto a Dios (Jn 14,3). Pentecostés: La Fuerza y Sabiduría de Dios al servicio de quien quiera ser discípulo del Señor Jesús. ¡Si! mucho tenemos que celebrar hoy los que haciendo caso omiso de nuestra debilidad nos hemos embarcado en esta Llamada-Epopeya de la Vida.
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Antonio Pavía.-Misionero Comboniano
comunidadmariamadreapostoles.com
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 (Mc 16,15-20).- No parece que sea una buena opción, invertir la riqueza de nuestra vida en un fondo tan volátil como es la precariedad. Este salmista nos habla de ella: "El hombre no dura más que un soplo ante Tí; pasa como una sombra, por solo un soplo se afana" (Sl 39,6..). Se trata de escoger entre soplos de vida, o de hacernos con la Vida que Jesús nos ofeece y la puede ofrecer porque la tiene en sí mismo: "Igual que el Padre tiene la Vida en sí mismo, también ha dado al Hijo tener la Vida en sí mismo" (Jn 5,26). La tiene y la da a sus discípulos, que llegamos a serlo por guardar sus palabras. El Evangelio en nuestro interior (Jn 14,23). Hoy celebramos la Ascensión del Señor Jesús al Padre, con su consiguiente victoria sobre la muerte.Si solo le atañera a El, no tendríamos nada que celebrar ,la cuestión es que ¡sí nos atañe! porque su Ascensión y Victoria, son nuestra Ascensión y Victoria.  "El que escucha mi Palabra...tiene Vida eterna y no incurre en juicio..."(Jn 5,24).
Jn 15,9-17.- Dice Jesús: "Ya no os llamo siervos porque los siervos no saben lo que hace su amo, os llamo amigos porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer". Este anuncio supone un salto cualitativo en la relación del hombre con Dios. Existe la relación de siervo, en la que a éste solo le preocupa quedar bien con su amo pero su corazón está lejos de él y la relación de amigos, que es como llama Jesús a sus discípulos. Para entender mejor esto, sepamos que en la Escritura la palabra amigo significa "mi otro yo". Seguimos partiendo la alocución de Jesús y nos sobrecoge al oír porqué razón llama amigos a los suyos y es porque así como su relación con su Padre está tejida por las palabras que El le habla y que componen el Evangelio, así es su relación con ellos al anunciarles las mismas palabras. Es por eso que al aparecerse a María Magdalena al resucitar, la da este encargo para sus discípulos...los de todos los tiempos : "Vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios" Jn 20,17

(Por el P. Antonio Pavía)
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Jn 15,1-8  Yo soy la Vid, vosotros mis sarmientos dice el Señor en el Evangelio de hoy. Solo a tí te toca comprobar si esto es verdad y se cumple, o no es más que una fábula de un embaucador.. así llamaron a Jesús los fariseos (Jn 7,47). 
Si Jesús es el Hijo De Dios, tenemos en nuestras manos la respuesta al problema que ha golpeado sin cesar a todo hombre de toda época, creencia y cultura: la Soledad. 
Por muy amplia y rica que sea nuestra proyección vital, si está enmarcada en los límites de lo visible, empíricamente llega un día en que éstos nos atosigan con su animal más dañino, la Soledad. No me refiero a la soledad física sino a la insufrible soledad de un alma inhabitada. Un alma que no es tocada, palpada por el Invisible, languidece poco a poco. El Evangelio de hoy abre una amplia puerta a la compañía que rompe toda soledad. Personalizamos las palabras del Hijo de Dios..Yo soy la Vid y tú mi Sarmiento, permanece en mí y yo en ti. Como vemos, Jesús no se impone, se pone a nuestra disposición.
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Jesús nos dice en este Evangelio que es el Buen Pastor que da su vida por las ovejas. Es oportuno puntualizar que si bien hay y ha habido en la historia multitud de personas que han dado su vida por los demás, éstos la disfrutaron durante un periodo de tiempo, lo que no quita nada la enorme grandeza de sus benefactores. Sin embargo, Jesús, porque tiene la vida en sí mismo, ( Jn 5,26) al dárnosla nos eleva triunfantes por encima de la muerte. Al entregarse, sabiendo que la daba con el poder de recobrarla de nuevo, tal y como lo oímos hoy, aplastó el estigma de la muerte. Sí, nos da la vida sin fecha de caducidad. Su Evangelio contiene "Palabras de Vida Eterna" como confesó Pedro (Jn 6,68) es por eso que quien las guarda dentro de sí.. "ya ha pasado de la muerte a la vida" (Jn 5,24)

Nos dice Lucas que Jesús resucitado abrió el entendimiento- en el lenguaje bíblico significa el corazón- de sus discípulos para que pudiesen entender las Escrituras. No se trata de un conocimiento académico sino de una sabiduría interior que emana de la Sabiduría de Dios. Quien la recibe es inmune a toda vanagloria, pues ha recibido una gracia no un máster bíblico. Es la Sabiduría que Jesús da a los que creen en su Evangelio y que es capaz de crear el discipulado, fidelidad incluída. Aspirar a esta Sabiduría es aspirar a Vivir (Dt 32,45-47). 
Al abrir sus corazones a la Palabra, está, como dice Pablo, "abriendo sus ojos interiores" (Ef 1,17-18). De este modo tenemos acceso al Innacesible, Dios y su Misterio. Supone pues un salto cualitativo, pues ya no es sólo creer que Dios exista, sino saber quién es y quién es para tí: tu Padre.
(Jn 20,19-31) CATEQUESIS: JESÚS LES  QUITÓ SUS MIEDOS.- Los Apóstoles están en el Cenáculo cerrados a cal y canto por miedo a los judíos.La noticia de la resurrección de Jesús corte de boca en boca y temen sus represalias, saben que están en el ojo del huracán. La angustia hace presa en ellos y no se creen mucho eso que les dijo el Señor que su vida era más valioso ante el Padre que las aves del cielo..Mt 6,26..En plena zozobra se presenta Jesús ante ellos con unas palabras y un gesto.Las palabras,la Paz con vosotros.Os la puedo dar porque como os anuncie; he vencido al mundo Jn 16,33.A continuación el gesto.Les mostró las manos traspasadas y el costado abierto, es decir las heridas con las que había comprado nuestra libertad ya que Satanás al someternos nos deja malheridos y solos frente a todo lo que nos limita y que los años se encargan de recordarnos.Sus heridas nos han curado profetizó Isaías Is 53,5..nos han rescatado proclamó Pedro 1 P 1,12-14. Y todo gratuitamente como adelanto el salmista " Nada tendrán que pagar los que se cobijan en Dios " SL 34,23. Efectivamente.nada todo lo pago El Señor.
Mc 14,1 - 15,47 .- CATEQUESIS: ¡DIOS MÍO! ¿PORQUE ME HAS ABANDONADO?.- Todos vivimos alguna vez y por diversas causas la angustia febril de la desesperación. El Evangelio de hoy, que proclama la Pasión y muerte del Señor Jesús, nos indica que ninguna de nuestras situaciones límite le es ajena. Relegado a lo más abyecto donde puede ser arrojado un hombre; suspendido entre el cielo y la tierra, Jesús se apropió de las entrañas dolientes de todo hombre y las hizo llegar al Padre al grito de ¡Dios mío! ¿Porqué me has abandonado? Su grito fue iluminado con la Luz del Padre que convirtió su desesperación en Gloria. No estoy postulando nada. Digo que se llenó de Gloria porque no fueron éstas las últimas palabras del Crucificado...sus últimas palabras fueron: ¡Padre en tus manos encomiendo mi espíritu! He ahí su proclamación victoriosa sobre el Príncipe de las Tinieblas, su carta victoriosa sobre todas las cartas de desesperación con las que nos amedrenta cuando flaquea nuestra entereza. Jesús, el Señor, entregó su Vida al tiempo que vivificó nuestro espíritu, para hacernos partícipes de su Victoria. Gracias a Él y a su Victoria todos estamos en condiciones de proclamar: ¡Padre...cuida mi espíritu..! y sobretodo poder decir al final de nuestro camino: ¡En tus manos encomiendo mi espíritu! 
