Cualquier hombre estaría dispuesto a dar todo lo que posee a cambio de amor, si tuviese la certeza de que éste permanecerá vivo y luminoso para siempre.Pablo lo encontró por medio de la gracia; un amor cuyo fruto se convirtió en pasión por Jesucristo y su Evangelio y que , a su vez, se desdobló y desplegó hacia toda la Humanidad, a la que iluminó con su predicación evangélica.La gracia empezó a tomar cuerpo en Pablo desde el mismo instante en que le dijo a Jesús: " Señor, ¿qué quieres que haga?".