Jn 12,20 -33 Si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto dice Jesús. A un grano de trigo no se le pregunta si desea que lo arrojen en la tierra para dar fruto.. a nosotros sí. Jesus nos pregunta si queremos poner nuestra voluntad debajo de la Voluntad de Dios con la única garantía del mismo Dios que te promete que su Voluntad es buena para tí, para tu realización como persona. Solo desde una amplitud de miras podremos atisbar que la propuesta de Jesús es excepcionalmente buena. La vida que nos vino de nuestros padres, tiene un mayor o menor ciclo vital enmarcado en unos límites. La que acompaña a la propuesta de Jesús se llama Vida. Al aceptar ser grano de trigo ¡Tú mismo eres el fruto eterno! Ser grano de trigo, no supone desertar de ninguna de tus potencialidades, al contrario las eleva a su máxima plenitud que es: Estar y Vivir por siempre en Dios.
(P. Antonio Pavía)
​Catequesis: Jn 3,14-21  "Nadie te ama como Él".- Nos dice hoy el Evangelio que Dios amó tanto al mundo que entregó a su propio Hijo, no para juzgar al mundo sino para salvarlo.  El anuncio, siendo de por sí impactante, nos sume en la más absoluta perplejidad al considerar que por su parte Jesús se dejó entregar, es decir que se dejó despojar de la vida, que la dió voluntariamente como Él mismo proclamó Jn 10,17-18. La lectura de su Pasión lo confirma. Se dejó entregar en la Última Cena por Judas justo después de proclamar: "Esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros..". Horas después, se sometió al veredicto del pueblo acerca de quién era más digno de conservar la vida: Él o Barrabás. El pueblo consideró más digno al asesino, por lo que Pilato soltó a Barrabás y le entregó a Jesús para que lo crucificaran .MC 15,15. Esto es el Amor. Podemos dejar que pase de largo, pero que sepamos que es el Amor que jamás muere.
​Jn 2,12-15 CATEQUESIS : ¿A quien escuchas tú? Hoy el Evangelio nos dice que Jesús entró en el Templo, Casa de Encuentro del hombre con Dios, y ve con dolor que no hay tal Encuentro pues los israelitas, poniéndose de perfil ante la Palabra, han reducido su relación con Dios a un culto a base de sacrificios que han convertido el Templo en una especie de centro de mercadeo.
​Jesús expulsa a todos: a los que compraban y a los que vendían. Detrás de este gesto está la relación de todo hombre con Dios. Necesitamos una Tienda de Encuentro en nuestro interior iluminada por la Palabra. El problema es que Adán y Eva escogieron las palabras del Tentador que solo valen para salir del paso. Ante tal falta de discernimiento para saber escoger, Dios-Palabra se hizo hombre y.. dejamos hablar a Juan:   ".. puso su Tienda entre nosotros" Jn 1,14. Ahora ya estamos en condiciones de escoger qué tienda queremos.. la que está siempre vacía o la Tienda de Encuentro preparada por el Hijo de Dios con su Evangelio para quien la quiera.
Mc 9,2-9 La trasfiguración y la venida de Elías  CATEQUESIS TÚ ERES MI HIJO AMADO.- Escuchad a mi Hijo dijo Dios a Pedro Santiago y a Juan en el monte Tabor. Es una exhortación sin ningún tinte moral, una invitación para que la Encarnación alcance su plenitud en el hombre. Escuchar a Jesús en su Evangelio nos abre al imposible y no hay mayor imposible que un mortal llegue a ser hijo de Dios. Pedro, uno de los testigos del Tabor, en su primera carta a la primitiva cristiandad les y nos hace saber que hemos sido reengendrados de un germen no corruptible sino incorruptible... ¡del mismo Dios! por medio de su Palabra viva y permanente: El Evangelio (1 P l 23-25)  ¡Escuchadle!,tronó la Voz en el monte. Él es mi Palabra que se sobrepone a toda coacción moral que a todos viene pequeña. ¡Escuchad su Evangelio!, de sus entrañas emanan mi Fuerza y Sabiduría...y Jesús dirá a quienes quieran ser sus discípulos: Escuchadme, conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.(Jn 8,31-32)... El Evangelio no os hará impecables pero sí libres para volver a volar.
​Marcos 1,12-15 EL VENDEDOR DE HUMO.- El Evangelio del primer domingo de Cuaresma nos presenta la triple tentación que Satanás, experto vendedor de humo, susurra al oído de Jesús. Nos centramos en la tercera: Si me adoras te daré toda la gloria del mundo. Quizás pensemos que sea una tentación más fantasiosa que real, pero si leemos atentamente el Evangelio vemos que es esa inclinación por "una gloria a ras de tierra"  lo que se interpone entre el hombre y el Hijo de Dios. Recordemos lo que dijo a los fariseos: "¿Cómo podéis creer, vosotros que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la que viene de Dios? Jn 5,44". Incluso después de resucitar a Lázaro, Juan comenta que la flor y nata de Jerusalén, aún creyendo en Jesús, le dieron la espalda porque prefirieron la gloria de los hombres a la de Dios Jn 12,42-43. Han pasado bastantes siglos y el vendedor de humo sigue ofreciendo su gloria que se puede ver, tocar y palpar .. pues está a ras de tierra antes que la Gloria Inmortal.
​Solo una lectura pasionalmente amorosa del Evangelio nos posibilitaría ver, tocar y palpar la Gloria que nos pertenece y escogerla
​Mc 1, 40-45 Curación de un leproso - CATEQUESIS: SEÑOR, SI QUIERES PUEDES LIMPIARME.-Un leproso se acerca suplicante a Jesús: ¡Si quieres puedes limpiarme! Tengamos en cuenta que la lepra en La Escritura simboliza la impureza de corazón. Este grito del leproso nos recuerda al de David ante su adulterio y asesinato: Señor crea en mi un corazón puro Sl 51,12. Jesús dice al leproso.. ¡Claro que quiero, para eso he venido al mundo, para sanear y limpiar vuestros corazones!. Esta es la actitud de Jesús ante quien se le acerca para que levante su vida un tanto deshecha. El que así busca al Hijo de Dios ve asombrado como cumple en él una de sus promesas más fascinantes: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.Mt 5,8."
San Agustín nos la interpreta catequéticamente así: "Tengamos por cierto que los limpios de corazón son los que ven a Dios, conocen su voluntad, escuchan su Voz, interpretan su Palabra..."
​Mc 1,29-39 Curación de la suegra de Simón. CATEQUESIS: COMO Y PORQUÉ REZABA JESÚS.- Hoy vemos a Jesús que sale al amanecer de la casa de Pedro para rezar. Nos preguntamos como rezaría. No creo que rezase porque era "lo que tocaba" según su programa. Jesús va junto al Padre porque le necesita...necesita sus palabras llenas de Vida y Fortaleza para poder llevar adelante su misión; las pruebas se multiplican, el pueblo, tan ufano de su elección, ha banalizado por completo su relación con Dios.. sus cumplimientos son una mascarada...y descargan sus frustraciones sobre Él. Por eso va al Padre...para que le sostenga en una misión que, bien lo sabe, le llevará al Calvario. La oración no es una evasión sino que es la razón de su fidelidad. A los que queremos seguirle, nos dice:  "Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres." Jn 8,31-32
​(Antonio Pavía)
​Marcos 1, 21-28 CATEQUESIS: ¿HAY ALGO ENTRE TÚ Y JESÚS?.-En este Evangelio, vemos a Jesús predicando en la sinagoga de Cafarnaún. A un cierto momento y ante la Fuerza y la Luz que emanan sus palabras, un demonio que estaba bien asentado en uno de sus oyentes a voz en grito elevó sus protestas; inmediatamente Jesus le expulsó. Como he dicho,  este demonio estaba bien instalado en este hombre al que no le importaba mucho y al que ni le cuestionaba su vida. Este conformarse a los dictados de Satanás somete al hombre hasta tal punto, que como confiesa Pablo de si mismo, le induce a hacer lo que no querría (Rm7,14..) Esta situación anómala tiene sus días contados para quienes deciden emprender el camino del discipulado abrazándose al Evangelio. No son mejores que nadie ni tienen esa pretensión pero saben que la Palabra, que primero escuchan y después acogen, permanece operante en sus entrañas como dice Pablo (1 Ts 2,13) Operante, es decir que trabaja en ellos dándoles la Fuerza y Sabiduría propia de Dios. Solamente así se puede llegar a ser discípulo del Señor Jesús.
(por el padre Antonio Pavía)

CATEQUESIS.-  NO HAY CONVERSIÓN SIN EL EVANGELIO.- Las sorpresas que el Señor Jesús tiene preparadas para en su momento engancharnos a Él, son tan originales como inestimables. Hoy vemos  que ofrece a Pedro y Andrés una imposible de llevar a cabo: Venid conmigo y os haré llegar a ser pescadores de hombres. Está asociando a estos hombres a su misión:  rescatar a la Humanidad del poderío de Satanás, simbolizado en el mar. Bien saben Pedro y Andrés que están a años luz de la propuesta de Jesús, pero como saben escuchar, han oído que será Él quien les haga ser... Entendieron que seguirle para ser sus discípulos no era cuestión de hacer, sino de "dejarse hacer" por Él.  Por eso, dejándolo todo, le siguieron...
​Jn 1, 31-42 Los Primeros discípulos CATEQUESIS.- LA MIRADA DE JESÚS.-Mucho tiene que ver el amor con el cruce de miradas, lo vemos en el Evangelio de este domingo. Jesús fija su mirada en Pedro con tal intensidad, que consigue hacerse paso y asentarse en su corazón. La originalidad de esta mirada es que no se desvanece con el tiempo, al contrario,  como el buen vino, adquiere más solera.​Después de su triple negación, Pedro, abatido por completo, piensa que Jesús lo ha descartado. A esto se añade que no se perdona haber caído tan bajo, cuando de pronto, ve a Jesús que es llevado a juicio y para su sorpresa, éste vuelve la cabeza y repite su mirada. La verguenza y la culpa fueron barridas por este Amor incomprensible. Desde entonces Pedro vivió su discipulado bajo el fuego del cruce de miradas con el Hijo de Dios. No le envidiemos, este cruce de miradas esta a nuestro alcance ...es parte del Misterio que esconde el Evangelio de Jesús... los que lo buscan lo encuentran.
​Lc 3,15-16; 21-22 CATEQUESIS:  BAUTISMO DE JESÚS.-Conforme un discípulo de Jesús va alcanzando su madurez, su oración, como la de su Maestro y Señor penetra los cielos abriéndolos; entonces resuenan en los oídos de su alma la Voz de su Padre que le dice: ! Tu eres mi hijo amado,mi hija amada en quien me complazco ! Lc 3, 15-16; 21-22
​Lc 7,18-29 Pregunta del Bautista y testimonio de Jesús TUYOS SOMOS SEÑOR.-Todos los hombres de Dios maduran y crecen en su fe a la luz de sus noches oscuras. El Evangelio de hoy nos habla de la noche oscura vivida por Juan Bautista en la cárcel. Fue tan espesa, que a pesar de haber reconocido a Jesús como el enviado por el Padre tal y como habian anunciado los profetas,en su soledad,dudó de Él. La crisis de este hombre ilumina nuestras dudas y he aquí uno de los prismas más bello de lo que la Iglesia llama la comunión de los santos: los resplandores que irradian estos hombres y mujeres vencedores de sus tinieblas, iluminan y llenan de esperanza nuestras tinieblas
​Mc 13,35 Estar alerta para no ser sorprendidos  Dios junto a mÍ. ​Velad, estad alerta: El Señor viene a nuestro encuentro para darnos la Vida que no está al alcance del poder del Mal. Éste es el mensaje del Evangelio de hoy. Es un velar pasionalmente, con la intuición de que estamos ante una ocasión excepcional que nos lleva al descanso del alma. Jesús se nos acerca con unos bienes que no conocen el desgaste ni el hartazgo (Lc 12,33 ) Son para aquellos que por la pasión con la que los buscan...llegan a encontrarlos. Son los que oyen la Voz del Señor Jesús y la abren las puertas de su alma. Acontece entonces el Bien de todos los bienes: estar con Dios cara a cara, tú a t
​Mt 25,31-46 El Juiio final BUSCANDO A DIOS.- No me busques en el vacío, dice Dios a su pueblo (IS. 45,19) ni en todo aquello que es pasajero. Búscame en mi Palabra pues en ella esta la Vida (Jn 1,4). Jesús proclama que sus ovejas escuchan su Voz y que por eso vadean el valle de la muerte y tienen Vida Eterna (Jn 10,27-28) La primera Voz que escuchan los que quieren ser discipulos de Jesus es: "Venid conmigo..". Durante su caminar por la vida experimentan encuentros, desencuentros, ánimos y desánimos... lo normal en todo crecimiento. Poco a poco el Evangelio va afianzando en ellos la fidelidad. La última Palabra que escuchan... como vemos en el Evangelio de este domingo es: ​¡Venid, benditos de mi Padre! Sí sois benditos... y Él os quiere porque me habeis querido a mí (Jn 16,27).
​Mt,25,14-30.- Parábola de los talentos Catequesis: Al atardecer de la vida.Los bienes propios de Dios como son: el Amor, la Verdad, la Belleza que emana la Transcendencia ..etc, brillan con luz propia en aquellos que tuvieron la amorosa audacia de escarbar con las manos de su alma el Evangelio de Jesús hasta encontrarlos. ​Al atardecer de la vida, estos bienes se abren en un Alba inmarcesible hacia el Rostro del Padre que reconoce en ellos a sus hijos.  Al atardecer de la vida, nos daremos cuenta que nunca habíamos envejecido pues cada vez que encontrábamos Vida en la Palabra, el tiempo se detenía respetuosamente ante los bienes eternos que colmaban nuestra alma.   Al atardecer de la vida, comprenderemos que las confidencias que nos había hecho Dios no eran un delirio.   Esto es lo que quiso decir Jesús en la parábola de los talentos a los que recibieron y acogieron su Evangelio.
​Mt 25,1-13 Parábola de las diez Vírgenes Catequesis TU CORAZÓN Y DIOS.- En el Evangelio de hoy, Jesús nos presenta cinco vírgenes necias y otras cinco llenas de Sabiduría. Tengamos en cuenta que el término virgen en la Biblia apunta preferentemente a la virginidad del corazón por el hecho de estar marcado por el sello de la infinitud y esto implica que el encaje natural del corazón solo puede ser Dios. Una persona que va tras la Sabiduría del corazón, conoce la debilidad, el error y hasta la rebeldía contra Dios..pero es celoso de la verdad y es por ello que termina por deshechar todo encaje artificial al que ha sometido a su corazón. Entonces ya está preparado para hacer suya la intuición genial de San Agustín aunque no tenga conocimiento de ella :  "Nos hiciste Señor para Tí y nuestro corazón estará insastifecho hasta que descanse en Ti "
​Mt 23,1-11 Hipocresía y vacuidad de los escribas y fariseos Catequesis ENTRA EN COMUNIÓN CON DIOS".- ""Cuidaos de los fariseos -dice Jesús a sus discípulos- porque lo que dicen no lo hacen." ​Detrás de esta advertencia, Jesús nos está queriendo decir que las leyes de este mundo, incluidas las morales, nos indican qué conducta hemos de seguir, pero no contienen ninguna fuerza cuando chocan con nuestros intereses o caprichos, es decir que nos dejan indefensos. Los fariseos saben que lo que dicen no lo pueden hacer, pero como les gusta el aplauso y admiración de la gente las cumplen externamente, de cara a la galería. Para curarnos de una vida así, tan ridícula como enfermiza, Jesús nos da su Evangelio lleno de su Fuerza y su Sabiduría y por eso tiene el Poder de "decir y hacer." Claro que para ello hemos de abrazarnos a sus Palabras que saben a Dios, cosa que "los sabios de este mundo" no están dispuestos a hacer. Vivir el Evangelio no es cuestión de generosidades sino de ser "Sabios según Dios", supone entonces saber escoger. 
Mt 22, 34-40 El mandamiento principal CATEQUESIS ¿QUÉ HAY ENTRE TÚ Y EL EVANGELIO?.- Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas"  nos dice Jesús hoy. ​Ese Amor que es creado por la fidelidad, ese Amor inalcanzable para nuestra escasa fuerza... Nos parece grandioso amar así, pero ¿cómo será posible si sólo conocemos a Dios de oídas?... Jesús nos dice que sí, que es posible amar así, para todo aquel que guarde su Evangelio en su corazón..  más aún, promete que Él y el Padre habitarán en quien así acoja sus Palabras.. en quien se alegra ante ellas como quien encuentra un tesoro. (Sl 119,162). Dios se acerca tanto a los que así valoran sus palabras, que les abre a su intimidad.. perdón Intimidad. Se llama Vida en plenitud.
​Mt 22,15-22 El tributo debido al César CATEQUESIS: A IMAGEN DE DIOS
​En el Evangelio de hoy, Jesús anuncia que si bien hemos sido creados a imagen de Dios, esta imagen nuestra está sujeta a la acción devastadora del Maligno. (así llama el Hijo de Dios a Satanás). Una imagen así deformada, es despreciada en el juicio por Dios, como nos dice el salmista (Sl 73͵20). Jesús no tiene ninguna intención de amedrentar a nadie, al contrario, nos ofrece el Evangelio para grabar en nuestras entrañas la imagen divina que nos fue y es arrebatada por nuestro Adversario.. recordemos que Satanás significa Adversario... Nos alegramos con San Pablo que nos dice que hemos sido llamados por el Evangelio para que con su Fuerza se reproduzca en nuestra alma la imagen del Hijo de Dios (Rm 8,29).
​Mc 1,29-39 Curación de la suegra de Simón COMO RESUCITAMOS
​El Evangelio de hoy nos dice que Dios invita a todo hombre a participar de un banquete. Damos a la palabra invitar todo su alcance, que implica que es el hombre quien tiene que decidir si acepta o no la invitación de Dios. Somos nosotros los que tenemos que situar o no la invitacion en la lista de nuestras prioridades, jamás se le ocurrirá a Dios interferir en nuestra libertad. Dios es quien invita y tú quien prioriza. Sin embargo, es bueno señalar en qué consiste el banquete al que somos invitados... pues consiste en el ofrecimiento por parte de Dios para entrelazar tu vida, la temporal y eterna con Él. Aun siendo una perspectiva que nos abre a la Plenitud...aun así.. Dios nunca elegirá por tí...es a tí a quien le toca.(Por el padre Antonio Pavía)
​Mt 21,33-43 Parábola de los viñadores homicidas CATEQUESIS MI HERENCIA ERES TÚ, SEÑOR.- ​A todo hombre se le abren en su vida dos herencias; una, la del mundo, marginando a Dios, y la otra, el mismo Dios, a quien subordinamos los frutos de nuestros trabajos. La herencia huérfana del soplo de Dios no está mal, tiene su aliciente, pero el tiempo se encarga de mostrarnos que es insuficiente y solo se conforman con ella los que poco esperan de su vida. 
​Mt 21,28-32 Parábola de los dos hijos CATeQUESIS  TU AMOR VALE MÁS QUE MI VIDA.- ​El Evangelio de hoy nos dice que un padre propuso a sus dos hijos ir a trabajar a su viña. El primero le dice que no le interesa, pero recapacita y va. El segundo le dice que va, pero al final no aparece. Este es el típico cantamañanas, esta dispuesto a "hacer cosas" que quiere por Dios, pero de hacer la voluntad De Dios, nada. Este es el problema de los que dicen que creen en Dios pero que pasan del Evangelio de su Hijo. Pasan porque no creen por ejemplo en palabras como:" El que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la ganará" Mc 8,35. Su problema es que no considera fiable el Evangelio y por tanto tampoco a Dios. Volvemos al que de entrada dijo no a su padre. Es un hombre sincero que piensa que si el Evangelio no es fiable, no pinta nada metiéndose en rezos,  cofradías y ceremonias. Algún día podrá llegar a decir a Dios como David: "Tu amor vale más que la vida.." Sl 63,4..la misma que no quiso poner en manos de Dios, entonces se acercará a El y le dirá! Aqui me tienes, voy a tu viña!
​Mt 20,1-16.- Parábola Obreros de laViña SABER ESTAR CON DIOS.- Jesús nos habla del propietario de una viña que sale una y otra vez buscando quien quiera trabajar en ella. El propietario representa a Jesús, que llama sin cesar a personas que quieran ser luz y sal para el mundo. El problema está en los que le dicen que sí "aguantando el peso del día y del calor" a disgusto, el cumplir por el cumplir no sea que nos castigue. Estos trabajadores..que sí que los hay..nunca llegarán a ser discípulos de Jesús..se mueven entre el fanatismo y el avinagramiento. La paga del discípulo es la de estar con el Señor Jesús. Acontece entonces la Fiesta del alma.. el saber estar con Dios. Por supuesto, este es el mejor salario.
​Jn 20, 19-24 Apariciones a los dicípulos CATEQUESIS SEÑOR DAME TU ESPÍRITU Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.»¡Señor dame tu Espíritu!.- Una de las fuentes que mana del Espíritu Santo enviado por Jesus a la Iglesia, es aquella cuyas aguas infunden la Verdad. Jesús nos habla de ella inequívocamente: "...El Espíritu de la Verdad que os guiará hasta la Verdad completa" Jn 16,23Jn 20, ​Feliz el hombre que tiene sed de la Verdad, ¡sí feliz y bienaventurado! porque la Verdad trae consigo la Sabiduría y la Fuerza con la que podra deshacer la Mentira con la que el Tentador acaricia nuestros oídos para ponernos de espaldas a Dios que es Padre. La Verdad es propia de los discípulos de Jesús, en ella se asienta la Libertad en estado puro. Jn 8,31-32
​Mt 28,16-20 Aparición en Galilea y misión universa CATEQUESIS Y después de la muerte.. ¿Qué?.- Antes de subir al Padre, Jesús le expresa un deseo en favor de sus discípulos: "Padre, quiero que donde esté yo, esten tambien ellos conmigo " Jn 17,24 Conforme avanza el transcurso de nuestra vida, vamos superando peligros y enfermedades, no obstante con el paso de los años, nuestra vitalidad, también nuestras perspectivas se van mermando. Ante esta tozuda realidad, puedo afirmar que no hay mayor absurdo y fracaso existencial que aceptar que la propia muerte no se diferencie en nada de la de cualquier animal, de la de un perro por ejemplo. Abrámonos al que dignifica infinitamente nuestra existencia, al Hijo de Dios el que nos llama a ser sus discipulos ,a vencer a la muerte,a vivir con Él en el Padre.
​Jn 14,15-21 La despedida  CATEQUESIS ¿AMAMOS VERDADERAMENTE AL SEÑOR?.- "El que me ama guardará mi Palabra", dice Jesús en este Evangelio. ​Se guarda y se defiende con uñas y dientes aquello que realmente nos importa e interesa, lo que tiene que ver con nuestra seguridad, nuestra vida, integridad..etc. En este sentido, guardar el Evangelio de Jesús no es cuestión de ser "generosos" con Él, sino sabios. ¡Si! sabios por defender frente al Tentador la Vida que emana del Evangelio del Hijo de Dios. Guardarlo es guardarte a tí mismo ante el poder del Mal. Es recibir la capacidad de caminar sobre las aguas impetuosas de la vida sin ser sumergido por su violencia. Guardar la Palabra, es Guardar a Dios. En eso sabemos que nos ama, en que se deja guardar por tí en tu alma.
​ Jn 14,1-13 La Despedida .Catequesis: Jesús nos lleva al Padre.  Nadie va al Padre sino es por mí, dice Jesús en este Evangelio. Podríamos preguntarnos cómo nos conduce hasta el Padre pero Él mismo se nos adelanta añadiendo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida". Como no nos sirven frases hechas por muy sugestivas que sean, aclaremos ésta diciendo que su Evangelio es la Voz que se hace Camino, Verdad y también Vida. Esta promesa de Jesús de llevarnos al Padre brilla en todo su esplendor a la luz de la confidencia que hace a sus discípulos.."El Padre mismo os quiere porque me queréis a mí" Jn 16,22
​Jn 10,1-10 El Buen Pastor CATEQUESIS LA VOZ DEL BUEN PASTOR ATRAVIESA EL ALMA.-Mis ovejas distinguen mi voz de la de los extraños," dice Jesús. La Voz de Jesús resuena en la acústica del alma. Cuando un hombre percibe el hambre de su alma, encontrar a Dios ya es solo cuestión de tiempo. Jesús es la Voz del Padre, su Evangelio va al encuentro del alma incompleta sin Dios. El Evangelio de hoy nos alerta de voces extrañas proclamadas por pastores extraños a Dios. Son voces vacías, cargadas de personalismos, tan vacías como sus proclamadores. Por el contrario la Voz de Jesús y de sus discípulos resuena en el alma con un primer grito.. ¡Vive! .- ​Los verdaderos buscadores de Dios, como desperezándose de un mal sueño, se alegran de haber sido encontrados por su Buen Pastor.
​Los Ojos del Alma sí pueden ver a Jesús.- Bienaventurados los que crean en mí sin haberme visto dice Jesús a Tomás. Les llama bienventurados no porque sean más sufridos o austeros que los demás; no va por ahí la alabanza de Jesús. Se está refiriendo a aquellos que dieron crédito a esas intuiciones de su alma que como decía Henri Bergson claman por la Transcendencia. Si, impulsados por sus intuiciones a las que arroparon con el Evangelio y pudieron reconocer a Jesús como el Señor, el Hijo de Dios.​Dice San Agustín que llegaron a verle con los ojos del alma...que son más perspicaces y profundos que los del cuerpo
​(Mt 27, 27-32; 39-51) Coronación de espinas; Jesús en la Cruz, ultrajado.- CATEQUESIS: ¡Hay que matar al Hijo de Dios! ​A fuerza de dar crédito al Padre de la Mentira, así llama Jesús a Satanás (Jn 8,44), llegamos a considerar a Dios como el gran Enemigo de nuestra autonomía, por lo que mejor será ignorarlo o llegado el caso expulsarlo de nuestra vida. El problema es que la Mentira cobra a su debido tiempo un precio altísimo a sus servidores. Bien lo sabe el Hijo de Dios quien por eso mismo se dejó levantar en la Cruz para proyectar desde ella su luz sobre los que creyeron en los placebos del Tentador. Desde ella cumple su Promesa : "Cuando sea levantado a lo alto, atraeré a todos hacia mí" Jn 12,32 Irresistible es desde hace 2000 años la atracción que el Evangelio ejerce sobre los buscadores de Dios. Llena de divinidad nuestra rica humanidad.
​Jn 11, 1-5; 17-26;41-43 Resurrección de Lázaro .- Catequesis: "Señor, el que Tú amas soy yo".- ​"Aquel a quien tu quieres está enfermo" He ahí el S.O.S. que las hermanas de Lázaro hicieron llegar a Jesús. No hay duda, por más que relegemos a la muerte al desván de nuestra conciencia, ahí está ella con sus miedos haciéndose notar de mil formas. Dios ama a todos y desea sofocar.esa especie de sobresalto desagradable que suscita la muerte cuando se hace notar. Jesús viene con la Buena Noticia de que la muerte ha sido vencida, que no es una estación terminal de la existencia, sino estación de transbordo hacia la Vida. El anuncio del Evangelio es como un certero misil en la linea de flotación del fatalismo de que aquí termina todo. Porque este fatalismo es la peor de las enfermedades, los discípulos de Jesús vamos hacia el hombre con esta Palabra : ¡¡¡ Vive 
​ (Jn 9, 1-11;29-40) Curación de un ciego de nacimiento CATEQUESIS: SEÑOR, DÉJAME VERTE.-​Nadie mas ciego que aquel que ante los latidos de su alma, que quieren ser gritos de auxilio para hacerse notar, intenta acallarlos con una huída hacia adelante envuelto en oscuridades. En su caminar hacia ninguna parte se apoya en sus razones y cosas que por mucho que las valore nunca estarán a la altura de lo que él mismo es y que los latidos de su alma reclaman. Jesus pasa al lado de uno de estos ciegos y le abre los ojos. El buen hombre supo entonces que lo que pedía su alma, que había sido hecha a imagen y semejanza de Dios, no era una fantasía  sino un afán irreprimible por conectar con el Autor de dicha imagen de la que era portadora
​(Jn 4,5-19) Jesús entre los samaritanos CATEQUESIS: UNA FUENTE DE VIDA EN TUS ENTRAÑAS.- ​Quien pretenda vivir con el agua que almacene en sus manos, poco a poco irá tomando conciencia del drama que supone el no poder retenerla; por mucho que se esfuerce, se le escapa poco a poco. Puede volver a llenar sus manos, pero no podrá impedir que se le vuelva a escapar. Dice Jesús a la samaritana.. "El que beba del agua que yo le dé....se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna Jn 4, 14 Cuando guardamos El Evangelio del Hijo de Dios en nuestras entrañas se convierte en un inagotable Manantial de Vida.
​(Mt 17,1-10)  La Transfiguración.- CATEQUESIS: ¿CÓMO RESUCITAREMOS?.- Somos dados a multiplicar prácticas religiosas y sacrificios pero no tanto lo que Dios Padre nos dice en el Evangelio de hoy : ¡Escuchad a mi Hijo, escuchadle, Él es mi Palabra que os da la Vida!.​ ¿Porqué esta cerrazón? Porque no confiamos en Jesús, en palabras como por ejemplo.."El que quiera salvar su vida la perderá pero quien la pierda por mí y por mi Evangelio, la salvará Mc 8,35. Ante planteamientos como éste somos tentados a dar largas al Señor Jesús con falsas salidas como prácticas pías, romerías, sacrificios o bien nos volvemos escépticos. Fe en Jesús y en su Evangelio son indisolubles
​(Mt 4,1-11) Tentaciones en el desierto.- CATEQUESIS: EL PAN QUE SABE A DIOS.- El Evangelio de hoy nos presenta el mayor y más venenoso engaño al que Satanás puede someternos. Nos susurra en el interior que busquemos primero resolver nuestros problemas personales, esto es - el pan de esta vida- y una vez ya situados y satisfechos, ya tendremos tiempo para buscar a Dios y su Pan, Vida de tu alma. La propuesta tiene apariencia de sensatez, pero rezuma olor de muerte para quien la acoge, pues bien sabe Satanás que, hayamos logrado lo que hayamos logrado, nuestro corazón siempre querrá más y más por lo que nunca encontraremos tiempo para buscar a Dios... es decir para tí mismo, para tu alma que es lo mismo con un mínimo de seriedad.
​Mt 6,24-34) Dios y el dinero; Abandono a la Providencia.-CATEQUESIS.-JESÚS TU MAYOR RIQUEZA.- No podeis servir a Dios y al Dinero dice Jesús en el Evangelio de hoy, y puntualiza: amarás a uno y despreciarás al otro. Nadie puede escoger por tí, ambos están presentes en el campo de tu libertad y tú decides quien quieres que dirija tus pasos. El dios dinero te ofrece su gloria que es muy llamativa...como el esplendor de unos lirios que aun siendo preciosos, duran lo que duran por muy bien que los cuides. El Señor Jesús te ofrece ser partícipe de su Gloria. Él te acompañará en tu caminar por la vida y estará contigo cuando traspases el umbral de la muerte. Jesús es Eterno, su Gloria de la cual participas también .Tú escoges..
​(Mt 5,38-48) La justicia nueva, superior a la antigua.- CATEQUESIS: EN EL CORAZÓN DE DIOS.- Amar al que te odia, al que te hace daño, como dice Jesús en el Evangelio, depende del corazón. ​Si tu corazón está presionado por las cosas de este mundo y que has hecho tuyas, las defenderás con uñas y dientes porque no tienes mas que eso: "estas cosas". Ahora bien, si tu corazón es movido por la  Fuerza del Evangelio hacia "las cosas De Dios", tienes la libertad y la elegancia de espíritu para sortear las ataduras y conflictos propios de quien esta sujeto a esas cosas del mundo. Quien se desvive por ellas es porque no tiene otra pertenencia. El discipulo de Jesús sí tiene otra pertenencia... La Pertenencia: DIOS. Por eso es un triunfador
​(Mt 5,17-24) Cumplimiento de la Ley.- CATEQUESIS: ABRAZADOS AL EVANGELIO.- "No he venido a abolir la Ley sino a dotarla de plenitud" dice Jesús. Si intentamos cumplir el Evangelio a base de moralismos y buenos propósitos lo normal es caer en el desencanto o el fariseismo. Entonces.. ¿Es una utopía el Evangelio? En absoluto. Se trata de acogerlo sin ínfulas moralistas, desentrañar  la Fuerza y Sabiduría divinas que contienen sus Palabras. Juan llama al Evangelio, la Plenitud de la Gracia y Pablo, que antes había sido prototipo del fariseísmo, lo llama sin más..."El Evangelio de la Gracia" Hch 20,24
​( Mt 5, 13-16) Sal de la tierra y luz del mundo.- CATEQUESIS: Una Luz dentro de tí.-"Vosotros sois la Luz del mundo", dice Jesús a sus discípulos.  ​Nadie como quien se pierde en el monte en una noche oscura distingue, al tiempo que agradece, el más leve destello de luz que avista en el horizonte. La oscuridad es pesada y provoca en nuestro interior miedos insospechados. Pésimo servicio hacen pues a "los que viven en tinieblas y sombras de muerte"(Lc 1,79) aquellos que habiendo sido llamados para iluminar los corazones sombrios, los empujan, por sus tibiezas, a parajes más inhóspitos y oscuros...
( Mt 5, 1-12) Las Bienaventuranzas.- CATEQUESIS: Hijos Amados de Dios.- Jesús llama Bienaventurados a aquellos que consideran que su Evangelio es fiable. Considerar fiable el Evangelio del Hijo de Dios, no es cuestión de voluntarismos, que tienen corto recorrido, sino de apostar con Sabiduria. Una apuesta en la que está en juego ser pastoreados por la Muerte (Sl 49,14-15) o por Aquel de quien, como testificó Pedro, tiene palabras de Vida Eterna (Jn 6,68). Los discípulos del Señor son los nuevos anawin, aquellos que frente a las prebendas sociológicas que les ofrecian sus opresores en Babilonia a cambio de apostatar, apostaron y escogieron vivir bajo la tutela-amparo de Dios que no los defraudó jamás. Los discípulos de Jesús escojen vivir bajo la tutela-amparo de su Evangelio y podemos testificar que a lo largo de 2000 años su Buen Pastor estuvo siempre pendiente de ellos. 
​(Mt 4, 12-22) Vuelta a Galilea; Llamamiento de los cuatro primeros discípulos.- CATEQUESIS: VENID CONMIGO.-Venid conmigo, dice Jesús a unos pescadores que al punto dejando sus redes le siguieron. ¿Qué tiene Jesús para cambiar tan radicalmente la vida de las personas que escuchan su Evangelio? Tiene, que sus Palabras saben a transcendencia, impulsan la Vida Eterna que llevamos impresa en nuestro ser. Recordemos cuando dijo : "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6). Esta proclamación frente al camino que culmina en la muerte, las medias verdades que tanto condicionan nuestras opciones y la vida desprovista de Transcendencia, rezuma esperanza. El Evangelio del Hijo de Dios, su invitación a seguirle, es un envite altamente atrayente. Puedes preguntarte: ¿... y si esto no es más que una quimera más? 
​(Jn 1,29-34).- CATEQUESIS: EL TESTIMONIO DE JUAN BAUTISTA.-"Aquel sobre quien veas que se posa el Espíritu Santo en las aguas del Jordan, ese es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo".  Con este anuncio/promesa de parte De Dios, Juan Bautista emprende su misión con la "imprudencia" propia de aquellos que le hacen caso, haciendo suya su Palabra. Apoyándose únicamente en Ella se encamina al Jordán para ser testigo de su realización. Juan Bautista representa lo mas genuino de la fe. No piensa en el futuro, solo en el presente, cargado con la Eternidad propia de la Palabra que le impulsa, mueve y sostiene. Escuchó, se fió y obedeció. Una fe así no nace de libros, cursos, simposios...nace del amor obediencial. Nuestro amigo fué al Jordan y vió que lo que Dios le había dicho se cumplía. Pudo entonces decir como Job: "Antes te conocía de oídas, ahora mis ojos te han visto" Jb 42,5  Todo aquel que se fía del Santo Evangelio termina viendo a Dios con lo que Pablo llama "los ojos del corazón" Ef 1,18
​(Mt 3, 1-12) Predicación de Juan el Bautista.- CATEQUESIS: ¡Señor cambia mi corazón!.- ¡Somos hijos de Abraham! Bramaron airados los fariseos en sus corazones ante la llamada a la conversión formulada por Juan Bautista en nombre de Dios. Estamos con el problema de siempre, frente a la conversion que se nos propone nos sentimos ofendidos y es que como diría Jesús, el que no tenga una capa de fariseismo en su interior, que arroje la primera piedra. ¡Cuando entenderemos que el Evangelio juega a nuestro favor, no en contra...! ¡Cuando llegaremos a ser sabios segun Dios!.
​(Mt 24, 37-44) Catequesis: Ël Señor viene¨.- Estar alerta para no ser sorprendidos.- Esperar con anhelo a alguien, denota cierta vitalidad.
​Esperar apasionadamente al "Alguien", refleja sintonía con la Vida, la que arroja al tiempo con sus años al rincón del olvido. Tanto el tiempo como los años nos acompañan y acompañarán pero el discípulo del Señor Jesus es consciente de que son relativos  y caducos hasta que Dios esculpe en ellos el sello de su Eternidad. El Adviento proclama que la Fiesta de estar con nuestro Maestro y Señor no tiene fin y es que Él viene para elevarnos a su altura. Esto es lo que celebramos en Adviento. 
​(Lc 23, 35-43) El buen ladrón.-CATEQUESIS: ACUERDATE SEÑOR.- ¡Qué inmensidad de amor, compasión, ternura y misericordia tuvo que percibir el buen ladrón en el Rostro del Hijo de Dios Crucificado que, sobreponiéndose a todos los resentimientos que le habían inducido a hacer daño a los demás le suplicó: ¡Señor, acuérdate de mí cuando vengas con tu reino!. 
(Lc 21, 5,19) Discurso sobre la ruina de Jerusalen (Introducción y señales precursoras).- Catequesis: "Seréis odiados".- "Seréis odiados por todos por mi causa.." nos dice Jesús en este Evangelio. Mal lo tendríamos, los que queremos ser sus discípulos, si junto a tal odio no tuvieramos la promesa de ser amados por Él con un Amor único, eterno..  "Con amor eterno te amé.." nos dice Dios a todos por medio de Jeremías (Jr 31,3) y esta es nuestra baza segura. Apostamos por el amor que no muere, el único que está a la altura de las exigencias de nuestro corazón y nuestra alma. Alcanzar este amor, no es cuestión de suerte sino de saber buscar con qué Amor quieres ser amado.
(Lc 20, 27-38) La resurrección de los muertos".-Catequesis: Él me llama por mi nombre.- "Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, porque soy Dios de vivos no de muertos". Con estas palabras Jesús da respuesta  a unos saduceos que con no poca ironía, le cuestionaron acerca de la resurrección. Al hablarles así, ratifica su envío por parte del Padre como el Buen Pastor que conoce a sus ovejas y a cada una las llama por su nombre. Esto significa para todos los que le seguimos que a los nombres ya citados : Abraham, Isaac y Jacob, Él añade el tuyo...porque te conoce. ¿Alguien nos puede dar una Noticia mejor que ésta?
 (Lc 19, 1-10) Zaqueo.- Catequesis: ...Y Jesús miró a Zaqueo.-Jesús entra en Jericó y rápidamente se corre la voz que llega hasta Zaqueo. Este hombre, publicano y bien situado pero que no saborea la vida porque le falta el Sabor De Dios, siente un impulso de ir a su encuentro. Tiene sim embargo un problema y es que se ha echado todo el mundo a la calle y como es bajo de estatura, por la multitud, no alcanza a verle. Podría subirse a un árbol, como hacen les chiquillos, pero su honor y dignidad le retraen, seria el hazmerreir de todos los ciudadanos. A él le toca decidir entre su status social o ir tras el Sabor de Dios que le daría Jesús. Intuye que si se hace con el Sabor de Dios empezaría a saborear realmente su vida, así que decide subirse a un árbol para poder verle. Queda un problema para Zaqueo...¿Se dará cuenta Jesús que para poder verle se ha subido al arbol?...  ¡Vaya que si se da cuenta!  Al pasar a su lado levantó su mirada hacia él y le dijo: ​¡Zaqueo, quiero hospedarme en tu alma!   No hay duda, todo aquel que apuesta por Dios, gana la partida....siempre.
​(Lc 18, 9-14) El fariseo y el publicano).- Catequesis: CÓMO ROBAR EL CORAZÓN A DIOS.-  ​¿Qué más tendría que hacer el Hijo de Dios para que el fariseo -todos lo somos- se golpease el pecho como el publicano? ..Ofrecer su vida por él. Desde la cruz y a pesar de las tinieblas que cubrieron la tierra, arrojó tal luz sobre los que acudieron al drama del Calvario, que como nos narra Lucas, "todos se volvieron golpeándose el pecho. Todos...fariseos, doctores de la Ley, publicanos, el pueblo llano..etc. Quizás faltes tú todavía o yo. Aun estamos a tiempo. Basta con que descubramos el inmenso e inmortal amor con el que traspasando el tiempo nos miró a todos. ¡Sí! , al igual que a Pedro, nos miró y nos amó.
(Lc 18,1-8) El juez inicuo y la viuda inoportuna.- Catequesis: Estar a gusto con Dios.- ​La pobre viuda insiste un día y otro ante un juez que no le hace caso. ¿No se canss esta mujer de tanta insistencia?Posiblemente sí ,pero es que alguien le ha usurpado su propiedad y si el juez no le hace justicia se queda en la calle y no le queda otra que subsistir de mala manera, quizás tenga que dedicarse a la mendicidad. He ahí la razon de su perseverancia hasta que consigue que el juez la haga justicia. Jesús se sirve de este ejemplo para inculcar a sus discípuloa ls absoluta necesidad de la oración. Es necesario para éstos, establecer una prioridad intocable en bien de su alma y esta prioridad consiste en estar con Dios, en su Presencia, a gusto, hablándole y escuchándole. Para tener clara esta prioridad tengamos presente que los amigos no se imponen, se escogen... ¡cuanto más tratándose del Amigo!
(Lc 17,11-19).- Los diez leprosos.- Catequesis:​¡LÍMPIAME SEÑOR!   De los diez leprosos curados por Jesus, solo uno se volvio hacia Él,y arrojándose a sus pies le adoró, reconocio que le había curado su lepra interior, se sintió limpio por dentro; es que los dioses que solemos acoger en el alma la dejan llena de impurezas. Este leproso era consciente de ello y por eso se volvió a Jesús y le adoró. Los otros nueve no se enteraron de nada preocupados solo de sus heridas exteriores y nos de las interiores que son las mas dañinas. El que se volvió y adoró a Jesús como Señor, nos indica que lo mas digno y sublime que puede hacer un hombre es adorar al Dios Vivo...y uno aprende a adorar ante el Sagrario..
(Lc 17, 5-10) Poder de la fe. Servir con humildad.- Catequesis:​SEÑOR: ¡AUMENTA NUESTRA FE!  No pocas de las personas que acogen la llamada del Señor para su discípulado, se quedan a mitad de camino e incluso completamente fuera, por creerse dueños y señores de los dones que Él les había dado para llevar a cabo la misión que les había encomendado. ​El problema es que estas personas, con su soberbia, desplazan a Jesús, se atan a sus egos y .  ¡Vaya ridículo que hacen.. cuando hablan de El! Por otra parte aquel siervo que se siente inútil para hacer la obra de Dios..., está dejando al Señor las manos libres para actuar en él y por medio de él con su Fuerza y Sabiduría. Este siervo, se siente inútil,  pero en verdad es inmensamente sabio y eficaz.
​(Lc 16, 19-31).- El rico malo y el pobre Lázaro.- Catequesis: "El hombre rico".- El pobre hombre rico de ésta parábola se sirvió de su riqueza para levantar un muro infranqueable entre él y los pobres. Fue a parar a un lugar de tormentos y desde allí suplicó a Abraham que alertase a sus hermanos; éste le responde que escuchen a Moisés y a los Profetas que simbolizan la Palabra dada por Dios a Israel. Esta catequesis de Jesús es fortísima: ningun milagro, ni siquiera la resurreción de un muerto, tiene poder para cambiar el corazón del hombre; tan solo su Palabra, el Evangelio. Con esta respuesta el Señor nos invita a dejarnos de rodeos..insiste: Escuchadme y encontrareis en mis palabras la fuerza para una verdadera y liberadora conversion.
(Lc 16, 1-13) .-El administrador infiel y Buen uso de las riquezas.- CATEQUESIS: NO SE PUEDE SERVIR A DOS SEÑORES​​Necio es el que sirve al dios Dinero pues no prevee que llegado el tiempo de la desgracia: pruebas, desilusiones, enfermedad.. el Dinero a quien sirvió, no le sirve de nada. El sabio no sirve al Dinero sino que lo tiene a su servicio. La única forma de saber si somos servidores de Dios o del Dinero es exponer nuestro corazón a ls diáfana Luz del Evangelio. Únicamente el Evangelio detecta la Verdad o Falsedad que hay en nuestro interior; su Luz es como la de un detector de metales que distingue sin margen de error un diamante de un simple cristal, por muy pulido que esté.
(Lc 9,18-24) Profesión de fe de Pedro, Primer anuncio de la Pasión y Condiciones para seguir a Jesús.- Catequesis: ¿QUIÉN ERES JESÚS?.-  Hoy eres tú Señor quien me preguntas: "¿Quien soy yo?" No me es fácil responderte, pues aunque con mi boca digo que eres mi Señor, mis obras a veces lo desmienten. Aun así, a pesar de tanta debilidad y cobardía, desde mi corazón te digo: ¡No te vayas Señor, no te canses de mí!  
​(Lc 7, 36-50).- La pecadora perdonada.- Catequesis: EL AMOR DE MI ALMA.- Domingo 12 de Junio de 2016  " Mi pueblo tiene querencia a la infidelidad", dice Dios (Os 11,7) Su pueblo y todos desde Adan y Eva... es como si la lleváramos en la sangre. Esta mujer que nos presenta hoy el Evangelio, plasma la infidelidad..pero está llena de Sabiduría.  Se ha enterado donde está Jesus y rompiendo todo respeto humano, vergüenza y miedos, entra en la casa donde está comiendo y hecha un mar de lágrimas, se abraza a sus pies. Atentos porque en la Espiritualidad  Bíblica, los pies de Jesús representan su Evangelio.
(Lc 9,10-17) Vuelta de los apóstoles y multiplicación de los panes.- Catequesis: Hambre de Dios.-    "...Dad de comer a esta muchedumbre..", dijo Jesús a sus discípulos. Mirad que dejaron de lado sus cosas, para escuchar mis palabras.  A la luz de este mandato, reconocemos la primigenia mision de la Iglesia: dar a todos los hombres el Evangelio de la Salvacion, porque contiene palabras de Vida Eterna como proclamó  Pedro ante Jesús ( Jn 6,68) 
​(Jn 16, 12-15) La venida del Paráclito.- Catequesis: Cara a cara con Dios 
(Jn 20,19-23) Apariciones a los discípulos.- Catequesis: La fuerza del Espíritu Santo .- Jesucristo ofrece la paz a sus discípulos al tiempo que les enseña sus manos llagadas y su costado traspasado. He ahí el precio de nuestra paz, de nuestro rescate: la Vida del Hijo de Dios, una vida por otra, la suya por la tuya. ¿Tan importante eres para Dios ? Es evidente que s
(Lc 24,46-53) Últimas instrucciones a los apóstoles y la Ascensión.- Catequesis: Nada nos separará del Señor.- Éste domingo celebramos la Ascensión del Señor Jesús al Padre. Se supone que los apóstoles deberían de quedarse tristes, sin embargo Lucas nos dice que estaban llenos de alegría y es que, al tiempo que su Señor ascendía, les iba bendiciendo, es decir: iba imprimiendo en sus corazones el Evangelio de la Vida Eterna.. seguía pues con ellos.
(Jn 10, 27-29) La verdadera identidad de Jesús.- Catequesis: Jesús, mi Buen Pastor.- Mis ovejas escuchan mi voz dice el Señor. No siempre estamos dispuestos a escuchar la voz de Dios. La mediocridad nos lleva a escuchar otras voces que frenan nuestro caminar y nuestro discipulado. Solo las palabras de Jesus son como Él mismo  dice " espíritu y vida "(Jn 6,63 ) Aun así a veces las marginamos pues nos da miedo perder nuestras cosas..! Como si ¡Él no pudiese darnos nada a cambio!
(Jn 13, 31-35) La despedida.- Catequesis: Como yo os he amado
En espiritualidad bíblica, la palabra "amigo" tiene una riqueza profundísima desconocida en nuestra cultura. La palabra "amigo", para un israelita, es como decir a otro: tú eres mi otro yo, tú eres alma de mi alma.
(Jn 21, 1-20) Aparición a orillas del lago de Tiberiades.- Catequesis: Todos somos Pedro..- ​Podemos imaginar el estremecimiento que sacudió a Pedro cuando Jesús le preguntó..¿ Me amas? Estremecimiento que dió paso al temblor amoroso cuando a continuación le propone que apaciente a sus ovejas.. las mismas que le costaron su Sangre. Así es el Hijo de Dios con Pedro y con todos los que se le acercan. Hace caso omiso de su debilidad, les reviste con su Fuerza y les pregunta ¿Me amas? Apacienta mis ovejas
(Jn 20, 19-30) Apariciones a los discípulos.- Catequesis: El poder de perdonar los pecados.- ​Entre el "¿Quién eres Señor?" de San Pablo cuando cayó del caballo y el "¡Señor mío y Dios mío!" de Tomás en el Cenáculo, media la pasión del que, hambriento de Dios, le busca sin descanso. El que así le busca, encuentra el Camino, la Verdad y la Vida que Jesús escondió en su Evangelio para los que hacen de él, la pasión primigenia de su existencia... pasión que llega a ser inmortal...
​(Jn 8, 1-12) La mujer adúltera y Jesús luz del mundo.- Catequesis: Jesús perdona a la mujer adúltera.- ​Vete y no peques más, no te hagas mas daño a tí misma y a los otros. Vete, no peques más y no tengas miedo porque " Yo estoy contigo..Yo soy tu Fuerza para que seas mi discípula"
(Lc 15, 1-3; 11-32) Las tres parábolas de la misericordia.- El hijo perdido y el hijo fiel. “El hijo pródigo”.- Catequesis: Hoy he recuperado a mi hijo .- " Si hoy escucháis mi voz, no endurezcáis vuestro corazón" dice el Señor. (Sl 95,7..) El hijo pródigo oyó la Voz en su interior y aprovechó su "hoy". Volvió a su Padre y éste le dijo : "Hoy te he recuperado como hijo"
(Lc 13,1-9)  Invitación a la penitencia y Parábola de la higuera estéril.-Catequesis: Daréis fruto por mí.  
​"Gracias a mi daréis fruto" dice el Señor. Promesa tiernamente consoladora que se cumple en todo aquel que se abraza al Hijo de Dios y a su Santo Evangelio.
(Lc 9, 28-36) La Transfiguración.- Catequesis :La Transfiguración de Jesús
​Jesús se transfigura ante Pedro, Juan y Santiago para hacernos ver el culmen del discipulado; nos lo dice Pablo:  "....reflejamos, como en un espejo, la Gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos..." (2 Co 3, 18)
(Lc 4, 1-13) Tentaciones en el desierto.- Catequesis:  El pan divino. Jesús vence las tentaciones.
​El Pan que Jesús antepone al que le ofrece Satanás, es la sustancia de Dios. En la medida que su sustancia nos empapa, más divinos somos. La sustancia de Dios en su Palabra, resplandece con su propia Luz en la Eucaristía. Recordemos: "Tomad y comed esto es mi Cuerpo" Mt 26,26
(Lc 5, 1-11) Vocación de los cuatro primeros discípulos.- Catequesis: Simón echa las redes. Los criterios de Dios.
Sin percatarse de ello, Pedro al decir a Jesús:  "¡Por tu Palabra, porque Tú me lo dices, echaré la red! "  imitó perfectamente a María cuando dijo al Angel... "Hágase en mi según tu Palabra.."
Miremos a Pedro para ser verdaderos hijos de María.
(Lc 4, 21-30) Jesús en Nazaret.- Catequesis: Jesús vuelve a Nazaret.
​La Palabra de Dios siempre se cumple en quien la escucha gozosamente y con el mismo gozo la aprieta contra su corazón, es entonces cuando acontece el Hoy de su salvación. Acontece Dios en él.
(Lc 4, 14-22) Comienzo de la predicación y Jesús en Nazaret.- Catequesis: Los  Anawin  Bajo la protección de Dios.
​Lucas nos dice que Jesús inicia la predicación del Evangelio, con la Fuerza del Espíritu Santo. Nuestra misión como discipulos del Señor, no nos pertenece, no podemos actuar sin más por nuestra cuenta, de ahí la necesidad de llevarla a cabo con la Fuerza del Espíritu Santo, como nuestro Maestro.
(Jn 2, 1-12) La Boda en Caná.- Catequesis: Las bodas de Caná. 
¡Señor, no tenemos vino! (Jn 2,3)
...la vida que hemos buscado con todas nuestras fuerzas se diluye en nuestras manos, ¡no nos dejes caer en el vacío!.. 
Y el Señor responde: Haced lo que Yo os digo.., 
y lo que Yo os digo tiene un nombre: EVANGELIO.
(Lc 3, 10-18) Predicación de Juan el Bautista.- Catequesis “Fuerte con Dios” 
En el Evangelio de éste domingo nos impresiona enormemente la libertad interior y  grandeza de alma de Juan Bautista. Sabe que el Único Fuerte frente a Satanás, nuestro adversario, es Jesucristo y así lo hace saber a todos. Está como diciéndoles.. ¡No seais necios. no os ateis a nadie porque el Fuerte es Él !  Seguid a Jesús ,a nadie más. Una aclaración, en Israel , Satanás significa Adversario.
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(Jn 3, 14-21) Entrevista con Nicodemo.- Catequesis: Encuentro con Nicodemo
(Mc 13, 24-32) La manifestación gloriosa del Hijo del hombre.- Catequesis: Él está cerca
El sol, la luna y las estrellas..figuras bíblicas que representan toda idolatria,  caerán. Si, caen gradualmente y estrepitosamente a las puertas de la muerte.Por el contrario el que muchos creen muerto, una simple fábula, viene con poder y gloria inmortal para sus elegidos. Una aclaracion: La elección se busca, se escoge, como Maria la de Betania que supo escoger la mejor parte: sentarse a los pies de Jesús escuchando su Palabra(Lc 10,38-42)



Catequesis: Los necios y los sabios.- No sabemos cuando llegará el fin del mundo. Puede estar a la vuelta de la esquina, o a la vuelta de siglos. Lo que sí es cierto es que podemos más o menos calcular cuánto tiempo de vida nos queda aquí  en la tierra. Al llegar éste fin, unos quedarán perplejos, angustiados, pues fueron tan necios que se creyeron dueños y señores del tiempo; en cambio los sabios  alzarán sus cabezas para ser coronados por su Señor. Ap 2,10
(Jn 2, 13-22) La purificación del Templo.- Catequesis: Apoyados en Dios.
​ (Jn 20,19-28) Apariciones a los discípulos.- Catequesis: Aparición De Jesus a los Apóstoles
 (Mc 10, 17-27) El Hombre rico y Peligro de las riquezas.- Catequesis: El joven rico

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